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Catalunya Religió
Sergi Gordo Omella
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Jordi Llisterri CR En la presentación en el arzobispado de Barcelona del nuevo obispo de Tortosa, Sergi Gordo, el cardenal Joan Josep Omella se ha puesto la venda antes de la herida. En la intervención inicial ya ha advertido por qué se ha escogido antes el obispo de Tortosa que el de Girona: "La pregunta debe dirigirse al Papa, yo no lo sé". Después el cardenal se ha extendido en este comentario y ha dicho que "no sé qué pasa con Girona" pero como forma parte del Dicasterio para los Obispos que gestiona los nombramientos episcopales, ha añadido que "si lo supiera no podría decirlo".

"NO HAY UN TRATO PUNITIVO CON GIRONA”

Omella ha asegurado que lo que se publica sobre los motivos del retraso del nombramiento del obispo de Girona "son cábalas", que también "me sorprende que se haya retrasado" y que cree que llegará pronto: "Que en Girona estén tranquilos”. Ha recordado que hay muchas diócesis en proceso abierto de elección de obispos y que esto no quiere decir "que se tenga un trato punitivo con Girona".

Por lo que afecta a Barcelona, ​​ha dicho que "hubiera preferido que continuara en Barcelona" y no prescindir de uno de los tres obispos auxiliares que volvía a tener desde febrero de este año. Sobre la posibilidad de pedir nuevos auxiliares aseguró que ahora se abre una reflexión.

Cree que ahora todo es muy reciente. "Tengo 77 años y en marzo termino el mandato de la presidencia de la Conferencia Episcopal Española”, ha recordado. Esto quiere decir que en marzo "quedo más libre, pero también más viejo" y que tendrá más tiempo para dedicar a Barcelona. Tal vez tendrá que ir menos a Madrid, pero todavía le quedarán las diversas responsabilidades en los dicasterios vaticanos y como miembro del Consejo de Cardenales, que le obligan a estancias constantes en Roma. Además, en otoño de este año participará en las sesiones del Sínodo.

Con Tortosa y con la Tarraconense

El nuevo obispo de Tortosa no ha escondido su respeto y alegría por la nueva responsabilidad ante una diócesis: "Los diocesanos de Tortosa me tienen desde el minuto cero a su disposición". Y, en las primeras palabras dirigidas a la diócesis ha hecho referencia al trabajo sinodal promovido por el papa Francisco y la consulta hecha en la etapa diocesana: "Estoy contento porque podremos 'caminar juntos', llamados a ser 'Iglesia en salida'".

"NO TENGO LA SENSACIÓN DE MARCHAR DEL TODO PORQUE TORTOSA ESTÁ EN LA TARRACONENSE"

Sergi Gordo también ha enmarcado su nombramiento en el trabajo conjunto de la Conferencia Episcopal Tarraconense de la que es su secretario desde abril del año pasado. "El Papa no me ha enviado a las quimbambas", ha dicho recordando el trabajo interdiocesano en el que también está implicada Tortosa, "una diócesis hermana". En la etapa episcopal de auxiliar de Barcelona, ​​Gordo ha sido presidente del Secretariado Interdiocesano de Juventud y actualmente es presidente del Secretariado Interdiocesano de Pastoral Obrera de Cataluña y de la Comisión Interdiocesana de Apostolado Seglar de Cataluña. También es obispo responsable del Foro de Laicos de la Conferencia Episcopal Española.

"No tengo la sensación de marchar del todo porque Tortosa está en la Tarraconense" y "hay muchos temas que se trabajan interdiocesanamente", ha afirmado.

Sobre la sorpresa del nuevo destino, Gordo ha reiterado su responsabilidad y que siempre tiene presente la canción de Kairoi "Habrá que decir que sí cada día" que marcó su juventud.

Con el nombramiento también se ha anunciado que el sábado 9 de septiembre tendrá lugar el acto de entrada a la Catedral de Tortosa.

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