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Catalunya Religió
Parolin Andorra
[Foto: Bisbat d'Urgell]
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Jordi Llisterri- CR/Andorra “Es el Papa de Roma”, ha dicho un niño cuando el cardenal Pietro Parolin entraba en la basílica del Santuario de Meritxell acompañado por el arzobispo Joan-Enric Vives. No. No era el Papa de Roma. Pero era lo que más se avecina, el secretario de Estado de la Santa Sede. Y la autoridad eclesiástica más importante que ha visitado nunca el Principado.

Parolin ha estado en Andorra este viernes para presidir la misa de la Diada Nacional coincidiendo con los 150 años de la proclamación de la Virgen de Meritxell como patrona del país. Y para dejar un mensaje: por lo que depende de la Santa Sede, el coprincipado de Andorra en la figura del obispo de Urgell no se tambalea y, además, tiene un sucesor asegurado.

"Queremos que las cosas sigan como hasta ahora"

Además de las reuniones con los diversos estamentos andorranos, Parolin transmitió este mensaje sin ambigüedades en la rueda de prensa que realizó en el mismo santuario al término de la misa. Ha sido una comparecencia conjunta del cardenal Parolin y jefe de Gobierno Xavier Espot, con la liturgia de una rueda de prensa de una cumbre de dos estados.

"Queremos que las cosas sigan como hasta ahora", ha dicho Parolin después de siete siglos desde que se instauró el coprincipado, después de treinta años de que el pueblo andorrano refrendase este modelo en la constitución andorrana con el obispo de Urgell y el presidente de Francia como jefes del Estado, y después de quince años de los acuerdos firmados entre la Santa Sede y Andorra. La intervención del jefe de Gobierno se ha movido en los mismos parámetros y voluntad de mostrar una plena colaboración con el Vaticano.

Las declaraciones se enmarcan en un contexto en el que de forma recurrente algunos sectores políticos y mediáticos minoritarios del Principado hablan de la incomodidad de la Santa Sede con este modelo de obispo-jefe de estado. Incluso atribuyéndolo a una oposición manifestada por el papa Francisco. Explícitamente Parolin ha dicho que “por parte de la Santa Sede damos todo el apoyo a que un obispo sea el copríncipe; es decir, que comparta la función como jefe de estado”. Y ha añadido que "no hay ninguna idea de cambio del sistema constitucional del Coprincipado".

Incluso, pareció que al secretario de Estado se le escapaba la risa por debajo de la nariz cuando en la rueda de prensa le preguntaron sobre el rumor de que la Santa Sede pensaba en convertir Andorra en un obispado y modificar el modelo constitucional: "En la Santa Sede nunca se ha hablado de eso, ni se ha sacado el tema".

"Discreción e inteligencia"

Otra cosa es que en la comparecencia no ha obviado un tema delicado que ahora está sobre la mesa y que podría alterar los equilibrios constitucionales: la despenalización del aborto en Andorra. Parolin ha recordado el principio del derecho a la vida "como fundamental" y ha reconocido la afectación que puede tener este tema en la estabilidad institucional. Por eso la ha definido como "una cuestión muy delicada que hay que afrontar con discreción e inteligencia". Y ha enmarcado este problema en un proceso en el que se está "trabajando y profundizando, en un diálogo que pide tiempo".

El mensaje conclusivo de Parolin después de su paso por Andorra ha sido que "esperamos encontrar una solución". Un posicionamiento que ha sido sostenido en todo momento por el Jefe de Gobierno. Desde las instituciones andorranas también son conscientes de que una carencia de acuerdo en este tema podría abrir una crisis difícil de afrontar en una situación de fragilidad institucional. Resumiendo, nadie ha negado la complejidad del tema, pero todo el mundo ha querido transmitir la voluntad de encontrar soluciones. Ésta es la foto que se ha querido transmitir con la visita.

"Siempre hay candidatos a obispo"

En un despliegue exquisito de lo que dicen sobre el alto nivel de la diplomacia vaticana, el cardenal Parolin ha afrontado también la pregunta sobre la sucesión del arzobispo Joan-Enric Vives que el próximo año deberá renunciar al cumplir los 75 años.

Por un lado, Parolin ha explicado que actualmente "el Papa en general deja unos años más al obispo en la diócesis" si no hay ninguna causa que impulse su relevo. Así ha enmarcado en la normalidad el hecho de que acabara alargando la sucesión de Vives. Pero también ha asegurado que la fórmula del obispo coadjutor, que se nombraría pronto pero no tomaría el relevo hasta que el papa aceptara la renuncia de Vives, "me parece que es una buena fórmula y pienso que seguirá ese camino".

En definitiva, que la secretaría de Estado ve bien nombrar a un coadjutor, pero que, si no se nombra, nadie debe ponerse nervioso. Incluso se ha permitido bromear diciendo que no hace falta que sufrimas porque "siempre hay candidatos a obispo".

La mirada de Meritxell

El grueso del interés de la visita se lo llevaron las declaraciones de la rueda de prensa, pero las 24 horas de Parolin entre Andorra y la Seu d'Urgell también tuvieron su contenido pastoral. Ya el jueves por la tarde con la visita al patrimonio religioso de La Seu y este viernes por la mañana en el santuario presidiendo los actos de los 150 años de la proclamación de Meritxell como patrona de Andorra.

Como cada año, el santuario ha estado lleno todo el día en las diversas celebraciones litúrgicas y todos los representantes institucionales de Andorra han asistido a la misa convocada por el Govern.

Coincidiendo con la festividad de las vírgenes encontradas, Parolin ha pronunciado una homilía plenamente mariana. Ha tomado como referencia los grandes ojos de la imagen de Meritxell. “Lo que de hecho hace 'fuerte' en una comunidad nacional es una mirada abierta y penetrante a lo que ocurre en su propia tierra y en el mundo”. Y más concretamente ha remarcado que "el auténtico progreso civil se mide por la capacidad de generar procesos que sepan hacer florecer la dignidad humana y el respeto de cada persona".

En el saludo inicial que ha realizado el arzobispo Vives también se ha referido directamente a la cuestión del coprincipado. Ha recordado que la Iglesia "ha sido clave para la pervivencia del sistema institucional que ha permitido a Andorra vivir durante siete siglos como un país independiente y neutral". Y ha remarcado el apoyo que siempre ha tenido de la Santa Sede.

La misa se ha cerrado con el canto de los gozos dedicados a Meritxell al pie de su imagen. Antes se ha cantado el himno nacional de Andorra con la bandera andorrana presidiendo el altar junto al crucifijo.

El fin del acto ha servido para que la mayoría de asistentes pudieran saludar personalmente al secretario de Estado. Parolin ha explicado que estos días mucha gente le ha pedido que el Papa fuera a Andorra. No parece fácil que el niño que pensaba que había visto al Papa, un día le pueda saludar en el Santuario de Meritxell.

Antes de regresar a Roma, el cardenal Parolin todavía ha podido compartir la comida con los curas de la diócesis y laicos responsables de instituciones católicas andorranas que tradicionalmente se reúnen en Canillo en la comida del día de la patrona de Andorra.

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