1. El cardenal Antonio Cañizares es un legionario español. Así es este personaje eclesiástico y político según sus propias declaraciones y actuaciones.
2. Cañizares, siendo arzobispo de Toledo, decidió celebrar su primera misa como cardenal, el 27 de marzo de 2006, en la Iglesia Mater Ecclesiae, del seminario de los Legionarios de Cristo en Roma. Esta congregación estaba entonces de moda y tenía influencia en círculos políticos y eclesiásticos del ultra catolicismo. Su fundador, Marcial Maciel Degollado, era venerado en vida en estos ambientes y no se quería ver lo que muchos decían sobre su pederastia y desenfrenos sexuales y económicos. Maciel (1920) murió completamente desacreditado el 30 de enero de 2008, sólo 22 meses después de que Cañizares celebrase su primera misa cardenalicia en el seminario romano de los Legionarios. Una decisión que pone en duda el supuesto olfato pastoral del cardenal español que predica la unidad de España como valor moral .
3. El cardenal Cañizares "representa de manera nítida el nacionalismo españolista y es quien con mayor énfasis insiste en la unidad de España como bien moral", según Jaume Botey Vallés, teólogo de Cristianismo y Justicia. Un libro grueso puede ser escrito sobre este mensaje político "predicado" por Cañizares en sus discursos desde el púlpito y en sus artículos en "La Razón". Botey, en el informe "Iglesia católica y los nacionalismos en España", pone, por ejemplo, en boca del cardenal Cañizares: "Con la aparición del protestantismo, la España del siglo XVI será el gran modelo de fidelidad a la Iglesia en su lucha contra la herejía. Sin la unidad de los pueblos de España, estas grandes empresas no hubieran sido posibles. La derrota del Islam en Lepanto fue posible porque España era una unidad política. Por eso la España unida se hace acreedora del título de nación elegida para ser la espada y el brazo de Dios" .
4. ¡Libera nos Domine!. Buen papa Francisco, escucha el pueblo de Catalunya, católicos o no, nación paciente y pacífica, de milenarias raíces cristianes.
5. El problema no es, como piensan algunos, si Cañizares habla catalán o si lo aprenderá con clases intensivas en un monasterio. El problema de fondo es de concepción eclesial y también de cultura cívica .
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