Pasar al contenido principal
Catalunya Religió
Galeria d'imatges

(Jordi Llisterri -CR) Esta es la tonada de las alabanzas a los beatos mártires de la provincia de Cataluña y Baleares que se han cantado este sábado por la mañana en la Catedral de Barcelona mientras se hacía la primera veneración de sus reliquias depositadas en una arqueta. ""Dadnos vuestra fe valiente, hermanos mártires capuchinos", se cantaba para recordar los 26 mártires asesinados en Cataluña al principio de la Guerra Civil.

Mártires que han sido presentados como testigos que "en tiempos de clandestinidad recibieron la ayuda y la acogida de muchos buenos cristianos y otras personas de buena voluntad" y que "nos han dejado un testimonio de firmeza en la fe, esperanza en la vida eterna y caridad hasta el perdón de los enemigos". Una celebración que también ha tenido presentes los cristianos que todavía són hoy perseguidos en varios lugares del mundo.

Perdón y fe ha sido el eje de una ceremonia solemne pero austera y con un marcado tono de recogimiento. Sólo con unos franciscanos aplausos al terminar. La beatificación ha sido presidida por el cardenal italiano Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos. Ha concelebrado acompañado de la mayoría de obispos catalanes, entre ellos los arzobispos Luis Martinez Sistach, Jaume Pujol y Joan-Enric Vives, y el nuncio Renzo Fratini.

La catedral la ha llenado la familia franciscana con los frailes capuchinos catalanes en la primera fila. También se han sumado capuchinos de algunos de los países donde los nuevos mártires habían estado de misioneros, como Filipinas. Sacerdotes de distintas diócesis catalanas de donde procedían los beatos y un obispo capuchino de Nicaragua, también han concelebrado. La ceremonia se ha hecho principalmente en catalán añadiendo el uso del latín y del castellano.

Cristianos perseguidos

En la homilía el cardenal Amato ha utilizado una argumentación similar a la beatificación de las hermanas de San José de Gerona que también presidió este septiembre. Y a pesar algunas expresiones que ya suenan caducas -como "zona roja" o "garras del maligno"- remarcó que religiosos como los capuchinos "sólo tienen como objetivo proclamar el mensaje evangélico franciscano de Paz y Bien". Y los mártires, "no eran revolucionarios, ni pertenecían a ningún partido".

Amato ha insistido en que "la Iglesia perdona" y que con el perdón que ofrecieron a los verdugos "los mártires dejan un mensaje de reconciliación y de paz". "Todos estamos llamados a responder a la banalidad del mal con el perdón", ha insistido. "Los mártires son los vencedores de la muerte".

Asimismo, Amato recordó que la persecución religiosa no es sólo un hecho histórico. "Los cristianos son el grupo religioso más perseguido y también el más olvidado por los medios de comunicación" y "hoy al menos hay 22 países donde los cristianos son perseguidos, expulsados ​​o asesinados".

El ministro general del Framenores Capuchinos, el suizo Mauro Jöhri, en un breve parlamento, final ha insistido en esta situación. Ha explicado que singularmente pensaba "en Siria donde los hermanos han tenido que huir", aunque no abandonaron el convento hasta que había salido toda la comunidad cristiana. O "en los frailes que acogen refugiados cristianos y también musulmanes" en países como Jordania y el Líbano. Según Jöhri, esta presencia franciscana es una muestra más "de una tradición de generosidad en nombre de Cristo Resucitado"

El cardenal Lluís Martínez Sistach también ha intervenido al final de la celebración para reconocer los nuevos mártires como "buenos testigos" y para recordar que "la vocación a la santidad no consiste en otra cosa que en la perfección de la Caridad".

Al acto también ha asistido la consejera de Gobernación, Meritxell Borràs, y de Justicia, Germà Gordó. Por otra parte, este domingo está prevista una misa de acción de gracias en convento de los capuchinos de Arenys presidida por el obispo de Girona, Francesc Pardo.

Fray Frederic de Berga, signo de los tiempos

La causa de beatificación que ha culminado este sábado estaba encabezada por fray Frederic de Berga. En el retablo que se descubre justo después de la proclamación estaba representado como uno más del 26 frailes mártires rodeando una imagen de Cristo. Una imagen de inspiración románica de Laura Alberich. Su festividad se celebrará el 6 de noviembre.

De los 204 capuchinos que tenía la provincia de Cataluña y Baleares en 1936, fueron asesinados 36. Además de los beatos proclamados este sábado, uno ya fue beatificado el 2013 en Tarragona y tres más están en proceso de beatificación.

De la breve biografía de cada mártir que presentaba el librito de la celebración, en el caso de fray Frederic de Berga destaca que "muy comprometido con el país, fue denunciado por haber predicado en catalán en la catedral de Barcelona", precisamente el mismo lugar donde finalmente ha sido proclamado beato. También, curiosamente, coincide en el tiempo con la iniciativa del Ayuntamiento de Berga, gobernado por la CUP, de retirar todos los nombres religiosos de las calles de la población. Y, concretamente, proponen cambiar el nombre de la calle dedicada a fray Frederic por un anarcosindicalista fusilado en 1943, Agustín Monzón. Es posible que ya haya quien no recuerde donde se hizo la caputxinada.

Y mientras se celebraba la beatificación, alrededor de la catedral se han desplegado varios agentes policiales visiblemente armados por la alerta terrorista vigente. Así, ha sido un acto religioso y familiar pero también rodeado por todos los signos de nuestro tiempo. "Dadnos vuestra fe valiente, hermanos mártires capuchinos".

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.