(Glòria Barrete –CR) Situaciones de exclusión social ya enquistadas. Y que vienen de lejos. Ésta es la realidad que Cáritas Cataluña, con presencia en las diez diócesis del territorio, constata, trabaja y denuncia en la presentación de la Memoria 2021 que ha tenido lugar este jueves en Vic. Una exclusión social que se inicia con la gran crisis económica del año 2008, que continúa con la crisis de los refugiados sirios en 2015, que aumenta con la pandemia de la Covid-19 del año 2020 y que se enquista con la crisis humanitaria de Ucrania y la inflación que vivimos actualmente.
Una realidad social que Cáritas Cataluña constata "como una vulneración constante de los derechos básicos sociales" y que ha hecho aumentar en un 12% más los hogares acompañados en 2021, llegando a los casi siete mil hogares atendidos. Algo que supone 241.864 personas beneficiarias, y un gasto total destinado de 46,8 millones de euros, de los que el 78% ha servido por acción social directa.
Trabajadores pobres
Caye Gómez, representante del Grupo de Trabajo de Análisis Social de Cáritas Catalunya, ha explicado que se han atendido a más mujeres que hombres. Alerta de que el informe FOESSA presentado en febrero ya manifestaba una "femenización de la pobreza", y cada vez más personas jóvenes, puesto que "1 de cada 3 personas atendidas es menor de 30 años".
Gómez ha afirmado que siguen siendo mayoritarias las familias atendidas con niños y adolescentes a cargo, destacando un 17% de familias monoparentales. Remarcan desde Cáritas también que, de los hogares atendidos, el 43% se encuentra en viviendas no dignas.
El 61% de las personas atendidas por Cáritas Cataluña en 2021 está en situación de paro. Pero impresiona ver que 1 de cada 5 personas que han acompañado desde la entidad de Iglesia tenían trabajo, "reflejo de una precariedad que no sirve para acceder a derechos básicos". Se habla ya con normalidad de trabajadores pobres, "el concepto de precariedad".
Tres problemáticas transversales
Anna Roig, representante de la Comisión de Comunicación de Cáritas Catalunya y moderadora del acto, ha alertado sobre tres problemáticas transversales que hacen que las personas en exclusión a cada crisis se queden siempre por debajo. Roig ha denunciado que "2 millones 260 mil personas se encuentran en exclusión social en Cataluña, lo que representa un 29% de la población catalana".
La vivienda, la precariedad laboral y la brecha digital son tres de las problemáticas socialmente ya enquistadas. También destacan la baja cobertura de ambas políticas sociales a nivel de renta económicas, como son el ingreso mínimo estatal y la renta garantizada de Catalunña. "Ayudas que no están llegando a la gente, llegan a muy poca gente".
Francesc Roig, presidente de Cáritas Cataluña, ha sido el encargado de relatar seis propuestas que desde Cáritas Cataluña hacen para revertir esta situación social tan compleja y dura. Se pide la creación de un verdadero parque público de alquiler; armonizar el ingreso mínimo vital estatal y la renta garantizada de ciudadanía catalana; es necesario un plan de formación ocupacional orientado a las necesidades actuales, un sistema fiscal que redistribuya más justamente la riqueza; un plan de choque contra el paro de los jóvenes, y políticas de apoyo a las familias.
"¿Hemos aprendido algo?", se ha cuestionado Roig. "¿Volverá a ser todo igual para las personas vulnerables?".
Ver al otro como hermano
Romà Casanova, obispo de Vic y presidente de Cáritas Diocesana de Vic, ha explicado cómo la Iglesia mira la realidad de crisis continúa y lo hace desde "la fraternidad y no sólo constatando la realidad". Y es que ha reconocido que a través de la Memoria presentada este jueves se constata que las personas que llegan a Cáritas "están más deterioradas, son más vulnerables y viven más situaciones límite".
La situación actual es grave, ha afirmado, "casi como en el hundimiento del Titanic, y debemos evitar ser la orquesta que sigue tocando y hay que salvarse del naufragio trabajando todos juntos, viendo al otro como hermano".
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