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Catalunya Religió
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Fotografia: Lestonnac de Badalona.

Roger Vilaclara –CR La vuelta a la escuela después de Semana Santa este año también está marcada por la celebración del Ramadán, que termina este martes 9 de abril. En las escuelas catalanas hay un montón de alumnos que viven este mes de oración, ayuno y reflexión intensamente. Por este motivo, los centros educativos tratan de acompañar a esta vivencia y aproximar la tradición al resto de alumnos que no la conocen. Nos explican este trabajo en las aulas catalanas Anna Planella, directora de la Escola Pia de Salt; Jordi Rosanes, director general de la escuela Vedruna Manlleu; y Anna Gel, tutora del aula de acogida de Lestonnac de Badalona.

Las tres escuelas con las que hemos podido hablar tienen alumnado que se encuentra en medio de la celebración del Ramadán. De hecho, hacen un matiz: todos los musulmanes celebran este mes sagrado, pero sólo los que tienen la edad adecuada y quieren hacerlo practican el ayuno. En este sentido, en Vedruna Manlleu hay una docena de alumnos que se abstienen de comer durante el día, en Lestonnac de Badalona son unos setenta y en la Escola Pia de Salt una veintena.

Las tres escuelas coinciden en la normalidad con la que se trata esta vivencia en las aulas. "Tenemos el Ramadán totalmente integrado en nuestro hacer del día a día", explica Anna Planella. Desde Vedruna Manlleu se habla de la diversidad como "una riqueza" que se aprovecha para trabajar con niños y jóvenes. Rosanes destaca que, parte de esa normalidad, también viene dada gracias a la oportunidad que supone tener maestros musulmanes en el claustro de profesores. "Hacerlo tan cercano nos ayuda a no caer en el desconocimiento", dice.

"EN LA ADOLESCENCIA SE ENTIENDE QUE HAY EXCEPCIONES Y NOSOTROS PROMOVEMOS QUE SU SALUD VA POR DELANTE DE TODO"

Lo que también ayuda a esta normalización es hablar de la fiesta en las aulas tanto antes de que comience, durante y una vez se finaliza. "Es importante conocer la cultura del lugar en el que vivo, pero también es importante hacer presentes las tradiciones del lugar de donde vengo", asegura Anna Gel. Por este motivo, desde el aula de acogida de Lestonnac de Badalona se preparan materiales que ayuden a trabajar en las clases las diferentes tradiciones religiosas de los alumnos. 

En la Escola Pia se hace cultura religiosa en la escuela y en el momento del Ramadán se aprovecha para hablar de esta tradición, "al igual que hablamos de todas las demás tradiciones religiosas", dice Planella. 

Este año, la coincidencia del Ramadán con la Cuaresma también ha permitido realizar "muchas similitudes" entre religiones y vivencias de alumnos, subraya Rosanes. 

Cada uno vive el ayuno de formas diferentes, pero los centros coinciden en que, durante las semanas del Ramadán, se ve una evolución en los jóvenes musulmanes. "En un inicio, el cuerpo debe acostumbrarse a este ritmo, pero los primeros días siempre se viven con la motivación del inicio", explica Gel. Por el contrario, en los últimos días empieza a pesar el cansancio y esto se percibe en el alumnado", explican desde Vedruna. Anna Planella asegura que son conscientes de que, durante todo el proceso, "las emociones están a flor de piel". Por este motivo, las escuelas promueven espacios para que los niños "se puedan expresar".

EN MANLLEU SE PROMUEVEN REUNIONES ENTRE ESCUELAS, COMUNIDAD MUSULMANA Y ASUNTOS RELIGIOSOS

Si bien las clases se llevan con plena normalidad, lo cierto es que en la escuela hay dos momentos claves en los que hacer ayuno puede marcar la diferencia: el espacio de comedor y la educación física. 

En el primero de los casos, las tres escuelas con las que hemos hablado coinciden en que los alumnos que hacen el Ramadán prefieren marcharse a casa durante el espacio de mediodía para estar con su familia y descansar. 

En el caso del deporte y la educación física o las actividades como excursiones y salidas, las escuelas, evidentemente, velan por la buena salud de los niños y jóvenes. Desde la Escola Pia ponen de ejemplo una salida con bicicletas que el alumnado hizo hace unos días: "Le dijimos a nuestros alumnos que podían beber agua". "En la etapa de adolescencia se entiende que existen excepciones y nosotros promovemos que su salud va por delante de todo", explica Anna Planella. "Las familias están de acuerdo y colaboran en este trabajo", añade.

En la misma línea se expresa Jordi Rosanes que explica que para esas "excepciones" o "situaciones concretas" cuentan con el apoyo también de la comunidad musulmana y Asuntos Religiosos. Tanto es así que, antes de empezar el Ramadán, en Manlleu se celebró una reunión con las diversas escuelas del municipio y la presencia de Asuntos Religiosos. En este encuentro, el imán de Manlleu marcó el inicio y el final de la festividad y dio diversas indicaciones y aspectos a tener en cuenta para que los alumnos puedan vivir correctamente el Ramadán durante estas semanas. 

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