(Jordi Llisterri-CR) El papa Francisco, en la Evangelii Gaudium habla de una "cultura inédita que late y se elabora en la ciudad" y de la necesidad de "imaginar espacios de oración y de comunión con características nuevas, más atractivas y significativas para los habitantes urbanos ". Esto es lo que se quiere hacer en la Iglesia de Santa Madrona del barrio del Poble Sec de Barcelona.
Este viernes, en el centro cívico del barrio, se presentó el proyecto de reforma de este gran templo, que mantendrà sus funciones de culto pero a la vez se convertirá en un espacio multifuncional. Feligreses y vecinos llenaron la sala para saber que se está haciendo en Santa Madrona.
Este otoño se terminará la nueva primera etapa de las reformas y se reabrirá el templo. El rector de Santa Madrona, Joan Catà, explicó los trabajos que se ha hecho de consolidación para poder reabrir el templo, cerrado en 2013 después de unos desprendimientos. Esta necesaria reforma, llevó a replantear los usos del templo. Joan Cabot, arcipreste del Poble Sec y también arquitecto, lo presentó como la oportunidad de "poner al día la Iglesia de Santa Madrona", como un espacio moderno, sobrio, cálido y tecnológico. En un contexto muy diferente a el que llevó a construir la iglesia conocida como la "Catedral del Poble Sec", se trata de "hacer entrar la parroquia en los espacios que utilizan las entidades del barrio", en "un espacio muy grande que no dispone el barrio pero que hasta ahora sólo tenía una función".
Los arquitectos Eloi Aran, Giuseppe Giacalone y Maria del Mar Viladot, autores del proyecto, expusieron como se ha repensado este espacio, con la "imaginación" que pide Francisco. El cambio principal es la construcción de una tarima de madera que ocupará toda la nave del edificio, con un separador móvil que permitirá delimitar el espacio para diversas actividades. También se incorporan elementos tecnológicos que permitan celebrar todo tipo de actos, reuniones, exposiciones... en la nave. El módulo móvil también permite delimitar un espacio de encuentro o de café posterior a las celebraciones en el mismo recinto pero separado del presbiterio. Más adelante, una intervenció importante se hará en la entrada con un nuevo vestíbulo y un acceso a la capilla que hay junto a la puerta para que pueda estar abierta durante el día y porque desde la calle sea visible el espacio de oración.
"El objetivo es conseguir que sea una plaza en medio de la ciudad", explicó Aran, una nueva utilidad a un espacio de casi 1.000 metros cuadrados pero que mantenga los espacios devocionales como las capillas laterales, o litúrgicos como la centralidad del presbiterio y la capilla del Santísimo. "Es la primera vez que se hace esto" dijo Aran, y su funcionamiento debe permitir descubrir si "se puede aplicar a otros lugares". Para Giacalone el proyecto se ha planteado pensando el porqué "estos espacios tienen poco atractivo para los jóvenes ".
A pesar de la novedad, el proyecto fue bien acogido por los asistentes. Es una novedad que se integra en la dinámica de colaboración de las cuatro parroquias del barrio que desde hace años trabajan con un equipo de sacerdotes conjunto.
"Ya tengo ganas de verlo", decía una feligrésa en terminar. Entre los primeros actos que acogerá el recinto en otoño está previsto hacer una celebración del quinto aniversario de CatalunyaReligió.
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