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Catalunya Religió
Cabanes durant Sukot
Fotografia: OAR.

Lucía Montobbio –CR Sukot es una de las fiestas más importantes en el calendario religioso judío. Dura una semana en Israel y para la comunidad judía que vive fuera de ese territorio dura ocho días. La palabra “sukot” es el plural de la palabra “sucano” que en hebreo significa cabaña o tienda. Por eso, esta celebración también se puede llamar “fiesta de las cabañas” o “de los tabernáculos”. Se recuerdan las cabañas que protegieron al pueblo judío durante los 40 años que vivieron en el desierto. Concretamente, durante la travesía del desierto hacia la libertad, del Éxodo de Egipto hacia la tierra prometida. Este año, la celebración comienza el 29 de septiembre y termina el 8 de octubre.

Sukot son unos días alegres en los que la comunidad construye cabañas, a menudo con hojas de palma y al aire libre. En el bosque, en el jardín, en el patio, en el balcón... en algún espacio que tenga cielo abierto.

Las pequeñas viviendas deben ser elaboradas con elementos naturales, deben tener, como mínimo, tres paredes y un techo hecho de ramas y hojas desde donde se pueda contemplar el firmamento. El interior se decorará con el motivo de representar el tiempo de la cosecha.

La comunidad se encuentra durante una semana en estas cabañas. Neil M. Frau-Cortes, miembro de la comunidad Centro Bet David, relata: “Las familias habitan dentro de la suká en la medida de sus posibilidades y limitaciones, generalmente comemos e invitamos a huéspedes, hay quienes duermen suponiendo que el clima lo permita.”

Además de los huéspedes que son invitados a sentarse en la suká, “también hay huéspedes simbólicos que son como invitados espirituales que recibimos, se llaman Uixpizín, son personajes bíblicos que invitamos simbólicamente como inspiración y cada noche de la fiesta invitamos a de diferente”, explica Frau-Cortes.

Cabañas públicas en Barcelona

Debido a la dificultad para realizar cabañas en las ciudades modernas, como Barcelona, ​​se ha encontrado la solución de montar cabañas públicas. Como bien recoge la Oficina de Asuntos Religiosos, en 2018, en Barcelona, ​​se crearon las primeras cabañas públicas del Estado Español.

Este año, informa la OAR, se inaugurarán las cabañas públicas en diferentes puntos de Barcelona: “En el distrito de Ciutat Vella, del 29 de septiembre al 6 de octubre, la Comunidad Jabad Lubavitch Barcelona, ​​construirá cabañas en la plaza Garriga y Bachs”. El miércoles 4 de octubre a las 18.30 horas, habrá la inauguración, con la bendición del Pan y el Vino en la sukká, y parlamentos de las autoridades y del Rabí Libersohn.

Además, para quien quiera conocer mejor esta fiesta, durante los días que dura Sukot, de 11:00 a 17:00 horas, habrá jornada de puertas abiertas con una persona a cargo que explicará la festividad y su significado dentro del judaísmo.

La OAR continúa: “En el distrito de Les Corts, también la comunidad Jabad Lubavitch Barcelona, ​​ubicará cabañas en la calle Entença, 288: el martes 3 de octubre a las 18.00 horas, habrá la inauguración y, durante toda la semana, de 10.00 a 14.00 horas y de 18.30 a 20.00 horas, habrá jornada de puertas abiertas para todos aquellos que quieran acercarse”.

La comunidad Judía ATID de Catalunya hará cabañas públicas en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, con el parlamento de la Rabina Irene Muzás. Igualmente, el Centro Bet David pondrá una suká en la plaza de Sant Just, con el discurso del Rabí Bar-Hen.

Ceremonia de las cuatro especies

Otro rasgo característico de Sukot es la ceremonia de las cuatro especies o de los cuatro vegetales. Estos son: una palma (lulav), ramas de mirto (hadás), ramas de saulo (arabà) y un cítrico (etrog).

La palma se cogerá con la mano derecha y se sostiene conjuntamente con el mirto y el saulo. El etorg, un cítrico que se asemeja a un limón, se agarra con la mano izquierda. Estas especies se balancean, se agitan en todas las direcciones, y mientras se realiza este movimiento, se recitan oraciones especiales, entre ellas, salmos de alabanza. Todo esto, para simbolizar la búsqueda de Dios en todas las direcciones.

El simbolismo de las 4 especies puede variar. Sin embargo, en general se interpreta que la palma quiere significar la columna vertebral: la fe en Dios; el cítrico quiere simbolizar el corazón: el estudio y la sabiduría; el mirto quiere simbolizar los ojos: las buenas acciones; y el saulo quiere significar los labios: la oración. Las 4 especies juntas representan la diversidad del pueblo judío y la importancia de ponerse al servicio de Dios. Este ritual se llevará a cabo en los días centrales de Sukot.

Simhat bet ha-xo'evà y Simhat Torà

También, habrá música en vivo, cantos y bailes en la Simhat bet ha-xo'evà. La palabra "S imhat" significa "alegría" o "felicidad" en hebreo. Esta celebración tiene lugar principalmente en las noches de Sukot, después del servicio religioso en la sinagoga. Se puede celebrar durante los días intermedios de Sukot.

El final de la fiesta, también tiene una celebración: Simhat Torà. Frau-Cortes describe: “Es el día de la Alegría de la Torá, donde completamos el ciclo de lectura anual, es una ocasión especialmente gozosa donde se quitan todos los rollos de la Torà en la sinagoga y la gente baila cargando un rollo cada uno y cogiendo turnos”. En algunas ciudades, judíos de sinagogas diferentes salen todos a los parques de la ciudad a bailar con los rollos.

Una de las tres fiestas estacionales

Sukot es una de las tres fiestas estacionales de la comunidad judía. Se llaman estacionales porque van de acuerdo con los ciclos agrícolas y de peregrinación. Hay que entender que las fiestas del calendario judío tienen un sentido conjunto que puede leerse bajo diferentes perspectivas. Por ejemplo, según tiempo agrícola en el que cae la fiesta; o según los hechos históricos que se conmemoran.

Sukot, junto a Péssah y Xavuot son fiestas en las que, por tradición, se celebran en ciclos agrícolas concretos. El ciclo agrícola que coincide con Sukot (septiembre, octubre) recuerda el momento de la cosecha, del gozar de los frutos después de esfuerzo y trabajo. Se comparten frutos de temporada como el trigo, la cebada, la uva, los higos, las granadas, las aceitunas o los dátiles. En algunas comunidades, para agradecer la recolección de la cosecha y la lluvia que ha hecho crecer los frutos, se realiza una ofrenda de agua al altar.

Por otra parte, las tres fiestas también comparten la peregrinación en recuerdo de un hecho histórico concreto. En el caso de Sukot, se revive el tiempo en que los israelitas vagaban por el desierto al salir de Egipto.

En definitiva, como comenta Neil M.Frau-Cortes: “Es una fiesta muy familiar, donde todo el mundo participa, incluidos los niños que ayudan a montar y decorar la suká, o a preparar comida, en las ciudades con mayor densidad de judíos y donde muchos tienen suká propio, se da el paseo, se detiene a tomar un bocado en la cabaña de un vecino, después va a otra a tomar café...”

Un tiempo en el que la cabaña, una casa temporal y vulnerable, recuerda la finitud y la fragilidad de la vida humana. Un tiempo en el que la cabaña, símbolo de fuerza y ​​unión, es ejemplo de hospitalidad.

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