Pujol entre la justícia i la venganza

1. Mosén Josep M. Ballarin, viejo amigo de Jordi Pujol y Pasqual Maragall, confiesa: "Jordi. He dicho la misa por ti, que te sea ayuda. Para los amigos que flaquean, que les sea vergüenza. Para los fariseos, que Dios los tumbe".

2. ¡Escándalo por parte de quienes quizás no sabrían explicar qué es una misa o la celebración de la santa cena! El teólogo protestante Gerd Theissen lo relata: "La santa cena anuncia renovación de la comunidad a pesar de traición y pecado. La fracción de un pan y beber de un cáliz es signo visible de una comunidad invisible en la noche de la traición total. Esta noche dura hasta el fin del mundo y abarca a todos los hombres, ricos y pobres, de cerca y de lejos, justos y pecadores”.

3. Terremoto Jordi Pujol. ¿Justicia? ¿Venganza? ¿Compasión? ¿Hipocresía?

4. Justicia, sí. Siempre. Para todos. En los ámbitos cívico, eclesial y político. Libera la realidad y las conciencias. Sin aforos constitucionales.

5. Venganza, no. Nunca. Para nadie. La persona vengativa se destruye a sí misma y rompe la convivencia. No es propia de una ética auténticamente humana. No es un valor que forme parte del bagaje de la oferta cristiana. Jesús no tiene la más mínima sed de venganza en su vida, en su pensamiento, en su actitud, en su mensaje. Nada de venganza a pesar de que Jesús fue perseguido, injustamente, por los grandes sacerdotes de su pueblo y por las fuerzas romanas de ocupación.

6. ¿Compasión? ¿Por qué no? Depende de la sensibilidad y de las convicciones de cada uno. Un lema del papa Francisco es "Miserando te eligendo" (compadecerse y escogiendo). Francisco quiere ser hombre de la misericordia divina en un mundo donde la compasión está siendo reemplazada por ideologías que desvirtúan o rechazan la justicia misericordiosa que es una de las principales características atribuidas al Dios cristiano que es el amor. Es aquello tan difícil, sublime, radical, ¿utópico?, de amar a los enemigos.

7. Hipocresía, no. ¿Quién puede tirar la primera piedra? Los dirigentes de los grandes partidos españoles, PP y PSOE, llenos de corrupción, no. José María Aznar, no. Ha engañado gravemente al pueblo con las inexistentes armas de destrucción masiva y promovió una guerra. No ha hecho ninguna confesión. Felipe González ha dejado en la oscuridad el caso turbio de los GAL. Tampoco ha hecho ninguna confesión. ¿Y la familia real? Navega entre el caso Urdangarin y los aforados que hacen que todo el mundo no sea igual ante la justicia.

8. Justicia, sí. Venganza, no. Compasión, ¿por qué no?. Hipocresía, no. Estos elementos configuran una propuesta cristiana aplicable al caso Pujol y a todos los casos.