¿Las escuelas garantizan el derecho a la enseñanza religiosa en Cataluña?

Lucia Montobbio –CR Los meses de febrero y marzo son tiempos de jornadas de puertas abiertas en escuelas e institutos. Las familias estudian con detenimiento los programas educativos y la oferta curricular del centro. Entre las características que se analizan antes de inscribir a los hijos e hijas, en uno u otro lugar, se encuentra la cuestión de la enseñanza religiosa.

A menudo, se piensa que la escuela pública debe ser laica. Más de una vez ha resonado el lema: "Escuela pública: laica, catalana y coeducadora". Aún así, por ahora, la escuela en Cataluña es aconfesional, pero no laica. A menudo, también se cree que la mayoría de escuelas concertadas imparten religión católica, dadas las comunidades religiosas que las fundaron, y que en parte, las sostienen.

Pero lo cierto es que si se recibe financiación pública, sea total o sea parcial, y con la ley en la mano, el centro educativo debe dar la posibilidad de estudiar religión católica, religión judía, religión evangélica o religión islámica. Ahora bien, ¿todas las escuelas e institutos públicos o concertados facilitan el conocimiento de esta opción? Y, ¿todas las familias que querrían estudiar alguna de estas cuatro religiones son conscientes de este derecho y lo reclaman? Al respecto, ¿qué responden las escuelas, las familias, las comunidades religiosas, los sindicatos de profesores de religión y el Departamento de Enseñanza?

La hoja para solicitar enseñanza religiosa

En principio, todas las escuelas e institutos concertados o públicos deberían facilitar una hoja de solicitud a las familias que matriculen a sus hijos e hijas en su centro. Esto es así porque la enseñanza religiosa es un derecho sostenido por varias leyes: la Constitución de 1978, los acuerdos de cooperación de 1992 o la ley orgánica de educación de 2013.

Precisamente esta información se ha recordado este mes en el boletín del Consejo Evangélico de Cataluña. “La asignatura de religión evangélica es confesional, pero está al servicio de toda la sociedad, puesto que es respetuoso con las demás creencias. En caso de que las hojas de solicitud no ofrezcan esta opción, le rogamos que nos lo comunique para poder intervenir. Recuerde que en las escuelas públicas debe ofrecerse la religión evangélica, así como otras confesiones, en todos los centros”, afirman en la comunicación.

¿Qué dicen las escuelas?

Elisenda Camí , directora de la escuela pública Pit Roig (Horta Guinardó) y miembro de la comunidad evangélica Belén de Barcelona, ​​afirma que aunque es cierto que existe un formulario de solicitud para educación religiosa, en su experiencia, rara vez se pide.

"A lo largo de mi gestión como directora, sólo una familia ha consultado sobre la posibilidad de recibir educación religiosa en la escuela, creo que este ámbito cada vez más se delega en el círculo familiar, y la mayoría de las familias optan por instituciones educativas concertadas, o privadas, que sí ofrecen esta opción, como la escuela Urgell", afirma Camí. ¿Y si fuera el caso de que la familia no se pudiera permitir el coste de estas escuelas?: "Entonces, con frecuencia, acuden a la formación que se imparte en su centro de culto”.

Josep A. Álvarez, director de la escuela Urgell de Barcelona, ​​lo confirma: “Nosotros somos una escuela concertada y hacemos religión evangélica, de hecho, la mayoría de las familias que vienen a la escuela lo hacen por una cuestión ideológica, pero estas familias es importante la religión y agradecen todo el trabajo que se realiza en ese sentido”. Sin embargo, en la escuela adventista Urgell sí facilitan la hoja de preinscripción del Consorcio Educativo de Barcelona, ​​y las familias pueden pedir cualquiera de las religiones reconocidas: judía, evangélica, católica o islámica. "Pero hoy en día, todos nuestros alumnos cursan religión evangélica", contabiliza Álvarez.

Antje Grambow, profesora de religión en el Colegio Alemán de Esplugues de Llobregat (centro privado), explica que la religión que se imparte en este centro sigue el modelo que cada vez más se da en las escuelas públicas alemanas. “Sea creyente o no, el alumno debe escoger entre estudiar ética o religión ecuménica, es una formación más bien historia, cultural, que nos ayuda a entender el porqué de nuestro presente”, dice.

Las comunidades religiosas como lugar formativo preferente

Grambow también es pastora en la Iglesia Alemana en Barcelona. Por eso, puede observar, que al tocar cuestiones que afectan más a la espiritualidad y la fe, las familias confían en el acompañamiento y servicio de los centros de culto. También lo ve en el caso de otras tradiciones religiosas, fuera de la protestante: “En Cataluña, la religión se aborda o se percibe de forma diferente que en Alemania, y quizá sea porque cada país tiene su historia, pero hay una tendencia a pensar que la religión en su globalidad, ya sea su dimensión tradicional, cultural, o espiritual, debería quedarse en el ámbito privado”. Ciertamente, vemos ejemplos de esto mismo tanto en la comunidad judía como en la musulmana.

Desde la Comunidad Israelita de Barcelona CIB.CAT y desde la Comunidad ATID, explican que las familias optan por enviar a sus hijos e hijas a la escuela privada Hatikva. “Aquí es donde los padres y madres prefieren inscribir a los niños para que estudien religión judía, y si no, asistirán a la sinagoga donde contarán con la Talmud Torá donde se estudia el judaísmo”, describe Irene Muzás, rabina de la comunidad ATID.

Ferran Piñeiro, miembro del sindicato de profesores de religión JUNTS-SDRC, y profesor de religión en Institut Lluís Vives y Fort Pius (ambos en Barcelona), describe que hay familias que a pesar de conocer su derecho a solicitar religión, no lo hacen porque prefieren acudir a sus comunidades. Ejemplifica: “Conozco a jóvenes musulmanes que optan por formarse y trabajar su dimensión religiosa y espiritual en las mezquitas". El motivo es que, dentro de su religión, hay "varias ramas, en el caso de la musulmana sunís y chiítas, pero también hay varias formas de hacer, de celebrar según el país de origen y no acaban de ver cómo un mismo profesor de religión islámica puede abrazar toda esta rica diversidad que tiene la comunidad en Cataluña”.

Mohamed Halhou l, secretario general de la asociación cultural religiosa Asociación Consejo Islámico Cultural de Cataluña, declara: “Ya llevamos cinco años desde que empezó la prueba piloto en religión islámica, y estar contentos con los indicadores, la petición en las escuelas es visiblemente inferior al número de familias musulmanas que tienen hijos en edad de escolarización". "Igualmente, estamos concentrados en el reto de poder formar a profesores y profesoras que puedan impartir religión islámica y con el nivel que corresponde en lengua catalana”, asegura. También confirma que muchas familias acuden a las mezquitas para trabajar su fe y formarse en las fiestas y cultos propias de la religión islámica. Pero, “eso, no puede sustituir a la materia de enseñanza religiosa, debe ser complementaria”.

Familias solicitantes

35 padres y madres, de la comunidad cristiana católica del Casal Loiola, escogidos al azar, responden negativamente a la pregunta de si han recibido la hoja de solicitud para estudiar una religión u otra. Algunos matricularán a sus niños en escuelas públicas, otros en escuelas en concertadas, otros en privadas, pero ninguna ha visto esta hoja en el momento de realizar las preinscripciones o las inscripciones.

Esta muestra, mínima y anecdótica de familias barcelonesas, confirma la preocupación que se deduce del boletín del Consejo Evangélico de Cataluña. “La gran mayoría de las escuelas no entregan la hoja informativa donde se abre esta posibilidad a las familias que lo deseen, no se informa que si hay demanda de estudiar religión judía, católica, evangélica o islámica, la escuela ha de procurar a un profesor o profesora, buscar un aula, y albergar las clases dentro del horario lectivo” explica Josep Maria Martínez, director del Consejo Evangélico de Cataluña (CEC).

No existe un número exacto de familias solicitantes para que la demanda se traduzca a realidad. Pero "8 o 10 familias solicitantes podría ser un número orientativo", dice Martínez. Además, no será un número que corresponda a un curso concreto. Puede ser un número que mezcle diferentes cursos. “Pongamos por caso, si hay 8 0 10 familias que piden que su hijo o hija estudie religión evangélica, y éstos van a segundo, tercero y cuarto de primaria, pues igualmente debería hacerse”, observa el director del enseñanza religiosa evangélica en el CEC.

Sin embargo, Piñeiro apunta que si bien es cierto que solicitar el estudio de estas religiones amparadas por la ley sea un derecho, y que la hoja de solicitud existe, también lo es que no está explicitado en lugar de que las escuelas hayan de entregar este formulario por defecto.

¿Qué dicen los sindicatos?

Piñeiro lo tiene claro: “Los sindicatos no tenemos capacidad negociadora en este campo, es una cuestión que toca más bien a las familias, a las escuelas, a las comunidades religiosas, pero sí a menudo hacemos dos reflexiones básicas al respecto”. Reflexiones que consideran la educación integral de los niños y las condiciones contractuales para cualquier profesor de religión.

La primera idea que defienden desde JUNTS-SDRC, como profesorado de religión, es que debe preverse el derecho, que todo el alumnado tiene, a recibir una formación integral, que no descuide ninguna de sus dimensiones fundamentales.

En este sentido, la dimensión religiosa es una de ellas. “Por tanto, creemos que debería asegurarse, no el derecho de las familias a poder escoger la religión de su hijo o hija, sino más bien el derecho de los estudiantes, de los niños y niñas, de los chicos y chicas, poder tener una formación integral, de calidad, sin segregaciones”, asegura Piñeiro.

En el ámbito laboral, desde JUNTS-SDRC se defiende que si legalmente existe esta posibilidad de que sean las familias las que opten por la formación religiosa o no, debe asegurarse de que la contratación de los docentes de estas cuatro religiones tengan los mismos derechos. "Que la matrícula dependa de la opcionalidad de las familias, no debe implicar unas condiciones laborales negativas para el docente", concluye Piñeiro.

Estadísticas del Departamento de Enseñanza

Según las estadísticas publicadas durante el curso 2022 - 2023 por el Departamento de Enseñanza, en total había 132.691 alumnos en Cataluña que estudiaban religión católica (de los cuales 94.532 en la escuela privada -con o sin concierto- y 38.159 en la escuela pública) , 134 religión judía (de los cuales 133 en escuela privada – con o sin concierto - y 1 en la escuela púbica), 419 religión evangélica (150 en escuela privada – con o sin concierto - y 269 en escuela pública), 227 religión islámica (96 en escuela privada - con o sin concierto - y 131 en la escuela pública) en los cursos de Educación Primaria. En total, durante el pasado curso hubo 915.006 alumnos matriculados en Educación Primaria.

Si observamos la Educación Secundaria, durante el curso pasado, en Cataluña, en total hubo 96.437 que estudiaron religión católica (de los cuales 76.626 en escuela privada –con o sin concierto- y 19.811 en la escuela pública) , 65 que van estudiar religión judía (todos en la escuela privada), 195 religión evangélica (115 en la escuela privada – con o sin concierto - y 80 en la escuela pública), 209 religión islámica (todos en la escuela pública) en los cursos de Educación Secundaria. En total, durante el curso 2022-2023 hubo 689.130 alumnos matriculados en Educación Secundaria.

Al preguntar cuál es su opinión sobre la enseñanza religión en las escuelas, o sobre si la hoja de solicitud para estudiar religión católica, judía, evangélica o islámica debería ser facilitada siempre por las escuelas antes de la matriculación, el Departamento de Enseñanza no se ha pronunciado. Por el momento.

La cuestión de la educación religiosa en Cataluña plantea retos en términos de equidad, acceso y diversidad educativa, requiriendo una reflexión continuada y acciones concertadas por parte de las instituciones educativas, las comunidades religiosas y las autoridades pertinentes.