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Roger Vilaclara –CR “Mi dueño no tiene prisa”, decía Antoni Gaudí. Él se refería a Dios con la construcción de la Sagrada Familia. Una máxima que toma ahora la Asociación Canónica Pro Canonización de Antoni Gaudí, constituida este diciembre. "Seguro que Gaudí tampoco tendría prisa por ser beatificado", asegura el vicepresidente de la asociación y rector de la Sagrada Familia, Josep Maria Turull. Sin embargo, el proceso que se inicia en 1992 comienza su recta final y todavía los últimos pasos de una beatificación que se espera que pueda tener lugar en el 2026. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí y por qué es tan importante reconocerlo como beato?

“La beatificación es reconocer una realidad: que la persona está con Dios y disfruta de la vida con Él”, explica Turull. En el caso de Gaudí, la Asociación Canónica Pro Canonización de Antoni Gaudí cree que hay "elementos muy significativos que merecen la pena que esta realidad sea reconocida". Por un lado, que se trata de una persona laica, algo poco habitual en las beatificaciones. Por otra parte, la singularidad del trabajo durante 43 años en un templo: "El hacer la iglesia también lo hace a él como persona y como cristiano". Una relación similar a la que se describe en el Concilio Vaticano II cuando habla de la Iglesia y la eucaristía: "La Iglesia hace la eucaristía y la eucaristía hace la Iglesia".

En el mismo sentido, Gaudí es "un ejemplo de integración espléndida del trabajo con la fe". Un trabajo que no sólo realiza con la basílica, sino también con la cripta de la Colonia Güell o en sus obras civiles dejando huella de su fe.

"EL PAPA PUEDE DECIDIR QUE NO ES NECESARIO UN MILAGRO PARA BEATIFICAR A UNA PERSONA"

Cuando se habla de beatitud, suele hablarse también de uno de los requisitos para ser beato más conocidos: "Confirmar un milagro que se haya realizado por intercesión de la persona a beatificar". El párroco de la basílica de la Sagrada Familia explica que, en el caso de Gaudí, hay muchos "favores recibidos" de mucha gente que "ha recibido gracias a través de él". Habla de la devoción en la cripta del templo, donde está enterrado el arquitecto. "También hay algún caso bastante extraordinario que podría ser considerado milagro", subraya Turull.

Se trata de algo que se encuentra en un proceso inicial de estudio porque, recuerda Turull, "un milagro debe ser extraordinario, instantáneo e inexplicable para la ciencia médica". La fase de estudio de este posible milagro requiere "discreción" hasta que la comisión encargada de la Santa Sede confirme o no si puede considerarse como tal.

Ahora bien, aunque se trate de la cuestión que suele generar más curiosidad, Turull afirma que no es una condición indispensable: "El Papa puede decidir que no es necesario el milagro para beatificar a una persona". Algo poco habitual, pero que podría darse si Francisco lo considerase así.

"LA BEATIFICACIÓN DE GAUDÍ AYUDARÁ A SUBRAYAR EL ELEMENTO ESTRICTAMENTE RELIGIOSO DE LA SAGRADA FAMILIA"

Aún no sabemos si el Vaticano considerará o no que Gaudí ha hecho un milagro, pero para Turull hay dos grandes milagros que "ya se han dado, aunque no computen por la beatificación porque no son de los tradicionales". Se refiere, en primer lugar, a que el templo esté "en vías de terminación" después de todas las dificultades que ha supuesto su construcción desde 1882. Y, en segundo lugar, a "lo bien que hace la Sagrada Familia a todo el que entra". "Tanto con quien la ve desde fuera como con quien entra, el templo logra abrir los corazones con la belleza que se admira en el momento", añade.

La beatificación de Gaudí ayudará a subrayar precisamente estos dos milagros y también "el elemento estrictamente religioso del templo de la Sagrada Familia", explica el vicepresidente de la asociación canónica.

BARCELONA ESPERA LA VISITA DEL PAPA EN 2026 POR LA BEATIFICACIÓN DE GAUDÍ Y LA CULMINACIÓN DE LA TORRE DE JESÚS DE LA SAGRADA FAMILIA

Los procesos de beatificación comienzan por la voluntad de una persona o de un grupo, que deben dirigirse al obispado donde ha muerto esa persona. En caso de que lo apruebe el obispo, se pone en marcha un proceso de documentación que justifique que realmente esa persona puede ser declarada beata. Se trata de un proceso diocesano en el que se nombra un tribunal, o equipo de personas, que se les encarga recopilar toda la documentación posible y que después se pasa a la Santa Sede, concretamente en el Dicasterio de las Causas de los Santos.

Con la aprobación del Dicasteri para salir adelante, llega el momento de elaborar la positio. Se trata de la postura definitiva que se presenta en la Santa Sede ya recogiendo toda la documentación recopilada anteriormente y justificando que la persona puede ser beatificada. Esto significa que es necesario evaluar que la persona tiene las condiciones requeridas por el proceso: tener una vida suficientemente santa, muriendo también en fama de santidad; vivir de forma eminente las virtudes evangélicas; y que la gente siga manteniendo la devoción hacia esa persona”.

La positio se presenta en el Dicasterio de las Causas de Santos y, en ese momento, comienza su labor de verificación. Tiene lugar un primer estudio por parte de una comisión de historiadores que deben dar su aprobación. Luego pasa a una comisión de teólogos que también deben dar su aprobación. Y, finalmente, es la plenaria del Dicasterio, formada por cardenales y obispos, que deben dar su aprobación. Cuando esto ocurre, la persona es declarada venerable y, por tanto, puede tener veneración pública. El último paso está en manos del Papa. Sólo él puede determinar que esa persona venerable sea declarada beata. Si el pontífice lo declara, puede realizarse la ceremonia de beatificación.

"GAUDÍ ES UN PERSONAJE EXTRAORDINARIO E IMPRESIONANTE, PERO TAMBIÉN ES CONTROVERTIDO"

En el caso de Gaudí, la positio se presentó este 2023. Un paso que también supuso el traspaso de la asociación civil pro canonización, que hasta el momento había llevado la causa, a la nueva Asociación Canónica Pro Canonización de Antoni Gaudí del arzobispado de Barcelona. "La nueva asociación toma el relevo para facilitar el proceso", explica Josep Maria Turull. La Santa Sede reconoce el "papel ingente" del trabajo realizado por la asociación civil, pero jurídicamente se considera que el proceso ahora debe tomarlo una entidad canónica.

El camino hacia la santidad es largo y con Antoni Gaudí comenzó en 1992, cuando el padre Ignasi Segarra y un grupo reducido de devotos de Gaudí iniciaron la asociación con la aprobación del arzobispado. Los tiempos dependen de muchas circunstancias y en el caso del arquitecto se trata de un proceso que se ha alargado y, para Josep Maria Turull, "no es raro porque es un personaje extraordinario e impresionante, pero también controvertido". "Se requiere unas investigaciones a fondo respecto a su persona para estudiar también las controversias en diferentes ámbitos y saber qué hay de verdad y qué de enemistad", dice.

Ahora bien, la parte del camino hacia la beatificación con más trabajo y dificultades “ya se ha realizado”. El proceso ya ha pasado la comisión de historiadores con su visto bueno y ahora se espera en la reunión de especialistas teólogos para que puedan analizar que no existe "ningún inconveniente teológico para la beatificación". Por este motivo, la Asociación Canónica Pro Canonización de Antoni Gaudí cree que "si todo continúa en el ritmo habitual de estos casos", el arquitecto podría ser beatificado en 2026, coincidiendo con el centenario de su muerte.

Se trata de una fecha señalada para que también se prevé que sea el momento en que la Sagrada Familia acabe su torre más alta, la torre de Jesús, convirtiendo el templo en el edificio más alto de Barcelona. "El deseo es que el papa Francisco pueda venir a la ciudad a beatificar a Gaudí e inaugurar la torre de Jesús", asegura Turull. Un deseo que el arzobispo de Barcelona, ​​el cardenal Joan Josep Omella, ya ha hecho llegar al Papa y ha manifestado en varias ocasiones. “Ahora, quien debe decidirlo es Francisco”, dice Turull que recuerda que el Papa “ya es mayor y tiene ciertas limitaciones físicas, pero todavía tiene gran empuje”.

Hasta entonces, la Asociación Canónica Pro Canonización de Antoni Gaudí seguirá con su acción: difundir el conocimiento de la dimensión religiosa y espiritual de Gaudí que justifica su beatificación. También con otra misión importante: "Tener a punto todo lo necesario, publicaciones y nuevos elementos de oración, para cuando Gaudí sea declarado venerable".

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