AINA ARGUETA - CR Hacer prácticas extracurriculares en el corazón del Vaticano es ahora una opción. Blanquerna ha firmado un acuerdo con la Pontificia Academia para la Vida (PAV) para que sus estudiantes puedan ir a realizar una estancia y el alumno Facundo Pascarelli ha sido el primero en animarse este mes de febrero. "Me pareció una experiencia muy interesante cuando nos lo ofrecieron", relata el estudiante del Máster en Comunicación Política y Social.
La PAV es un ente del Vaticano que se encarga de promover la difusión de la vida y la dignidad humana. Por eso, una de sus actividades principales es organizar ponencias interdisciplinarias y generar un diálogo entre ellas. Pascarelli ha participado en la Asamblea Anual de esta entidad en la que se ha celebrado 30 años de este organismo, conocido como un think tank bioético vaticano. Las tareas del estudiante han consistido en acudir a diversas ponencias, tomar notas, hablar con los ponentes y las personas que formaban parte. "Me pareció muy importante acudir a la Conferencia Stampa, que es la sala de prensa del Vaticano, donde estaba el presidente de la PAV y periodistas de todo el mundo, entre ellos de mi país, Argentina", añade. Pascarelli explica que pudo ver cómo se lleva la comunicación desde la Academia.
Ambiente interreligioso
Pascarelli reconoce que le ha sorprendido que estuviera tan presente el diálogo interreligioso. "Constantemente veía a sacerdotes católicos hablando con rabinos judíos o imanes musulmanes", señala. El estudiante opina que había "un ambiente de colaboración y escucha" que le ha permitido hablar con el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile o abogados y sarcedotes argentinos. "Siempre han sido muy receptivos", agradeció.
El estudiante explica que le ha motivado para contribuir a un cambio en el mundo. "El mundo no puede seguir como está; me ha llamado a tomar acción, a no quedarme quieto", enfatiza. "Cada uno con su granito de arena puede trabajar para ayudar a todo el mundo ya nuestra tierra", concluye. Asimismo le ha hecho darse cuenta de la importancia de la Iglesia: "El Vaticano no deja de ser un Estado importante e influyente en todo el mundo. Dentro, puedes ver cómo la política influye".
La experiencia ha sido muy enriquecedora y útil para él. "Le recomendaría a personas que no sean católicas, también, porque el diálogo interreligioso estaba siempre presente", dice.
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