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Catalunya Religió
Torre Evangelistes
[Foto: Sagrada Família]
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Jordi Llisterri –CR “¡Ooh!, ¡Ooh!”. Así ha vuelto a exclamar a la numerosa gente que se ha reunido en torno a la Basílica de la Sagrada Familia cuando se han iluminado las nuevas torres de los cuatro evangelistas que rodean la futura torre de Jesús. Primero la iluminación de cada evangelista, uno a uno; y después, la estrella y la torre de María. El encendido se ha hecho mientras desde la calle Marina se bendecían y se incesaban las torres.

Como hace dos años con la Torre de María y el año pasado con los dos primeros evangelistas, la Sagrada Familia ha vuelto a levantar la mirada arriba a todos los que se han querido acercar. Marc (león) y Lluc (toro), desde hace un año, y ahora Joan (águila) y Mateu (hombre), son los cuatro tetramorfos que coronan las torres. Sólo han pasado cuatro años desde que la Sagrada Familia presentó la maqueta de las torres finalizadas.

La celebración ha comenzado con una misa con 2.000 personas en la basílica presidida por el nuncio, Bernardito Auza. El cardenal Juan José Omella ha agradecido la presencia del nuncio representando al papa Francisco. Auza, con gran parte de la homilía leída en catalán, ha hablado de la Basílica como "una obra genial admirada, que hecha para alabar a Dios se convierte en un símbolo de la ciudad". También ha recordado que un antecesor suyo, el nuncio Francesco Ragonesi, en 1915, le dijo a Antoni Gaudí que era "el Dante de la arquitectura" y que la Sagrada Familia era "el mayor poema cristiano en piedra".

La misa también ha sido concelebrada por cardenal Lluís Martínez Sistach, el obispo auxiliar, David Abadias, y el párroco de la Basílica, Josep Maria Turull. La presencia institucional ha sido encabezada por la presidenta del Parlament, Anna Erra, y el director general de Asuntos Religiosos, Carles Armengol.

"DIGA AL PAPA QUE LE ESPEREMOS POR LA BENDICIÓN DE LA TORRE DE JESÚS EN 2026"

En la tarima que se ha situado en la calle Marina, antes de la bendición, el cardenal Omella no ha perdido la oportunidad de pedir al nuncio que le “diga al papa que le esperamos para la bendición de la Torre de Jesús 2026”. El mojón es finalizar dentro de dos años la torre central de 172 metros, coincidiendo con el centenario de la muerte de Gaudí.

Mientras las torres de los evangelistas comenzaban a iluminar la ciudad, Omella también ha invitado a todos a leer un fragmento de los evangelios cada día. La iluminación de las Torres que se podrá ver por la noche hasta la pasada Navidad, serán un recordatorio.

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