El 57% de la población catalana se declara católica

DGAR | Nueva entrega del Barómetro sobre la religiosidad en Cataluña que desde 2014 impulsa la Generalitat. El Barómetro sobre la religiosidad y sobre la gestión de su diversidad es un estudio, fruto de un acuerdo entre la Dirección General de Asuntos Religiosos y el Centro de Estudios de Opinión, que permite conocer cómo se define la población catalana desde de un punto de vista religioso. Entre otras cuestiones, el estudio aporta datos relativos a la identificación religiosa y a las prácticas de la ciudadanía, al nivel de conocimiento de las diferentes tradiciones, a la percepción sobre la diversidad religiosa o a la opinión respecto a las políticas de gestión de esa diversidad.

El Barómetro sobre la religiosidad y sobre la gestión de su diversidad se realiza a partir de un cuestionario que incluye unas sesenta preguntas y que se distribuye a una muestra de 1.600 personas mayores de 16 años, con un margen de error del ± 2,45%. A diferencia de otros estudios, esta encuesta también tiene en cuenta a la población que no tiene la ciudadanía española, de modo que los resultados obtenidos permiten tener una imagen bastante cuidadosa de cuál es la situación actual de la sociedad catalana en relación con la dimensión religiosa . El trabajo de campo se llevó a cabo entre el 16 de junio al 19 de julio de 2023 mediante el sistema de entrevista domiciliaria personal asistida por ordenador (CAPI).

En 2014 se llevó a cabo por primera vez este trabajo, y se repitió en los años 2016 y 2020. Este año, por tanto, es la cuarta ola de este barómetro. Todos estos datos permiten, conjuntamente, esbozar cuáles son las grandes tendencias de la realidad religiosa en nuestro país.

Algunas de las principales conclusiones son que un 56,8% de la población se declara católica, el 16% seguidora de otras confesiones, hasta 14 diferentes. El 26,3% se considera atea o agnóstica. Esto hace que el 78% de la población se identifique con alguna confesión, aunque el número de creyentes no llega al 50%.

Otras conclusiones son que orar, hacer ofrendas espirituales o hablar con difuntos queridos también lo hacen porcentajes significativos de no creyentes. Al mismo tiempo, se reconoce un gran desconocimiento de las confesiones que hay en Cataluña y de cada una de ellas, excepto del catolicismo. Aun así, cerca del 20% desconoce que se celebra en Navidad.

Destaca un bajo nivel de conflictividad pero también la escasa relación entre las personas de diferentes creencias. Y, en su mayoría, se es favorable a las iniciativas de las administraciones para una mejor gestión de la diversidad religiosa. Este soporte es transversal a todas las opciones políticas.

Identificación religiosa

Más allá de cuál sea su nivel de práctica, el 72,3% de la población catalana se identifica con alguna religión. Unas cifras que se incrementan significativamente en el caso de las mujeres y de los colectivos de mayor edad. Por el contrario, el 11,8% se declara agnóstica y el 14,5% atea.

Por confesiones, la Iglesia católica es la que goza de un mayor volumen de seguidores (gráfico 1). Cerca del 57% se identifican. Pero también hay un 6,8% de la población que se declara musulmana, un 3,6 evangélica o protestante y un 6% que afirma seguir otras confesiones, como el cristianismo ortodoxo, el budismo o la fe de los Testimonios Cristianos de Jehová.

Gráfico 1: Pág. 24 Con independencia de que sea practicante o no, ¿cuál es su religión?

El Barómetro ofrece la posibilidad de profundizar aún más en el conocimiento de la actitud de los catalanes sobre la religión. A destacar que, más allá de su adscripción religiosa, el 48% declara tener creencias religiosas hacia el 51,4% que afirman no tenerlas.

Asimismo, el 46% afirma -con distintos niveles de certeza- que Dios existe y un 20% adicional declara que, a pesar de no creer en un Dios personal, sí lo hace en algún tipo de poder superior.

Todos estos datos aportan una comprensión más amplia del fenómeno religioso en el que la adscripción a una determinada comunidad religiosa se destapa como un elemento definitorio de la propia identidad, pero no necesariamente vinculado a la suscripción de todos los principios y prácticas establecidos por una determinada confesión .

Prácticas religiosas

Casi el 57% de los catalanes afirman que nunca acuden a actos de culto a menos que sea por ceremonias de tipos sociales como bodas, comuniones o funerales (gráfico 2). Este porcentaje contrasta con el 13,4% que afirma que asiste al menos con una frecuencia semanal, el 8,8% que va alguna vez al mes, o el 21,3% que acude al menos alguna vez al año.

Gráfico 2: P25. ¿Podría decirme si acude a los actos de culto religioso de alguna confesión, sin contar las ocasiones relacionadas con ceremonias de tipo social, como bodas, comuniones o funerales?

Pero más allá de la asistencia a los centros de culto, el Barómetro permite intuir otras formas de expresión de las inquietudes religiosas o espirituales de la ciudadanía.

En este sentido, la encuesta cuantifica el volumen de población que ha llevado a cabo determinadas prácticas a lo largo del último año, como rezar (47,2%), ir a un centro de culto (44,4 %), encender una vela o hacer una ofrenda con fines espirituales (39,1%), hablar con los seres queridos difuntos (38,1%) o hacer yoga y/o meditación (29%) (gráfico 3).

Gráfico 3: P35. A lo largo del último año, ¿ha practicado las siguientes actividades?

Unas prácticas que no son exclusivas de quienes se consideran creyentes. A modo de ejemplo, más de una cuarta parte de las personas que afirman no tener creencias religiosas afirma haber hablado con sus difuntos a lo largo del último año o han encendido una vela con fines espirituales y casi el 15% confiesa haber rogado. Los datos también demuestran que el yoga y la meditación son particularmente populares entre quienes se consideran no creyentes.

Conocimiento de la diversidad religiosa

El Barómetro incorpora varias preguntas para analizar cuál es el conocimiento que los catalanes y catalanas tienen sobre las confesiones con presencia en Cataluña.

En este sentido, se solicita a las personas participantes en el estudio que evalúen en una escala del 0 al 10 cuál es su nivel de conocimiento de las 13 principales confesiones religiosas implantadas en el país (gráfico 4). El único caso en el que los catalanes se otorgan una puntuación que supera al aprobado es la Iglesia católica (6,64). En cuanto a todo el resto de confesiones, ninguna nota media llega al 4 y sólo dos, el islam (3,55) y el cristianismo evangélico (3,17) superan el 3.

Gráfico 4: P16. En una escala del 0 al 10, valore el grado de conocimiento sobre los principios de las siguientes confesiones religiosas (puntuaciones medias)

Este año, además, el Barómetro ha incorporado una serie de preguntas específicas para captar cuál es el conocimiento fáctico de los catalanes sobre las diferentes confesiones (gráfico 5). De esta forma es posible determinar que cerca del 20% de los catalanes no es capaz de decir qué se conmemora en Navidad; casi el 33% no sabe en qué períodos del día se hace ayuno durante el mes de ramadán; el 36% no sabe quién es el líder de la Iglesia católica; y el 60% no sabe mencionar ningún país en el que las iglesias ortodoxas sean mayoritarias.

G ráfico 5: P17-20 y P61-64. Sabría decirme... (porcentaje de respuestas correctas)

El Barómetro de la Religiosidad también permite saber hasta qué punto la ciudadanía tiene contacto con esta diversidad en su día a día y cómo la percibe. En este sentido, tan sólo el 6% de la ciudadanía considera que existe tensión o incluso hostilidad entre los vecinos de diferentes culturas, nacionalidades o religiones (gráfico 6). La mayoría de la población (50,7%) afirma que apenas hay relación, pero que la gente deja vivir, se respeta y apenas hay conflicto, mientras que el 39,7% considera que hay buena relación y que si surge algún problema se resuelve pacíficamente.

Gráfico 6: P45. A su juicio. Entre los vecinos de su municipio, en el que hay diferentes culturas, nacionalidades o religiones...

Posicionamiento hacia las políticas de gestión de la diversidad religiosa

Una gran mayoría de la población se muestra favorable a que las administraciones pongan en marcha iniciativas destinadas a una mejor gestión de la diversidad religiosa (gráfico 7).

Gráfico 7: P56-P59. Niveles de aprobación de diversas medidas de gestión de la diversidad religiosa

Así, el 72,2% afirma estar más bien de acuerdo con que los alcaldes y alcaldesas se reúnan habitualmente con los representantes de todas las confesiones; el 76,1% aprueba que el ayuntamiento consulte con los representantes de las diferentes confesiones presentes en el municipio aquellos temas que puedan tener consecuencias en el ejercicio de la libertad religiosa (como planes de ordenación urbanística, ordenanzas municipales. etc.); y el 70,9% es favorable a que el alcalde/alcaldesa o alguno de los concejales acuda habitualmente a actos organizados por las diferentes confesiones religiosas cuando las comunidades lo soliciten.

De forma similar, el 78,4% de los encuestados se manifiesta totalmente o más bien a favor de que el ayuntamiento de su municipio adapte el cementerio municipal para dar acogida a las necesidades funerarias de las diferentes confesiones; y el 71,5% al ​​que ceda puntualmente equipamientos públicos (como polideportivos o centros culturales) a las entidades religiosas para realizar actividades que requieren espacios de gran capacidad.

Pero todavía generan más consenso de otras medidas, como la creación de espacios de oración o silencio en determinados equipamientos, como hospitales públicos, centros penitenciarios o aeropuertos (78,5 %); o que determinados servicios públicos, tales como hospitales, centros penitenciarios o residencias, faciliten asistencia espiritual o religiosa a los usuarios que lo soliciten (88 %).

Cabe señalar que el apoyo a estas políticas públicas es transversal. Los encuestados de todos los grupos sociales y simpatizantes de todas las opciones políticas se muestran favorables a ello.