(Arzobispado de Barcelona) La editorial Claret vuelve a reeditar la mítica encíclica Pacem in Terris del Papa Juan XXIII, con motivo del 50 aniversario de su muerte, que cuenta con el prólogo del obispo auxiliar de Barcelona, Sebastià Taltavull.
(Bernabé Dalmau-CR) Si Pacem in Terris va dirigida a los "hombres de buena voluntad", la conclusión viene a ser como una recomendación sobre "los cristianos en la vida pública". Es una anticipación de la posición que adoptará el Concilio al hablar sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, en su último documento promulgado.
(Bernabé Dalmau-CR) Ya puede parecer arriesgado que un papa consagre una parte de una encíclica a exponer su concepción de la organización superestatal del mundo. Se ve sostenido por el progresivo magisterio de sus predecesores, particularmente de Pío XII. En este caso, no es innovador, pero la continuidad de una doctrina también confirma el acierto. La indiscutible globalización o mundialización de nuestros días era descrita, hace cincuenta años, en términos de interdependencia entre los comunidades políticas, o de socialización.
(Bernabé Dalmau-CR) Esta tercera parte de la Pacem in Terris trata especialmente del respeto de la personalidad colectiva de los grupos sociales constituidos en comunidades políticas. Los cuatro valores sociales esenciales (verdad, justicia, amor y libertad), que nos van acompañando a lo largo de la encíclica, en esta parte son presentados como centros de interés.
(Bernabé Dalmau-CR) Aquí la Pacem in Terris parte del principio de que la convivencia humana exige la autoridad. El tema de su origen y de su valor tiene larga trayectoria, desde el Nuevo Testamento y los Padres de la Iglesia hasta los tratadistas escolásticos y de la época moderna. Que es necesaria una autoridad y que en sí tiene un origen divino parece fuera de discusión.
(Bernabé Dalmau-CR) El que es sujeto del derecho, le corresponde también el deber de ejercerlo y de obtenerlo. Y en los otros, el deber correlativo de reconocerlo y de respetarlo. Es el orden propuesto por la Pacem in Terris.
(Bernabé Dalmau-CR) La Pacem in Terris explica como cualquier planteamiento debe partir de la realidad de la persona humana, que es sujeto de derechos y de deberes; ambos son universales, inviolables, inalienables. La fe añade un plus: el de la dignidad de hijos de Dios.
(Bernabé Dalmau-CR) Este preámbulo de la Pacem in Terris describe la paz como respeto al orden establecido por Dios, primero en el universo y luego en los seres humanos. La dignidad de la naturaleza y de las personas humanas, con los progresos científicos que éstas hacen, muestra la grandeza del Dios creador. Hay, pues, un orden físico y un orden moral, llamados a reflejar mutuamente su grandeza. Pero desgraciadamente muestran una pugna estridente entre los seres humanos y entre los pueblos.
