Semana Santa. Experiencia de humanidad y de espíritu

1. Los hombres y las mujeres que aspiran a ser cristianos pueden vivir una experiencia de humanidad y de espíritu durante la Semana Santa. Pueden experimentar con especial intensidad la condición humana según el Espíritu de Jesús .

2. Los episodios de Semana Santa muestran que Jesús es el hombre para los demás. Vive entregado a los demás. Vive con y para el pueblo. Hace gestos a favor de partir, repartir y compartir pan y vino en la última cena. Sufre las consecuencias de los enfrentamientos con las autoridades religiosas y civiles. Es traicionado por uno de los suyos. Es negado por los suyos. Se detenido por el poder establecido, juzgado, condenado a muerte, torturado, crucificado.

3. Jesús lo vive perdonando: "Padre perdónalos porque no saben lo que hacen". Lo vive dando esperanza: "Hoy estarás conmigo en el paraíso". Lo vive dudando: "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?". Jesús muere entregando su espíritu: "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu". A quién o a qué libra su espíritu? ¿A la nada? ¿Al absurdo? ¿Al Dios misterioso y misericordioso con esperanza, convicción y confianza?

4. ¡El Espíritu de Jesús!. El Génesis también habla del Espíritu ya al principio del tiempo. "Al principio (...) el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas". "Dios formó al hombre con polvo de la tierra. Le infundió el aliento de vida, y el hombre se convirtió en un ser vivo". Los Evangelios, se interprete como se interprete el episodio, hablan del Espíritu en la concepción de Jesús. También relatan que Jesús, al final, transmite el Espíritu a los suyos. "Todos quedaron llenos del Espíritu Santo". El Espíritu atraviesa los milenios lejanos y los días próximos, el cosmos inmenso y la intimidad de los hombres y de las mujeres, la vida y la muerte.

5. El Espíritu de Jesús no es sólo un recuerdo, o un acontecimiento del pasado, o una mera representación teatral. El Espíritu del Dios de Jesús está presente en el mundo y en los seres humanos del siglo XXI. Los cristianos intentan vivir aquí y ahora su humanidad según el Espíritu. La Semana Santa es una propuesta dirigida a todos. A creyentes, agnósticos, hombres y mujeres de buena voluntad. La Semana Santa es una propuesta para reflexionar y orar para vivir la condición humana según el Espíritu de Jesús. Vivir y morir. Con esperanza.