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Catalunya Religió

(Xavier Memba –CR) En un año, por el puente de la Purísima de 2022, L'Hospitalet de Llobregat acogerá el IV Congreso Protestante de Cataluña. Hemos hablado con el pastor Joan Martínez Balaguer, que desde el 2 de octubre es el nuevo presidente del Consejo Evangélico de Cataluña (CEC). Con la 42 Asamblea General de esta entidad se abrió el 12º Ciclo Administrativo y la asamblea eligió a Martínez Balaguer, integrante de la candidatura que se presentó a la reelección. Sustituye en el cargo a Benjamín Planes quien ejerció esta responsabilidad durante veinticinco años –en el último tiempo de forma honoraria– hasta su muerte, el 13 de abril de este año.

Joan Martínez nos ha concedido una entrevista para saber un poco más sobre su recorrido personal, su vinculación con el CEC y la labor que espera poder realizar desde su nueva responsabilidad como presidente.

Martínez Balaguer está casado con Sara Martínez, con quien tienen cuatro hijos adoptados y 4 nietos. Nació en La Pobla de Segur, en la demarcación de Lleida, pero cuando tenía dos años sus padres se trasladaron a Barcelona. A los quince años, después de una crisis espiritual que le llevó a explorar otras religiones, quedó impactado por el mensaje del evangelio. Según recuerda, "conocí el evangelio porque mi madre empezó a asistir a una iglesia evangélica que estaba apenas empezando en el número 256 de la calle Lepant en Barcelona". Enseguida se implicó en la vida de aquella comunidad y, con el paso de los años, fue desarrollando diferentes tareas que le llevaron desde el departamento de jóvenes, pasando por el secretariado, la tesorería, el consejo pastoral, hasta acabar siendo reconocido como pastor.

¿Qué es el Consejo Evangélico de Cataluña?

El CEC es una institución pionera en el ámbito de Estado para reunir a la Comunidad Protestante no sólo en su relación institucional, sino también en la proyección pública de nuestra fe. Ocupa un espacio estratégico en el seno del protestantismo en Cataluña y, como tal, es una ayuda imprescindible en la tarea de reunir a las distintas familias evangélicas. Nos permite una representación institucional y canaliza todas aquellas tareas de testimonio y servicio que sólo podemos realizar si vamos juntos.

En tiempos de desafección frente a organismos y estructuras institucionales, ¿cuál es la importancia de tener una institución como el CEC?

Desde un punto de vista espiritual, el Consejo Evangélico de Cataluña es la respuesta bíblica a la oración de Jesús cuando demanda la unidad de la Iglesia para que nuestro testimonio sea creíble en el mundo actual. Desde el punto de vista social, si el mundo que nos rodea nos da ejemplo de la necesidad de unirse para conseguir sus objetivos, la Iglesia debe ser promotora de su propia unidad, no una unidad [necesariamente] orgánica, sino una unidad en la acción de testimonio y servicio.

¿Qué función y bien aporta el CEC a la Iglesia?

Tal y como he apuntado, el principal valor del Consejo es la obediencia a la Palabra de Dios siguiendo las instrucciones de la oración de Jesús. Es desde este fundamento que se desarrollan los diferentes ministerios entre los que cabe destacar: la defensa de los derechos humanos y de la libertad religiosa, la defensa de los centros de culto, la enseñanza de la religión evangélica, el ministerio evangélico en las prisiones, la pastoral hospitalaria, mujeres con ministerio, el programa 'Néixer de Nou' en TV3, las caminatas de oración, el impulso de la labor de testimonio, el trabajo entre la gente joven, el Centro de Estudios Joan Vallès, la participación en el diálogo interreligioso y, por no extender, Dignidad, que es la red de servicios sociales de la Iglesia Protestante.

¿De qué forma específica contribuye el CEC al diálogo interreligioso?

El CEC fue promotor y pertenece como miembro estable del Grupo de Trabajo Estable de Religiones (GTER). Actualmente, ocupa la presidencia de esta organización. El objetivo de este Consejo, entre otros, es trabajar por el bien de la sociedad y el de sus comunidades en todos aquellos aspectos comunes en tanto que tradiciones religiosas. La secretaría del GTER es la encargada de llevar la coordinación, secretaría y portavoz del Consejo Interreligioso. Como CEC aportamos nuestra visión bíblica en todos los temas que tratamos, en lo referente a los problemas sociales, morales, éticos y religiosos.

¿Qué significa para usted ser el presidente del CEC?

Para mí es un honor ser presidente del CEC porque me permite continuar la labor de quienes me han precedido en el servicio no sólo a la comunidad protestante, sino desde la comunidad protestante al resto de la sociedad catalana. Mi tarea principal como presidente es la de formar equipo con el secretario general en todas aquellas cuestiones en las que sea requerido.

Como sucesor de Benjamí Planes, ¿qué recuerdo o palabras le vienen a la mente de su figura?

De Benjamí Planes querría destacar su perseverancia, fortaleza y trabajo bajo la dictadura franquista. Quería mucho a Cataluña y quería comunicar el evangelio a todos los catalanes desde la cultura catalana. Fue un gran emprendedor hasta el último de sus días.

En el pasado se han llevado a cabo muchas iniciativas en favor de la lengua, como el Nuevo Testamento, la Biblia Catalana, programas de radio y televisión y publicaciones varias. ¿Cuál es la visión y plan de acción actual?

Efectivamente, el Consell ha sido y sigue siendo un gran impulsor de la lengua y la cultura catalana. Seguramente la prueba más visible es el programa 'Néixer de Nou' el segundo en audiencia en su franja horaria de todas las televisiones que se emiten en ese momento. Últimamente, estamos contribuyendo a difundir 'El Nuevo Testamento Dramatizado en Catalán' no sólo desde el propio programa de televisión, sino también desde la propia página web del Consejo.

¿Qué iniciativas actuales del CEC le animan más y en cuáles prevé o le gustaría ver más implicación por parte de las iglesias y, especialmente, de la juventud?

En un mundo dominado por las redes sociales, sería bueno poder contar con más jóvenes animados en este ámbito del testimonio de la Iglesia. Sin embargo, lo más importante es continuar, tal y como ya se está haciendo, dando oportunidades a la gente joven a prepararse mejor no sólo para vivir una fe más auténtica, sino para proclamar el evangelio de Jesús y extender las buenas nuevas para saturar Cataluña con el evangelio de Jesús. Esto es lo que más anima a nuestra gente y será, de hecho, el lema del IV Congreso Protestante de Cataluña que el CEC ha convocado los días 6-8 de diciembre de 2022 en Hospitalet de Llobregat.

¿Qué lecciones nos ha dejado la Covid-19?

Durante este tiempo hemos enfatizado que como Iglesia debemos ser muy obedientes con las autoridades sanitarias cumpliendo sus normas. Hemos aprendido a utilizar las nuevas tecnologías para mantener la relación entre nosotros, pero también hemos aprendido que podemos hacerlo aún mejor para contribuir a difundir el evangelio de Jesús.

¿Hacia dónde debería ir ahora el CEC para seguir siendo relevante en la Cataluña del siglo XXI?

Debemos seguir siendo un referente tanto para nuestras iglesias como para el resto de la sociedad. Y esto debemos hacerlo desde la humildad, el respeto y la unidad con todo el pueblo de Dios. No podemos conformarnos, al contrario, debemos mejorar en todos los aspectos que nos ayuden a conseguir este fin incorporando nuevos proyectos que nos abran las puertas del futuro, tal como puede ser el IV Congreso Protestante de Cataluña.

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