Modelo a imitar

David comienza siendo fiel al rey Saúl. Después de la victoria sobre Goliat, Saúl empieza a estar celoso de David (1Sa 18,7-8). Este huirá para refugiarse en Moab y también entre los filisteos (1Sa 2,3s). En Hebron será ungido rey de Judá por los prohombres de aquella tribu (2Sa 2,4). Posteriormente, después de la muerte del hijo de Saúl y ante las dificultades de las tribus del norte para combatir a los enemigos, los ancianos de Israel piden a David que sea su rey y le ungen. Este es el texto (2Sa 5,1-3) que leemos en la primera lectura de la festividad de Cristo Rey.

Las investigaciones arqueológicas han demostrado hasta qué punto la historia expuesta en los libros de Josué hasta 2 Reyes es ficticia. Fue después de la desaparición del reino del norte cuando el estado de Judá nació como verdadero estado bien estructurado. David, como mucho, fue un caudillo tribal, que realizaba incursiones bélicas en las filas de los enemigos vecinos. El David fundador de una monarquía en un Israel unificado debe ser visto como una leyenda elaborada por los escribas de Judá, similar a las que ensalzaban las grandes monarquías mesopotámicas.

Al margen de las consideraciones históricas, David es uno de los grandes personajes de todo el Antiguo Testamento. A menudo es llamado siervo (2Sa 3,18), como lo son también Abraham (Gn 26,24), Jacob (Gn 32,19) Moisés (Ex 14,31; Js 1,2). El texto de hoy dice: "Tú apacentarás Israel, mi pueblo, serás su soberano". Cabe recordar que, cuando Samuel acude a casa de Jessé para ungir a David como rey, éste se encuentra apacentando el ganado (1 S 16,11) y cuando vence Goliat, lo hace con la honda de pastor con la que defendía el rebaño de los animales (1 S 17,49). David, como los reyes de Israel, era considerado pastor de su pueblo, como lo eran los faraones de Egipto que, entre sus atributos, estaba el cetro encorvado por la parte superior, de tal forma que adquiría la forma de un cayado de pastor. Con ello se indicaba que la realeza de David, rey pastor, no se ejercía con la prepotencia, la agresividad y la fuerza, sino con la orientación, la preocupación y la búsqueda del mejor para la vida del pueblo, como el pastor busca las mejor pastos para su rebaño.

En contraposición al personaje de Saúl, David es el rey preferido por Dios (1Sa 15,28). Saúl deviene rey a iniciativa del pueblo y a regañadientes de la voluntad de Dios (1Sa 8). En cambio, en el caso de David, es Dios quien toma la iniciativa de hacerlo rey (1Sa 6,1) .David será el rey fiel a la voluntad de Dios; él no caerá en la idolatría como su hijo Salomón (1 Re 11,1) y acepta la corrección de Natán (2 Sa 12,1-25) y pide perdón, por eso se convertirá en el modelo de referencia para reyes posteriores que serán comparados con David en positivo como Ezequías que "Hacía lo que place al Señor como lo había hecho David su antepasado" (2 Re18,2) y como Josías (2 Re 22,2). La comparación se hace también en sentido negativo: "Acaz no se comportó como David su antepasado" (2 Re16,2).

David trasladó la capital del reino del sur Hebron a Jerusalén que se convirtió en la capital de los dos reinos unificados. Esto comportó la unidad de culto: el templo de Jerusalén se convirtió en el único lugar de culto al Señor. Surgió toda una teología que defendía el favor de Dios hacia Jerusalén y el templo era el único lugar donde Dios habitaba (Sal 76,3; 131). El traslado del Arca de la alianza a Jerusalén avaló esa unidad de culto y la convicción de que Dios residía en el templo de Jerusalén en virtud de la presencia del arca.

La relevancia de David perduró después de su muerte. A partir de la profecía de Natán (2Sa 7,16.25s), surgió la convicción según la cual el mantenimiento de la dinastía de David aseguraba la protección de Dios para con su pueblo. Mientras perdure un descendiente de David, la protección de Dios está asegurada. Deshecha la monarquía creció la esperanza en un nuevo David, el Mesías que había de liberar al pueblo de los enemigos; en tiempos de Jesús estos eran los romanos.

Festividad de Cristo Rey. 20 de Noviembre de 2016