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El Papa a la celebració final del Sínode de l'Amazònia l'any 2019 | Vatican News.

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¿Qué ha cambiado en los diez años del papa Francisco?

JOSEP GORDI –CR Una de las dinámicas que ha cambiado en la Iglesia desde el inicio del pontificado de Francisco es la incorporación de los retos ambientales en la comunidad católica. Y uno de los primeros pasos es la publicación, el 18 de junio de 2015, de la encíclica Loado sede o Laudato Si' . Tal y como comenta Francesc Torralba en el artículo Espiritualidad ecológica, desde su publicación ha desvelado numerosas opiniones. La mayoría de comentaristas y glosadores, católicos y no católicos, han subrayado la oportunidad del tono y el contenido de la encíclica. Por ejemplo, el biólogo Ramon Folch, claramente no católico, la calificó de “encíclica ecologista” que convertía la cuestión ambiental en un tema moral.

Grandes pensadores e instituciones han estado de acuerdo en calificar que la situación ambiental del planeta sigue empeorando y que tiene como causa de fondo el hecho de que el paradigma tecnocrático es el que rige las decisiones de muchos mandatarios políticos y económicos. Ante la emergencia que vivimos, el Papa propone volver a seguir los postulados de san Francisco de Asís que nos habla del planeta como de “nuestra casa”, como la hermana o madre tierra. El papa Francisco reclama, dando voz fraternal al planeta: “Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios le ha puesto. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla”. Tal y como afirma Jordi Pigem en Àngels i robots, debemos sentirnos llamados espiritualmente a despertar nuestra conciencia social y ecológica para poder hacer frente al reto que tenemos ante nosotros.

PARA EL PAPA, LA CRISIS ECOLÓGICA "ES UNA MANIFESTACIÓN EXTERNA DE LA CRISIS ÉTICA, CULTURAL Y ESPIRITUAL"

La encíclica presenta todas las evidencias del estado del planeta y se alinea con los principales informes de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales sobre la emergencia climática que vivimos. Para conseguir revertir la realidad ambiental actual, nos invita a volver al camino de la interioridad.

¿Qué es la interioridad? De forma llana es lo que hay en nuestro interior y que nos diferencia de los objetos. Según la encíclica, todos tenemos: "La capacidad de reflexión, la argumentación, la creatividad, la interpretación, la elaboración artística y otras capacidades inéditas que muestran una singularidad que trasciende el ámbito físico y biológico". ¿Por qué promover el camino interior? Sencillamente porque: "la crisis ecológica es una eclosión o una manifestación externa de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad".

Recuperar la paz interior nos puede permitir volver a ver el mundo como un lugar lleno de hechizo, de maravilla y vínculos fraternales no sólo entre las personas sino también con el resto de seres vivos y los astros que nos rodean e iluminan, como el hermano solo y la hermana luna.

No podemos cuidar la casa común y revertir la emergencia que vivimos si no dejamos de contemplar el mundo sólo como un simple almacén de recursos destinados a la manipulación, la producción y el consumo. Para conseguir este cambio interior es necesario luchar contra el paradigma materialista y tecnocrático y, al mismo tiempo, contra el individualismo egocéntrico. No olvidemos que todas las tradiciones religiosas orientan a la persona a conocer cuál es su papel o función en el cosmos. Para hacer realidad todos estos deseos no sólo hace falta mirar con otros ojos al mundo que nos rodea sino también tomar decisiones personales en el camino de la ecología integral, es decir, de nuestro estilo de vida.

EL PAPA RECALCA QUE ACTUAR CONTRA LA TIERRA Y LA GENTE QUE LO HABITA ES ACTUAR CONTRA LA CREACIÓN

El papa Francisco ha expresado en más de una ocasión que la problemática ambiental y la social no pueden separarse. En los territorios en los que viven comunidades indígenas esta afirmación tiene una gran relevancia. Tanto en su visita a la Amazonia como en el Sínodo que se realizó con todos representados eclesiásticos de esta tierra y que generó la exhortación apostólica Querida Amazonia, quedó claro que la defensa de la tierra y de sus valores ambientales no se puede desligar del derecho de las poblaciones que viven a continuar con sus tradiciones y forma de vivir. Con Querida Amazonia, Francisco hace una primera y relevante afirmación: "el indisociable vínculo entre la ecología natural y la humana". Es decir, que todo está conectado y que no se puede hablar de conservación de la biodiversidad sin tener presente que muchos territorios están habitados, desde tiempos ancestrales, por pueblos indígenas que han amado y custodiado, cuidadosamente, sus hábitats hasta el actualidad. Esta asociación es imprescindible para entender el equilibrio que ha existido a lo largo de siglos en la selva amazónica. Estropear los hábitats –las aguas, el subsuelo o los bosques– o actuar sobre las tribus indígenas, es romper una armonía que es resultado de vivir el entorno como si fuera la misma madre que acoge, alimenta y enseña y, por tanto, sintiendo parte de la unidad.

El Papa recalca que actuar contra la tierra y la gente que la habita es actuar contra la creación y, a la vez, contra el equilibrio planetario. En consecuencia, defender la naturaleza y los pueblos indígenas amazónicos es algo que nos interpela a todos. Para ello, el texto propone definir un sistema normativo internacional que establezca límites infranqueables para las empresas y los gobiernos.

Es muy interesante la incorporación del concepto contemplación que aparece en la exhortación Estimada Amazonia: “Aprendiendo de los pueblos originarios podemos contemplar la Amazonía y no sólo analizarla, para reconocer el precioso misterio que nos supera”. También la llamada, que hace el Papa, para que despertemos el sentido contemplativo que Dios puso dentro de nosotros y cómo el uso de esta actitud puede favorecer la comunión con el entorno.

Muchos pensadores e instituciones celebraron la publicación de la Encíclica Laudato Si' como Manos Unidas que expresó que compartía la denuncia y los retos que presentaba. Dentro de la Iglesia católica han surgido diferentes iniciativas para promover el mensaje de la encíclica, como las escuelas Laudato Si', la Semana Laudato Si' o el movimiento Ecoparroquias que, entre otros objetivos, quiere promover la espiritualidad eco-social a partir de su incorporación a la liturgia, a la oración, a los itinerarios contemplativos en la naturaleza.

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