Una gran luz

Comentario en la primera lectura del 3er domingo durante el año A

Los primeros versículos del capítulo noveno del libro de Isaías son un himno extraído del ritual de entronización de un rey. Cada vez que subía al trono un rey descendiente de David era aclamado como hijo adoptivo de Dios y era motivo de alegría. En estas circunstancias se reafirmaban las promesas de una eterna alianza con David y reavivaban las esperanzas de un rey ideal para el futuro. En la primera lectura de este domingo leemos los primeros versículos de este himno precedidos del último versículo del capítulo 8 que sirve para especificar quién era ese pueblo que caminaba a oscuras (Is 8,23-9,3). Cabe decir que el himno entero se lee en Nochebuena sin la introducción de 8,23. El hecho de que lo leamos este domingo se justifica porque Mateo le cita en el pasaje evangélico que leemos hoy (Mt 4,12-23).

Zabulón y Neftalí eran dos de las doce tribus de Israel y ocupaban la tierra cerca del Mar de Galilea que en tiempos de Jesús formaría parte de la Galilea que resultó ser tan importante para su ministerio. El libro de Josué explica el reparto del territorio entre estas dos tribus (Jos 19,10-16; 32-39). La gente de Zabulón y Neftalí, por estar ubicada en el extremo norte de Israel, fue la primera o fue de las primeras en caer bajo Asiria cuando se produjo la invasión de Teglatfalasar III en el año 733 aC. ; parte de la población fue enviada al exilio. También fueron anexionados al imperio asirio los territorios de Meguidó, Dor que estaba en el camino del mar que era el que, subiendo desde Egipto, bordeaba la costa y subía hacia Damasco por encima del lago de Genesaret y Galaad al otro lado del Jordán. Todo ello constituía la Galilea de los paganos llamada así por la proximidad con las naciones extranjeras contaminantes, por la gran cantidad de población gentil que vivía en ella y por el alejamiento de la teocracia de Jerusalén y del templo.

“El pueblo que vivía a oscuras ha visto una gran luz” En los primeros versículos del libro del Génesis oscuridad se corresponde con el caos (1,2.4.5) y con todo aquello que pueda carecer de la más elemental hebra de vida. Oscuridad, por tanto, es una imagen que describe muy bien la situación de opresión de los exiliados y que sometidos al poder asirio están habituados a una vida de tristeza y resignados a una suerte desgraciada. En este pasaje concreto la oscuridad, además de la opresión asiria, es la causada por el mal liderazgo del rey Acaz por su falta de confianza con Dios y por su desafortunada alianza con el rey Teglatfalasar III.

La luz que se contrapone a la tiniebla se convierte así en imagen de la salvación. "Si me encuentro en la oscuridad, el Señor será mi luz" dice el profeta Miqueas (7,8) y el salmo 89,16 "Señor, feliz el pueblo que te aclama, caminará a la luz de tu mirada".

El día de Madián hace referencia a la victoria que Guedeón obtuvo sobre los madianitas que oprimían al pueblo de Israel. El evento lo explica el libro de los Jueces (cc.6-7). Con unos pocos hombres, con el toque del cuerno y antorchas encendidas los israelitas consiguieron amedrentar a los madianitas y hacer que éstos huyeran.

En Madian la luz de los israelitas ahuyenta a los madianitas, la luz que resplandece sobre la Galilea de los paganos hace huir la tiniebla de la opresión. Con el episodio de Madián el profeta quiere recordar que allí la victoria, más que por estrategias militares, se logró por obra del Señor, también es obra del Señor la luz que resplandece y ahuyenta la tiniebla.

Cuando se acabó la guerra los israelitas quisieron hacer rey Guedeón, éste se negó porque no quería ocupar el lugar que corresponde a la soberanía y realeza del Señor. El oráculo que leemos corresponde al anuncio el advenimiento de un nuevo rey, pero el profeta quiere recordar, con la mención de Madián, que por encima de todo, sea lo que sea, la soberanía y la realeza son del Señor.

Domingo 3er durante el año 22 de Enero de 2023.