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Catalunya Religió
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Fotografia: Arquebisbat de Barcelona.

CR Hombre ilustrado, templado y con un sentido del humor muy fino. El cura de la diócesis de Barcelona Josep Anton Arenas era "un canónigo ejemplar que amaba a Cataluña". Tras su muerte a los 91 años, este 17 de septiembre, hablamos con Joan Guiteras, compañero y amigo de Arenas; y también canónigo emérito de la Catedral de Barcelona. "Le recordaré siempre como quien realmente sabía ser amigo de sus amigos", dice Guiteras.

"Amaba la tierra y Cataluña le hacía vibrar". Josep Anton Arenas disfrutaba con la literatura catalana y los personajes de las letras. "Tú le decías un poema y él empezaba a recitar el verso de memoria", explica Guiteras. Era un gran lector que "deja un montón de libros de espiritualidad impresionante".

Del canónigo también destaca "el magnífico tono" que tomaba su liturgia. "Se preparaba a los sermones y conectaba con quienes le escuchaban", asegura.

ANTES DE SER CANÓNIGO DEL CAPÍTULO DE LA CATEDRAL DE BARCELONA, ​​ARENAS FUE VICARIO DE ALGUNAS PARROQUIAS Y PÁRROCO DEL SEMINARIO MENOR

Joan Guiteras le describe como "un hombre asequible, muy trabajador, agradable y siempre optimista". A su lado "se estaba bien y habíamos reído mucho". Un fino humor que combinaba con la ironía. Sin embargo, Josep Anton Arenas era "un señor en su conducta". Guiteras se refiere a su forma de vestir, de hablar y a su avanzada edad al entrar en el seminario.

Entre sus inquietudes destacaba la atención a los más vulnerables y también la formación de jóvenes. Algunos de éstos le acompañó también al Seminario Menor.

Antes de ser canónigo de la Catedral de Barcelona, ​​Josep Anton Arenas fue ordenado cura en 1960. Primero fue vicario de algunas parroquias, formador de seminaristas y también tuvo un lugar importante como delegado episcopal de religiosos. En Roma cursó estudios de espiritualidad y, al volver, fue superior del Seminario de la Conreria entre 1967 y 1970. Posteriormente, fue párroco de la parroquia de San Gregorio Taumaturgo, en Barcelona. En 1992 Arenas fue nombrado rector del Seminario Menor de la Conreria. En 2003 dejó de ser párroco del seminario, que se había trasladado a la calle Diputació.

Un cura firme en su forma de ser

En sus últimos años, Arenas trabajó mientras pudo. Tuvo problemas de salud relacionados con la circulación de la sangre y esto provocó su traslado a la residencia sacerdotal de San José Oriol, donde murió. La misa exequial tuvo lugar este 20 de septiembre en la Catedral de Barcelona.

"Arenas ha sido firme en su forma de ser y en su forma de ser sacerdote en la Iglesia católica hasta el último momento", asegura Guiteras. 91 años son muchos, dice, pero cuando alguien se marcha "siempre parece muy poco". "Le echo de menos".

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