Nueva concentración de mujeres creyentes para reclamar “ser protagonistas en la Iglesia”

Alcem la Veu El próximo domingo 3 de marzo a las 12 horas, Alcem la Veu, el colectivo de mujeres creyentes y feministas de Cataluña, volverá a concentrarse frente a la Catedral de Barcelona para demostrar que "toman la iniciativa en la construcción de una Iglesia más fraterna". El colectivo quiere reclamar dejar de ser "espectadoras" y ser "protagonistas" y aseguran que "no nos conformamos con los roles que la religión nos ha asignado".

Bajo el lema 'Ya no nos alimentan muelles, compartimos el pan entero', en el acto, Alcem la Veu hará un llamamiento a vivir ya como comunidad de iguales con la metáfora del pan compartido por manos de mujeres . "Cuidar la alimentación de la familia, de la comunidad, ha sido siempre una tarea asumida por las mujeres y, por tanto, también se pueden encargar de ello cuando se trata de compartir el alimento espiritual", asegura el colectivo.

Una voz que llega al Vaticano

Durante 2022 y 2023, mujeres de todo el mundo organizaron un sínodo paralelo al del Vaticano, bajo el paraguas del Catholic Women's Council (CWC). En este sínodo, las mujeres pidieron “una Iglesia pobre que vuelva a Jesús y al Evangelio, y donde las mujeres actúen en plena igualdad y sin discriminación alguna por razón de sexo o de orientación sexual”. También, "han urgido a la reforma de los órganos de participación para que de consultivos pasen a ser decisorios y una necesaria renovación de la teología, a través de la incorporación de la teología feminista".

El pasado mes de octubre, una representación de Alcem la Veu y la Revuelta, viajó hasta Roma y con otras mujeres del CWC, procedentes de los cinco continentes, se reunieron con tres de las 81 mujeres participantes por primera vez en la historia con voz y voto en un Sínodo. La religiosa japonesa Filo Hirota, la hermana iraquí Carolina Jarjis y Helena Jeppesen-Spuler, laica delegada de Suiza compartieron sus experiencias como mujeres y dialogaron con las participantes sobre equidad, liderazgo y ministerio de las mujeres y sobre la necesidad de poner fin a la violencia contra las mujeres en la Iglesia.

En ese sentido, el colectivo reivindica la importancia de sus movilizaciones. "En poco tiempo en la Iglesia se han visto cambios importantes como el hito histórico de mujeres votando por primera vez en un sínodo", dicen. De hecho, el lema de Alcem la Veu de hace dos años, 'Las mujeres en la Iglesia con voz y voto', resultó premonitorio.

Además, también se ha el papa Francisco reunirse con mujeres, nombrarlas en cargos de responsabilidad al más alto nivel en la estructura eclesial, pedir su desmasculinización e incluso convocar a tres mujeres y una obispa protestante en participar en el Consejo de Cardenales. Sin embargo, todavía se encuentran al inicio de un camino que será largo porque "la cultura machista en la iglesia tiene una tradición de siglos".

Contra los abusos dentro y fuera de la Iglesia

Ante los abusos, Alcem la Veu y la Revuelta, ha jugado un papel activo de condena y denuncia contra estas agresiones a mujeres adultas de Iglesia que, además, han sido relegadas, silenciadas, invisibilizadas y cuestionadas.

Como cada año, el pasado 25 de noviembre, día de la erradicación de la violencia contra las mujeres, Alcem la Veu volvió a convocar una oración en la Iglesia de Santa Ana de Barcelona y después se sumó a la manifestación feminista general.

Una presencia en todo el Estado

Esta marea feminista que nació en el 2020, toma el nombre Alcem la Veu en los territorios de habla catalana; y en muchas otras ciudades el movimiento se llama Revuelta de Mujeres en la Iglesia. Los actos reivindicativos de Alcem la Veu y de la Revuelta de Mujeres se llevarán a cabo en 25 ciudades de todo el Estado: Alicante, Badajoz, Barcelona, ​​Bilbo, Burgos, Cabra, Ciudadela, Córdoba, Donosti-San Sebastián, Granada, Huelva, Las Palmas de Gran Canaria, Logroño, Madrid, Málaga, Oviedo, Pamplona, ​​Salamanca, Santander, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Vitoria-Gasteiz, Vigo y Zaragoza.

En un proceso imparable, en 2020 estuvieron presentes en 5 ciudades, en 2022 ya eran 19 y en 2024 ya son 25. Referentes unas de otras aseguran que “experimentan un aliento común y los frutos que produce la inteligencia colectiva y la sonoridad”, respetando sus idiosincrasias y aprendiendo mutuamente. "Las mujeres feministas creyentes compartimos nuestra experiencia de fe en Jesús, su proyecto de vida y nuestro compromiso con la Iglesia y el mundo por llamar, hasta que la igualdad se haga costumbre en la Iglesia", reclaman. La coordinación estatal también quiere visibilizar la diversidad de movimientos, lenguas y características propias de cada colectivo creyente. Por eso se propone una coordinación entre iguales que comparte proyectos y recursos, más que un movimiento piramidal que dicta directrices.