Jordi Llisterri -CR Colores de primavera en la Sagrada Familia. Este sábado por la mañana el templo de Gaudí ha acogido la ordenación del nuevo obispo auxiliar de Barcelona, David Abadías. Le han acompañado quince obispos, casi 250 curas y fieles principalmente de Barcelona y del obispado de Terrassa. La Sagrada Familia les ha mostrado toda su luminosidad con los colores que entraban por las vidrieras de la basílica. Una celebración diocesana por un obispo auxiliar que proviene del mismo obispado en el que nació hace 49 años.
La celebración la ha cerrado el nuevo obispo con un breve discurso para agradecer a toda la gente que le ha apoyado durante su trayectoria pastoral: “Vosotros sois el regalo de Dios”. Como ha remarcado, "soy lo que soy gracias a la fuerza de Dios y a todos los que estáis aquí".
Aludiendo a su lema episcopal, "Soy un siervo del Evangelio", ha expresado la voluntad de "poner todo lo que tengo al servicio del prójimo y del Evangelio". También ha dejado un espacio para la ironía recordando a los alumnos del Ateneo Universitario Sant Pacià que "ha sufrido y sobrevivido mis clases".
El cardenal Joan Josep Omella ha presidido la celebración con el cardenal Lluís Martínez Sistach y quienes han sido los dos últimos obispos de Abadias en Terrassa, el actual arzobispo de Sevilla, Josep Àngel Sáiz, y Salvador Cristau. Una vez ordenado, se ha acercado a los fieles para bendecirlos acompañado de los obispos auxiliares Sergi Gordo y Javier Vilanova. Los tres formarán a partir de ahora el equipo de obispos auxiliares del cardenal Omella. El obispo auxiliar Toni Vadell, fallecido hace un año, también ha sido recordado en la celebración.
“Querido David, no olvides que llevar la cruz colgada en el pecho es fácil; es más complicado llevar la cruz de cada día y hacer nuestras las cruces de los hermanos”, se lo ha dicho el arzobispo de Barcelona en la homilía, antes de ponerse la cruz pectoral. Omella ha destacado que el episcopado es un servicio: “Jesús nos recuerda a lo largo de toda la vida pública que Él ha venido no a ser servido, sino a servir. Como nos recuerda el papa Francisco varias veces, el verdadero poder es servicio”.
En las dos horas de celebración, se ha seguido el ritual de ordenación episcopal que se remonta a los inicios del cristianismo. El interrogatorio al candidato, la exposición y lectura del nombramiento pontificio, la oración con el libro del Evangelio, la imposición de las manos de los obispos concelebrantes y finalmente la entrega de las insignias episcopales: el báculo y la mitra. Finalizada la ordenación, un momento simpático ha sido cuando el cardenal Omella ha hablado del obispado de Sant Cugat y después de Sant Feliu en lugar del de Terrassa. Cuando se ha dado cuenta del error ha hecho reír a los asistentes diciendo que las dos diócesis "son hijas de Barcelona y las amamos de la misma manera".
Al término de la celebración los fieles han podido saludar y felicitar al nuevo obispo. Entre los representantes civiles ha asistido el cuarto teniente de alcalde de Barcelona, Albert Batlle, el director general de Asuntos Religiosos, Carles Armengol, el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, y el rector de la Universidad Ramon Llull, Josep Rom.
El nombramiento de David Abadías se conoció el pasado 14 de febrero. Hasta entonces era arcipreste y párroco en Mollet del Vallès y profesor de la Facultad Antoni Gaudí de Historia, Arqueología y Artes Cristianas, de la que fue decano. Formado en el seminario de Barcelona, fue ordenado en 1998. Siempre ha compaginado la vida académica con el servicio pastoral en parroquias del Vallès y en 2004, cuando se dividió el arzobispado de Barcelona, pasó a formar parte del clero del obispado de Terraza. Ahora ha vuelto a casa, su diócesis de origen.
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