1. Vandalismo en algunas calles de Barcelona. Ha ocurrido una semana después del Congreso Internacional de Pastoral de las Grandes Ciudades celebrado en la capital catalana. Casualidad, però que demuestra la necesidad de este congreso.
2. Las grandes ciudades del mundo tienen problemas específicos y otros similares. De "desafíos de las culturas urbanas" habla el Papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii gaudium. Tiene experiencia personal. Como Jorge Bergoglio, fue arzobispo de otra gran ciudad, Buenos Aires. Explica:"La ciudad produce una especie de permanente ambivalencia porque ofrece a sus ciudadanos infinitas posibilidades y, al mismo tiempo, también aparecen numerosas dificultades para el pleno desarrollo de la vida de muchos. Esta contradicción provoca sufrimientos lacerantes".
3. Una contradicción se vive en la barriada barcelonesa de Sants. Entidades católicas del barrio, como se ha informado en este portal, hacen un llamamiento al diálogo en el conflicto encendido tras el desalojo y derribo del edificio ocupado de Can Vies, critican aspectos de la gestión municipal y condenan la violencia. Esta es una postura con el sentido común que no tiene un artículo del sociólogo Manuel Castells, que fue uno de los ponentes del Congreso Internacional de Pastoral de las Grandes Ciudades .
4. Muchos ciudadanos, jóvenes o no, pueden decir: "Si yo fuera un enmascarado que quema contenedores y rompe cristales de comercios y bancos estaría contento con el artículo de Castells". El sociólogo, duro con el alcalde de Barcelona, se refiere a la violencia diciendo que "este desalojo es una provocación" y hablando de "brutalidad institucional" y de "protesta que, convenientemente preparada con violencia policial, termina en enfrentamientos y destrucción en la calle". Ni una palabra crítica hacia los enmascarados y compañía. Ni una. A pesar de que los portavoces de Can Vies a la pregunta de si condenan la violencia en la calle contestan: "No te sabríamos qué decir, no lo hemos hablado en el colectivo". Aunque los grupos provocadores de disturbios llevaban cócteles molotov, balas explosivas, lanzaderas de llaves y walkie-walkie para organizarse. Pese a que el portavoz de Can Vies, que se hace llamar Pau Guerra, está imputado desde hace meses por el acoso al Parlament.
5. Quien se expresa con palabras de compromiso humano y cristiano en las grandes ciudades es el papa Francisco. Escribe en su exhortación: "La vida humana que propone el Evangelio es el mejor remedio para los males urbanos , aunque tengamos que advertir que un programa o un estilo uniforme e inflexible de evangelización no son aptos para esta realidad. Pero vivir a fondo lo humano e introducirse en el corazón de los desafíos como fermento testimonial, en cualquier cultura, en cualquier ciudad , mejora el cristiano y fecunda la ciudad" .
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