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Catalunya Religió

(Jordi Llisterri –CR) Era mucho más que el arquitecto de la Sagrada Familia, pero pasará a la historia por haber dirigido la finalización de la nave central. Jordi Bonet i Armengol ha fallecido este lunes en Barcelona a la edad de 97 años. Fue el continuador de las obras del templo de la Sagrada Familia desde 1985 y hasta 2012, siguiendo el testimonio de su padre Lluís Bonet i Galí.

Fue el arquitecto religioso más importante de la segunda mitad del siglo XX. Pero su labor profesional se derivaba de una fuerte identidad católica, social y catalanista. Muy catalanista y muy marcado por el espíritu de Vaticano II. Lo vivió desde el mundo del escultismo de la mano de mosén Joan Batlles, que desde este movimiento intentó rehacer el tejido social del país después de la Guerra Civil. Su implicación en el escultismo le llevó a ser primer delegado diocesano del escultismo de Barcelona, ​​comisario general de Minyons Escoltes hasta 1963, primer presidente del Movimiento del Escultismo Católico en España, primer presidente del Movimiento Scout Católico España.

Seguidor de la obra de Antoni Gaudí, en su etapa como arquitecto director del templo expiatorio logró finalizar la nave central de la basílica y su consagración en 2010 presidida por Benedicto XVI. Él fue el encargado de entregarle las llaves de la Basílica al Papa y realizar su presentación en la misa del 7 de noviembre de 2010.

Este mojón está muy marcado por su entorno familiar. De pequeño ya paseaba por las obras del templo de la mano de su padre. Y con su hermano, mosén Lluís Bonet. Los dos coincidieron en el templo, uno como arquitecto y el otro como párroco. Con la memoria siempre viva de lo que su padre les contaba de Gaudí, perfilaron la finalización del templo. Mosén Bonet, profundizando en el relato teológico y el arquitecto, con la obra. Ellos tomaron decisiones arriesgadas, como encargar las esculturas de la fachada de la Pasión y las puertas principales a Josep M. Subirachs. En 2012 se hizo el relevo en la dirección arquitectónica con Jordi Faulí, discípulo de Bonet, asegurando la fidelidad al proyecto original.

Jordi Bonet era doctor en arquitectura y dirigió otras obras significativas de la arquitectura religiosa catalana, como el monasterio de Sant Benet de Montserrat, creado de nuevo en la falda de montaña, o la Iglesia de Sant Medir. En este último caso, vinculado a un proyecto de construcción de vivienda social, impulsado por mosén Amadeu Oller. También es el arquitecto de una obra civil bien conocida: el auditorio de Pau Casals en El Vendrell.

Fue académico de la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi, y recientemente nombrado, en 2019, miembro honorario de la Academia de los Virtuosos en el Panteón. También era miembro destacado de la Liga Espiritual de la Virgen de Montserrat.

Entre otros, es autor de La arquitectura al servicio de la música (1986), Templo de la Sagrada Familia (1992), El último Gaudí (2000), Las Escuelas de la Sagrada Familia (2003), y Arquitectura y símbolo de la Sagrada Familia (2013).

Aquesta nit ha mort l’avi #JordiBonet (97) a casa, amb l’àvia Mariona al costat i envoltat de família. Ha estat un home bo i generós, un actiu de país, un entusiasta de l’arquitectura, la cultura, l’escoltisme, l’esquí, i un patriota que ha portat Catalunya i Gaudí arreu del món. pic.twitter.com/qNo00rntfF

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