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Catalunya Religió
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(Laura Mor –CR) Un toque de campanas al estilo de la comunidad ecuménica de Taizé y un canto en árabe han abierto la llamada a la oración este miércoles. 'La paz del corazón' ha convocado a cerca de quinientas personas en medio de la Plaza Sant Jaume. Una veintena de comunidades religiosas y tradiciones espirituales presentes en la ciudad han compartido lecturas, ratos de silencio y meditación en esta vigilia celebrada en la primera Semana por la Paz - Arcadi Oliveres que organiza Justícia i Pau.

Así han conseguido el efecto que apuntaba una de las lecturas: "La paz se contagia o nos la encomiendan". El círculo que han formado en medio de la plaza ha sido símbolo de unidad. Y con el canto en hebreo han formulado un objetivo común: "Havenu shalom alejem". Toda la plaza ha entonado este "sea la paz con nosotros" en catalán, euskera, castellano, árabe, gallego y hebreo.

La periodista Rosa Maria Calaf, que ha conducido el acto, ha defendido que "el diálogo interreligioso e interconviccional en Barcelona no sólo es posible, sino que ya es una realidad", en alusión a las personas convocadas. Ravid Goldschmidt ha hecho sonar el metal del handpan y su percusión melódica ha facilitado ratos de interiorización, en este acto público a pie de calle y con la claridad de una tarde de finales de junio.

La paz como horizonte y signo de lo que las creencias presentes en nuestro país pueden ofrecer a la sociedad. "Apostar por el pacifismo es apostar por una manera de vivir no violenta y que fomente los vínculos, la comprensión, la tolerancia", decía el activista Arcadi Oliveres. Son palabras de quien fue presidente de Justícia i Pau, que quiere mantener vivo su legado, y que Calaf ha hecho resonar este miércoles en el centro de Barcelona. Un llamamiento a "continuar el camino de la no violencia, sin desfallecer", en un contexto en el que, como apuntaba Oliveres, "se ha normalizado la violencia" y a menudo resulta "más fácil encontrar la guerra".

Entre los representantes políticos, han asistido la alcaldesa de Barcelona, ​​Ada Colau, la consejera de Justicia, Lourdes Ciuró, la directora general de Asuntos Religiosos, Yvonne Griley, el Comisionado de Diálogo Intercultural y Pluralismo Religioso del Ayuntamiento, Khalid Ghali, así como también la familia de Arcadi Oliveres, junto a su esposa Janine Künzi, su hijo y codirector del AUDIR, Arnau Oliveres, la nueva presidenta de Justícia i Pau, Dolors Fernández, el presidente saliente, Eudald Vendrell, y el director de la entidad, Miquel Torres, que ha cerrado el acto animando a los participantes a cantar por la paz.

"La libertad no se da de una vez por todas, hay que luchar constantemente"

"A veces parece que las palabras que decimos no pueden cambiar la situación, pero muestran quiénes somos, nos hacen capaces de tomar la historia de todo el país en nuestras propias manos", han dicho desde la comunidad ucraniana. En su intervención han recordado que "la libertad no se da de una vez por todas, hay que luchar constantemente", tal y como demuestra el estallido de una nueva guerra en Europa. Y han expresado agradecimiento por el apoyo recibido en Cataluña.

Un pensamiento que se ha fundido en medio de la lectura de otros textos religiosos y de entidades civiles que trabajan por la paz. Los han recitado representantes de la Iglesia Cristiana Evangélica de Gracia, la Sinagoga Bet Shalom, budistas de tradición tibetana, la Iglesia Cristiana Siria de Antioquia, la Iglesia Evangélica Protestante de Barcelona-Centro, Iglesia Ortodoxa Rumana, el Centro Cultural Islámico Camino de la Paz, la Iglesia Anglicana de Barcelona, ​​la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Auxilio de Ucrania, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia Evangélica Bautista el Redentor de Sabadell, de la Comunidad filipina de la Parroquia de San Agustín de Barcelona, ​​la Iglesia Adventista del Séptimo Día, del hinduismo-vaishnava, de la Fe Bahá'í y de Brhama Kumaris.

También se han leído textos de los masones, la Iglesia de la Cienciología, la Federación de Familias por la Unificación y la Paz Mundial, y de Sukyo Mahikari, y de la Federación Catalana de Voluntariado Social, el Instituto Catalán Internacional por la Paz y la La Fede.cat.

Celebrado en el marco de la primera Semana por la Paz, éste ha sido el evento de carácter específicamente religioso. Lo ha coorganizado Justícia i Pau con la Dirección General de Asuntos Religiosos del Departamento de Justicia, el Ayuntamiento de Barcelona, ​​la Red Interreligiosa por la Paz (CHIP) y la Asociación de Amigos de la UNESCO para el Diálogo Interreligioso y Interconviccional (AUDIR), y ha contado con la colaboración de Cáritas Diocesana de Barcelona.

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