Blanquerna, “por a-mor”

La Orquesta Sinfónica del Vallés dirigida por Edmon Colomer, el tenor Ferran Mitjans, y la interpretación conjunta del Cor Bruckner, el Cor de Cambra de Granollers - Amics de la Unió, el Cor Jove Amics de la Unió i la Coral Càrmin, protagonizaron el estreno de la Cantanta. A la masa coral se sumó el Coro Blanquerna con docentes, personal y alumnos de los centros universitarios de Blanquerna. Y todos los asistentes a la celebración, que en cuatro momentos de la Cantanta se añaden al corazón reiterando el texto del beato Ramon Llull. Y repitiendo cuatro veces el núcleo del mensaje: “por a-mor”.

El presidente de la Fundación Blanquera, Josep Maria Carbonell, justificó el acto y el encargo musical a Bernat Vivancos en las palabras de bienvenida. Es “nuestra contribución a la cultura espiritual de nuestro país, para dejar huella” y una forma de “reivindicar el vínculo inseparable entre la universidad y la cultura”. Carbonell insistió en la necesidad de superar "el fraccionamiento del conocimiento y su hiperespecialización que nos ha hecho perder el rumbo de la esencia misma de la universidad y de su contribución a la cultura".

El cardenal Juan José Omella también pronunció unas palabras iniciales y remarcó que los centros docentes como Blanquerna existen para garantizar una formación “como un proyecto integrado e integrador, con espíritu crítico y abierto al mundo”. Definió a Blanquerna como “una obra que nace del corazón y de la voluntad de servir a la sociedad” y remarcó la necesidad de que “su identidad cristiana no se pierda”. Finalmente alabó el acierto de “hacer hablar la música” porque “hace vivir lo sutil”.

El concierto tuvo dos previas en la Cantata. La obra de Vivancos Aeternam, que pareció un estreno en el marco espiritual de la Sagrada Familia. Y un concierto para órgano de Francis Poulenc como contrapunto introductorio.

El estreno del Cántico de amigo e Amado se benefició de ser la segunda obra que compone Vivancos para ser interpretada en la Basílica de la Sagrada Familia. En 2012 fue una obra coral en el marco del Atrio de los Gentiles, con más de 600 voces y que fue la primera obra musical estrenada en templo y con los corazones en los laterales superiores como había imaginado Antoni Gaudí. En otras ocasiones también se han interpretado obras de Vivancos en la basílica.

Todo esto favoreció el viernes un injerto definitivo de la obra musical de Vivancos con la arquitectura de Gaudí. Una música gaudiniana. El texto de Cantata es una selección de doce versículos del Libro de amigo e Amado, que contiene el de Ramon Llull. El diálogo entre el amigo (Blanquerna) y el Amado (Dios) se va escurriendo helicoidalmente entre los nervios de las columnas que se elevan en forma de bosque en el interior de la basílica. Una obra contemporánea pero con espíritu claramente mediterráneo y con diversos efectos como los pájaros o el canto con el público que logró la implicación de los 2.000 asistentes.

El acto contó con una amplia presencia institucional. Asistieron el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, el consejero de Salud, el consejero de Universidades Joaquim Nadal y el arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, Joan-Enric Vives. También había representados de las universidades catalanas, y del mundo político y cultural. Una de las autoridades presentes al final del acto felicitó al compositor y le dijo que “no ha sido un concierto, ha sido una experiencia”.

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En el descanso del acto los + de 2000 asistentes han ensayado la vuelta del 'Cántico de Amigo e Amado' para poder hacerla todos.