La Moreneta blanca en el Vaticano

Manuel Manonelles –CR Seguimos esta serie de artículos sobre la presencia montserratina en todo el mundo con la que, seguramente, es una de las imágenes más desconocidas de la Virgen de Montserrat a pesar de encontrarse, paradójicamente, en el Vaticano y estar al servicio y uso directo del pontífice.

¿Y cómo es que un hecho como éste, es decir, que una imagen de la patrona de Cataluña utilizada habitualmente en ceremonias pontificias en la basílica de San Pedro, es tan desconocida en nuestro país? Pues básicamente por el hecho de que si bien se trata de una imagen de la Virgen de Montserrat, concretamente del siglo XVIII, el origen de ésta no está en Cataluña, sino en Brasil. Puede chocar, pero es así.

Esta talla fue un regalo del presidente de Brasil João Goulart a Pablo VI con motivo de su entronización en el verano de 1963. Incluso hemos localizado una fotografía del momento de su entrega. La hizo el propio presidente Goulart a altos cargos de la curia vaticana en una comida de gala en la embajada brasileña cerca de la Santa Sede, en julio de ese año.

Seguramente, sorprende la advocación de Montserrat viniendo del país que hemos comentado, pero, como veremos en futuras entregas, Brasil cuenta desde el siglo XVI con un número significativo de iglesias y capillas dedicadas a la morenita. Incluso es la patrona de varias ciudades de ese país. Eso sí, con otra particularidad y es que en la mayoría de los casos la Virgen de Montserrat en Brasil es... blanca.

Y de nuevo, ¿cómo puede que nuestra patrona morena no lo sea al otro lado del Atlántico? Pues bien, el motivo principal sería el hecho de que cuando esta devoción llegó en ese país, sobre todo de la mano de Francisco de Sousa (gran devoto de la Virgen de Montserrat y gobernador general de Brasil de 1591 a 1602), la nuestra patrona todavía era vista y representada por todas partes como blanca.

¿Una percepción errónea?

Los conocedores de la temática ya hace tiempo que concluyeron que inicialmente la imagen original de la virgen de Montserrat tenía el rostro claro (como lo valida la iconografía que tenemos de la misma hasta mediados del siglo XVII). Con el tiempo, y seguramente a causa del humo de tantos cirios ardiendo delante de ella durante siglos, la cara y las manos de la virgen y el niño se habrían oscurecido. Eso sí, tan lentamente que este proceso se habría ido dando de forma progresiva e imperceptible de generación en generación. Bien entrado el siglo XVIII, cuando se restauró la imagen original en el monasterio de Montserrat, los responsables de esta tarea lo hicieron asumiendo la percepción que ya había en aquellos momentos -desde hacía un siglo- y que era que la imagen era negra;

En cualquier caso, desde 1963 el Vaticano cuenta con una Madona de Montserrat. Habiendo sido un regalo directo al Papa, esta imagen se asignó a la oficina de las ceremonias litúrgicas pontificias, que dispone de varias imágenes para utilizar en misas y otros actos litúrgicos que celebra el Papa. Así, es habitual ver al papa Francisco, como también lo era con Benedicto XVI y sus predecesores, celebrar misa en la basílica o en la plaza de Sant Pere bajo la presencia de la Virgen de Montserrat. De hecho, la misa inaugural del papa Francisco se hizo con la presencia de esa imagen. Eso sí, una Virgen de Montserrat blanca y originaria de Brasil.