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Por Lluís Serra Llansana .
En Gerasa

En el libro de los salmos aparece esta plegaria: «Enséñanos a contar nuestros días para adquirir la sabiduría del corazón» (90,12). El salmista indica que un medio para adquirir la sabiduría del corazón es aprender a contar nuestros días. Debe ser ésta una tarea muy importante para que tenga una consecuencia tan vital para las personas. De manera algo simplista, sabiduría se vincula al mundo mental y se relaciona con las ideas. Corazón, con el mundo emocional y se relaciona con los sentimientos. Podría tener una cierta equivalencia con la aportación de Daniel Goleman en su libro Inteligencia emocional. La visión bíblica va más allá, mucho más allá de un contenido meramente psicológico. El corazón, desde esta óptica, es la puerta del ser y de la esencia de la persona, donde reside la conciencia, donde se toman las decisiones existenciales, donde se guarda la memoria vital, donde se mantiene el diálogo más íntimo con Dios y donde brota con fuerza el manantial del amor.

Contar nuestros días nos permite descubrir la fugacidad de la vida y el contraste con la eternidad. El mismo salmo 90 nos recuerda que «mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche». La sabiduría del corazón no es acumular años -un año más-, sino vivir conscientes el regalo del tiempo -un año nuevo-. No es solo «cronos» -tiempo lineal-, sino sobre todo «kairós» -el tiempo como oportunidad de vida, tejida con los hilos de la verdad, el amor y la libertad-. De nada sirve un año nuevo si no te haces nuevo cada año. La novedad, vivida a fondo y con discernimiento, aporta contenido a la sabiduría del corazón. Quien la posee distingue entre lo esencial y lo accesorio. Sabe tomar las decisiones sin dejarse impresionar por los avatares del tiempo. Atesorar años no es el objetivo que busca, sino vivirlos con un sentido profundo. Un minuto de consciencia tiene más valor que un año de irrelevancia. No se trata de la visión capitalista del tiempo como productividad, sino de la contemplación mística del tiempo como amor. Entonces, podrás poner en práctica las palabras del profeta Natán al rey David: «Anda, haz todo lo que te dicta el corazón, porque el Señor está contigo». (2Sa7,2).

¡Feliz AÑO 2023!

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