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Catalunya Religió

(Jordi Llisterri - CR) "Ciudades y pueblos de la Cataluña siempre abierta, siempre cálida y siempre acogedora. Ojalá todo el mundo se sienta y se considere arraigado en Cataluña, para que cada uno pueda dar lo mejor de sí mismo". Es la petición que hizo Teresa Losada durante la recepción del II Memorial Cassià Just después de casi cincuenta años dedicados a la inmigración magrebí presente en Cataluña.

La Fundadora de Bay al-Thaqafa agradeció el premio concedido por la Generalitat con un llamamiento al "encuentro con el otro" y la denuncia de la "fractura longitudinal que origina la perversa división entre pobres y ricos". Para Teresa Losada, religiosa Franciscana Misionera de María, "el sentido de la vida humana no se orienta hacia la acumulación de riquezas, sino hacia la justicia y la fraternidad".

En este vídeo se puede ver un resumen del acto celebrado el 21 de marzo en el Palau de la Generalitat en el que la dominica Lucía Caram glosó la figura de la premiada, "profeta de la integración, mujer de corazón universal". También intervino el presidente del consejo asesor para la Diversidad Religiosa, Francesc Torralba, hablando de Cassià M. Just, el abad de Montserrat que da nombre al Memorial, "profético, que subrayaba más lo que nos une que lo que nos separa". El director general de Asuntos Religiosos, Xavier Puigdollers, leyó el acta del Jurado y la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, cerró el acto pidiendo "construir una sociedad con diálogo".

Entre otras personalidades, al acto asistieron el presidente de la Comisión Ejecutiva del Patronat de la Muntanya de Montserrat, Joan Rigol, el presidente de la Unió de Religiosos de Catalunya, el claretiano Màxim Muñoz, y otros provinciales, representantes de la comunidad musulmana y de distintas confesiones cristianas, y los anteriores directores generales de Afers Religiosos, Montserrat Coll y Jordi López Camps.

Aquí se puede ver el vídeo del acto entero y abajo leer la intervención integra de Teresa Losada.

Intervención de Teresa Losada en la Entrega del II Memorial Cassià M. Just.

Palau de la Generalitat de Catalunya. Barcelona

En primer lugar, quiero expresar mi sincero agradecimiento al jurado del Memorial Cassià Just, una persona que supo encarnar perfectamente el respeto a la diversidad, en el marco de una sociedad moderna, justa y democrática. El año pasado se galardonó al cardenal Carlo Maria Martini. Cassià Just y Carlo Martini, dos personas para mí emblemáticas, dos referentes, empapados de vivencias profundas y significativas de fe, abiertos a una dimensión universal, como la de Jesús, que han sabido construir puentes entre diferentes sensibilidades, condiciones, talantes, ideologías y religiones. Hoy lo recibo yo, muy alejada de su gran nivel, pero un premio se concede gratuitamente y gratuitamente se recibe.

En nombre de Bayt al-Thaqafa y de todos los hombres y mujeres vinculados a nuestra entidad, les agradecemos profundamente esta distinción. Sin duda, la pluralidad cultural está anunciando una nueva civilización y se convierte en una aportación sustancial a la recreación del concepto de ciudadanía. Sólo en el encuentro con el otro se produce la transformación. El premio que hoy se nos otorga sirve para escenificar el dinamismo profundo de la solidaridad y del intercambio. Todos juntos conseguiremos quitarnos de encima el miedo que nos paraliza y, de esta manera, recuperaremos el coraje de ser mujeres y hombres en armonía con nosotros mismos, primero, y luego con el Universo y con Dios. Y mañana, de hecho un mañana que ya es hoy, todo comenzará inevitablemente a ser diferente, porque sólo la comunicación y el intercambio pueden transformar nuestro etnocentrismo y abrazarnos en una relación construida con el diálogo y el encuentro, un camino que lleva a la certeza que todos compartimos la misma naturaleza y formamos parte de la misma humanidad.

El sentido de la vida humana no se orienta hacia la acumulación de riquezas, sino hacia la justicia y la fraternidad. La vida humana no consiste en el tener, sino en el ser solidario, contrarios a esta fractura longitudinal que origina la perversa división entre pobres y ricos, la sobreabundancia por un lado y la más desesperante escasez por otro. División que provoca una injusticia de dimensiones planetarias. De ahí que podemos decir que "nuestra comodidad es a la vez nuestra debilidad".

Las migraciones se convierten en una prueba tozuda y perenne que nada puede detener los desposeídos de la tierra, que llegan a través de los espacios mediterráneos y submediterráneos, asumiendo una travesía dramática en este cruce de orillas Norte / Sur, donde los cruceros de lujo y diversión avanzan a plena luz del día y pateras de miseria e infortunio en la oscuridad negra de la noche.

Esta distinción que hoy se nos concedes se basa, como ya he mencionado al principio, en estos hombres y estas mujeres que hoy forman parte de nuestras ciudades, de nuestros pueblos. Ciudades y pueblos de la siempre abierta, siempre cálida y siempre acogedora Cataluña. Ojalá todo el mundo se sienta y se considere arrelado, para que puedan dar lo mejor de ellos mismos porque, en definitiva, "la justicia y la paz se besan"! (Salmo 84, 11).

¡Muchas gracias!

Teresa Losada. 21 de marzo de 2012

(Fotos: Generalitat de Catalunya)

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