La fiesta de Santa Eulalia en una exposición

Víctor Rodríguez –CR “Es santa Eulalia que llora” dicen los barceloneses cuando llueve por las fiestas de la Mercè. Quizás santa Eulalia no llore tanto porque con el paso de los años se ha ido acostumbrando, pero probablemente también porque hay un reducto ingente de barceloneses que afortunadamente no lo han olvidado ni han querido hacerlo. Este año, la fiesta mayor de invierno de la ciudad, que tiene lugar alrededor del 12 de febrero, es recordada en una singular exposición que hasta el 3 de marzo ocupará el salón de actos de la Casa de los Entremeses, y que ha sido inaugurada esta semana.

En la exposición 'En febrero, Santa Eulàlia' se muestran los programas y carteles de buena parte de las ediciones de la fiesta que se han sucedido desde 1983, cuando la celebración empezó a tomar un nuevo empujón gracias a entidades gigantes de Ciutat Vella, que salieron en pasacalle un 12 de febrero, iniciando así a la recuperación en las calles de una fiesta que había ido descendiendo inexorablemente.

Lo recuerda bien Xavier C ordomí, uno de los impulsores de la recuperación: "Aquel año, cuando salimos con los gigantes caía aguanieve, y por la tarde nevó. Era el 12 de febrero de 1983, un sábado. Por la tarde nevó como el día de la muerte de santa Eulalia, que crucificada desnuda, la nieve le tapó el cuerpo".

La exposición recoge objetos, carteles, programas de la fiesta, así como libros y un documental-entrevista a sus impulsores, entre otros objetos y publicaciones. Comisariada por Montserrat Garrich, Agnès Bartolomé y Laura Anton, la exposición puede visitarse libremente y de forma gratuita. La visita permite a los barceloneses adentrarse a los más de 40 años de este empuje renovado que hace que cada mes de febrero la ciudad condal recuerde a su copatrona con el orgullo barcelonés que le aporta su cultura más genuina inundando las calles.

La fiesta mayor de invierno de la ciudad es una realidad también gracias a un conjunto de entidades de cultura popular de Ciutat Vella, que cobijadas en la activa Casa de los Entremeses, hacen posible una auténtica celebración barcelonesa, y por tanto genuinamente catalana con el apoyo del Ayuntamiento.

El requesón y la visita a las Clarisas de Pedralbes

Cada 12 de febrero, el consistorio barcelonés cumple el voto de visitar la comunidad de clarisas de Pedralbes, visita que las monjas corresponden con una cata al refectorio del famoso Mató hecho con una receta que las abadesas de este cenobio se han ido transmitiendo sucesivamente. El lunes se celebrarán los actos religiosos principales, se podrá visitar la cripta de santa Eulalia en la Catedral de Barcelona, ​​se realizará la misa a las 19:15 h. Las fiestas acabarán con un baile de sardanas a las 18:30 h en la plaza de Sant Jaume con la copla Sant Jordi - Ciudad de Barcelona y el pasacalle de Les Laies, las gigantes de Ciutat Vella.

La capilla, situada en la calle de la Baixada de Santa Eulàlia, luce desde hace días engalanada a la espera de los fieles que se acerquen. Y quien se acerque al claustro de la Catedral, hará bien en saludar a los 13 gansos. El número que nos recuerda todo el año la tierna edad de la muerte de aquella joven sarrianense que se convertiría en patrona de la ciudad, Eulalia.