Aina Argueta –CR "El objetivo del Zakat al Fitr es que a nadie le falte nada para celebrar la fiesta de fin del Ramadán en condiciones". El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Cataluña (UCIDCAT), Mohamed El Ghaidouni, habla de la importancia de la limosna obligatoria que aportan todas las personas que celebran el Ramadán. Es una manera de mostrar solidaridad hacia los más vulnerables de la comunidad para que puedan celebrar Aid al-Fitr, la celebración que marca el fin del mes sagrado del Ramadán, con dignidad y alegría. Para la comunidad musulmana también es una manera de purificar a la persona que hace esta donación.
El Zakat al-Fitr es una cantidad fija de dinero, alimentos u otros bienes que debe aportarse. Ghaidouni explica que este año la Comisión Islámica de España ha calculado un mínimo de 5 euros por persona. Normalmente suele ser equivalente al alimento básico local, como trigo o arroz. "Estos cinco euros son el valor de partida, después cada persona tiene que promediar lo que gasta para romper el ayuno", aclara El Ghaidouni.
Esta aportación se distribuye a las personas necesitadas, como los pobres, necesidades, huérfanos u otros miembros vulnerables de la comunidad musulmana. La primera opción es que la misma familia lo entregue a las personas más cercanas que conozcan. "Lo ideal es que Zakat al Fitr se saque del lugar donde reside la persona, por tanto, hay miembros que ya conocen a quienes le pueden entregar", añade el presidente de la UCIDCAT. En caso de que no haya personas desfavorecidas alrededor se puede dar a través de organizaciones benéficas que se dedican a esta tarea.
Una donación obligatoria
Todos los musulmanes adultos y capaces económicamente que hayan completado el ayuno del Ramadán están obligados a pagar al Zakat al Fitr. Es una obligación para cada cabeza de familia proporcionar esta donación por sí mismo y por los miembros dependientes de su familia. Esta práctica forma parte de los cinco pilares del Islam, que son los deberes fundamentales que todo musulmán debe cumplir.
En los casos en que las personas no pueden realizar el ayuno durante el mes del Ramadán, dar el Zakat al-Fitr también puede ser una opción. Si alguna persona sufre problemas de salud, marcha de viaje o tiene otras razones válidas puede realizar esta donación por cada día que no hace el Ramadán.
En esta línea, la aportación económica tiene también un carácter de purificación espiritual. "Si durante este mes la persona ha cometido algún error la limosna completa y repara las posibles equivocaciones", contextualiza El Ghaidouni. Por tanto, la doble finalidad del Zakat al-Fitr es purificar a la persona que ayuna y ayudar a aquellos que están necesitados.
Todo el mundo debe celebrar "en condiciones"
Aid al-Fitr es una celebración que marca el fin del mes sagrado del Ramadán, una ocasión importante para los musulmanes y se celebra con plegarias, celebraciones comunitarias, comidas festivas, regalos y actos de amor y solidaridad. Por tanto, el Zakat al-Fitr debe llegar antes para que las familias desfavorecidas puedan utilizarlo para festejar ese día. "Todos deben poder celebrarlo en condiciones", concluye El Ghaidouni.
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