( Fundación Claret ) Sociedad, Creencia y Pensamiento es el ciclo sobre humanismo y nuevas tecnologías que organizan La Salle y el Instituto de Tecnología en la Sala Pere Casaldàliga de la librería Claret de Barcelona. El ciclo se inició este septiembre . En este vídeo podéis ver un resumen de la sesión del 16 de febrero sobre "Tecnología y Fe. La dificultad de la transcendencia en la sociedad tecnológica »
Participaron Pere Lluís Font, filósofo catalán, vicepresidente del Patronato fundación Joan Maragall, Josep Maria Esquirol, filósofo y profesor de la Universidad de Barcelona y Francesc Grané, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación Blanquerna-URL.
El próximo 17 de mayo se hará una nueva sesión sobre "Tecnología y educación. Nuevos modelos de aprendizaje" donde intervendrán Luis Vicente, párroco promotor de la Universidad Abierta La Salle y José Antonio Marina, filósofo y pedagogo.
Pere Lluís Font comenzó su intervención diferenciando entre técnica, aplicación de la ciencia para resolver problemas prácticos de la vida humana, y tecnología, que supone un mayor afinamiento científico de carácter instrumental. Pero en la práctica la tecnología opera como un medio o sistema con una dinámica autónoma y propia. El reto es devolverle ese aspecto instrumental al servicio de la vida humana, para ayudarnos descubrir el amor, la confianza, la bondad, la belleza y toda otra cualidad espiritual, el sentimiento de misterio, la contingencia y el sentido de la vida humana. También afirmó que la ciencia y la tecnología desacralizan el mundo, ya que cada vez más hacen aparecer la naturaleza como menos misteriosa y transparente, a la vez que dió valor a la cultura humanística.
Josep M. Esquirol hizo ver que si de la tecnología actualmente se afirma que es medio, un mundo, un ámbito, habrá que ver cuáles son las características que tiene y ver sobre todo si ya se puede tratar más como ámbito que como instrumento. De hecho actualmente ya se habla de tecnociencia, como unidad de técnica y tecnología, incluso a nivel metafísico. Si afirmamos eso, ya no podemos hablar de ponerla a nuestro servicio, ya que como mundo nos rodea y nosotros formamos parte de él.
Francesc Grané comenzó su aportación observando que si hacemos la experiencia de contemplar qué es la tecnología en el día a día, veremos que está presente en todos los ámbitos donde nos movemos: el trabajo, en la calle, en la escuela, la familia, e influye de manera decisiva en la educación de nuestros hijos e hijas. La tecnología nos ha creado un útero donde lo tenemos todo; es omnisciente, creando un mundo cerrado que nos aleja de la realidad. ¿Cómo encaja la fe en este útero? La fe aporta elementos del mundo exterior y real para romper el narcisismo de este mundo cerrado. La fe tiene que decir que, fuera de este mundo egoísta y narcisista, existe la alteridad y hay que hacerla emerger. Hay que encontrar el lenguaje para identificar y mostrar la originalidad del mensaje cristiano que está también en este mundo.
