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Catalunya Religió

(Glòria Barrete –CR)La Fundación Escuela Cristiana de Cataluña, junto con el Institut Borja de Bioètica - URL, ofrece del 5 al 7 de julio una formación para formadores sobre identidad de género en la escuela. Una propuesta formativa que nace de una necesidad social de que las escuelas se encuentran en su día a día y que en el caso de las escuelas cristianas puede comportar entrar en conflcito con los valores de la propia escuela, los valores de la familia del niño o los valores que se proponen en el protocolo del Departamento de Educación sobre el tema.

Eva Aguiló es la responsable pedagógica de la FECC y una de las formadoras del curso. Aguiló afirma que el protocolo existente en el Departamento de Educación pide una aplicación de los pasos "enseguida", y a veces las escuelas si valoran a la persona y todo lo que le rodea "se encuentran ciertas contradicciones". La formación nace de la voluntad de la FECC "de buscar algo que pudiera adecuarse como escuela cristiana ante esta situación".

Ahora, la formación que proponen en julio no implica, en ningún caso, ningún nuevo protocolo ni ninguna directriz concreta al respecto. "La acogida, el acercamiento a la persona de forma respetuosa, eso no lo vamos a perder nunca", recuerda Aguiló. "Este es un hecho primordial en todas las escuelas cristianas frente a cualquier persona con la situación de género que tenga", reconoce. No quita, sin embargo, que cuando uno ve el protocolo del Departamento pueda pensar "que es muy frío, muy aséptico".

La formación de la FECC quiere revertir esta "tecnicidad y frialdad" sobre el tema y "exponer otras miradas". Por eso el programa de la formación tiene una mirada médica, una mirada antropológica y ética, y una mirada filosófica y cristiana. "Siempre acompañaremos y respetaremos cualquier situación y acompañaremos tanto al alumno, como a la familia, al grupo clase y al profesorado", explica. Sin embargo, quieren tener toda la información posible al respecto, "para que a la hora de tomar decisiones podamos saber con cierto criterio cómo lo hacemos".

Para ello cuentan con formadores de diversas áreas como David Lorenzo, Doctor en Humanidades y Ciencias Sociales y profesor en la Escuela de Enfermería San Juan de Dios; con Francesc Torralba, quien dirige la Cátedra Ethos de ética aplicada a la URL; Margarita Bofarull, licenciada en Medicina y Teología, miembro de la Pontificia Academia por la Vida y presidenta del Instituto Borja de Bioética-URL, y Eva Aguiló, responsable del área pedagógica de la FECC.

La formación está orientada a formadores. Cada escuela tiene su realidad. "No es una formación que dé una pauta mágica o un protocolo propio, porque no". Saliendo de esta formación cada escuela tendrá que ver cómo aterrizar esto en el aula y con qué mirada. "Hay que preguntarse cosas como si es necesario hacer una tutoría para promover que cada uno piense qué identidad de género tiene o es. O ¿trabajamos de otra manera?", recuerda. Siempre, insiste, "poniendo por delante, que siempre respetaremos y acompañaremos a la persona ante la situación que tenga, la que sea. Y hacen falta herramientas para hacer esto".

Y a pesar de la escuela tiene que ser receptora y gestora de muchas situaciones sociales cambiantes, Aguiló reflexiona sobre que en la escuela, en muchos temas, se le da una fuerza o responsabilidad que quizás no tendría que tener por ella misma. "Que si las vacunas, que si lo flúor, que si la fruta, o la leche... una serie de cosas que parece que tengan que pasar por la escuela cuando quizás habría que promoverlo o gestionarlo desde otras ámbitos". Con este tema también. "Lo que tenemos que hacer como escuela es estar ahí, siempre, acompañar y aceptar. A partir de aquí, como escuela, qué trabajamos, cómo lo trabajamos, cómo lo vemos, cuanto más información tengamos y cuantas más miradas sobre un tema, más rico y de ayuda será".

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