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Catalunya Religió
Talla Mercè Restaurada
Talla Mercè Restaurada | Fotografia: Arquebisbat de Barcelona.

VÍCTOR RODRÍGUEZ –CR A pocos días de su festividad, la talla de la Virgen de la Merced (Mercè) espera para ser venerada por los fieles después de una restauración tan necesaria como ansiada. Durante los nueve meses que ha durado la restauración, la Basílica de la Merced de Barcelona ha mostrado en su camarín una réplica de la patrona de Barcelona, ​​obra de Josep Barbero. El proceso, que ha corrido a cargo del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña, situado en Sant Cugat del Vallès, ha sido posible gracias al Arzobispado de Barcelona, ​​que ha sufragado la parte principal, y a la colaboración de la Generalitat de Cataluña junto con las aportaciones económicas de los fieles.

En noviembre de 2021 la imagen fue trasladada al Centro de Bienes Muebles ante la necesidad de someterla a un proceso de restauración y embellecimiento. Una vez en Sant Cugat, en primer lugar, se realizó un estudio para captar el estado de la imagen y proceder así a su restauración.

SE HA DESCUBIERTO QUE LA IMAGEN TENÍA HASTA CUATRO CAPAS DE POLICROMÍA CORRESPONDIENTES A LAS RESTAURACIONES EFECTUADAS EN VARIOS MOMENTOS HISTÓRICOS

Fruto del estudio se descubrió que la imagen tenía hasta cuatro capas de policromía correspondientes a las restauraciones efectuadas en varios momentos históricos. Por este motivo, uno de los fines ha sido devolver al color original. En palabras del párroco, el mercedario Fermín Delgado: “El resultado ha sido de un brillo y de un tono muy conseguido gracias al ingente trabajo de las restauradoras Beatriz Montobbio y Claustre Augé”. Según se tiene noticia, las dos últimas intervenciones sobre la imagen de la Virgen de la Merced fueron en 1939, justo terminada la Guerra Civil, y de 1989.

Libre de complementos y con el camarín restaurado

Otro de los objetivos de la restauración de este año ha sido el de librar la imagen de todos aquellos complementos, como claves y herramientas, que ahora no tenían ninguna función específica, pero que a lo largo de los siglos se habían ido colocando. Por su festividad, la imagen recuperará la corona y el cetro pero no las joyas, como los colgantes, a fin de no estropear la imagen, dado que este tipo de complementos rayan y estropean las imágenes con muy poco movimiento.

Tal y como explica el párroco, la basílica también ha recogido fondos para restaurar y mejorar el lugar donde se venera la imagen: el camarín. Las mejoras, que se están realizando por fases, supondrán que la imagen pueda rotar automáticamente para ser contemplada también desde atrás. Asimismo, se mejorará la iluminación y la seguridad, al tiempo que se instalará un nuevo baldaquino de plata. Con todas estas intervenciones se conseguirá una mayor dignidad y, al mismo tiempo, se preservará mejor la talla, evitando actos vandálicos y consiguiendo una mejor ventilación.

Sábado de lucimiento

La imagen original, atribuida a Pere Moragues, se colocará en el camarín el viernes por la noche para que el sábado se pueda venerar durante todas las misas que se llevarán a cabo a lo largo del día. En la misa mayor de las 10:30 h será bendecida por el cardenal Arzobispo de Barcelona Joan Josep Omella, en una misa concelebrada con otros obispos como Salvador Cristau, de Terrassa, y Agustí Cortés, de Sant Feliu de Llobregat, y los obispos auxiliares de Barcelona Sergi Gordo y Javier Vilanova.

Después de estos nueve meses de cautiverio en Sant Cugat, la “Princesa de Barcelona” espera la visita de todos los ciudadanos, tal y como lo explica el párroco: “Invito a todos los barceloneses a venir a ver a la Virgen de la Merced, que siempre escucha a todo el mundo, sean más o menos creyentes”.

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