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Catalunya Religió

(Abadia de Montserrat) El abad Josep M. Soler ha presidido este martes por la mañana la misa de la Festa de la Llum de Manresa, celebrada en la iglesia del Carmen de la capital del Bages. En la celebración ha hecho referencia a la situación económica que "parece como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día, decía hace poco el Papa Benedicto XVI. Pero no debemos caer en el desánimo".

Por ello ha pedido "trabajar con firmeza y de una manera muy solidaria, porque la luz está ahí. Y debemos procurar que se respete y se valore en toda circunstancia la dignidad de cada persona y se atiendan sus derechos, también los de los enfermos. Esto quiere decir que no son válidos sólo los criterios de utilidad, provecho, del tener, de la búsqueda encarnizada de la ganancia; es necesario el amor y una buena conciencia social que nos hagan ir más allá de lo que es justo".

El abad de Montserrat ha afirmado que "sólo podremos construir una sociedad más humana si ponemos en práctica la compasión, la solidaridad, la colaboración, la fraternidad. Por ello, debemos tener una actitud activa en la sociedad y ayudar a despertar las conciencias para avanzar hacia una sociedad más justa además de buscar modos adecuados de redistribución de la riqueza, de la promoción del crecimiento, de la cooperación al desarrollo y de la resolución de los conflictos, como dijo el Papa Benedicto XVI en el Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz 2012. Hay una parte que toca a los ámbitos que rigen la política, la economía y las finanzas a nivel mundial; hay una parte que toca a los gobiernos y a los diversos niveles de la administración; hay una parte que toca al ámbito laboral y a las entidades sociales y a los medios de comunicación. Pero hay una parte, grande o pequeña según las posibilidades que tengamos, que toca a cada uno de nosotros, y debemos saber descubrirla".

Dios nos da fuerzas

A la celebración de la Festa de la Llum en la Iglesia del Carmen que ha presidido el Abad, ha asistido el alcalde de la ciudad, Valentí Junyent, los miembros de la Asociación Misteriosa Llum y la Asociación de familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias, que este año han sido los administradores de las fiestas.

En la homilía, Josep M. Soler ha recordado que la ciudad de Manresa, en un momento difícil de su historia, "experimentó cómo Dios camina con nosotros: con la Misteriosa Luz que manifestaba el amor de Dios -Padre, Hijo y Espíritu Santo- hacia los manresanos". Hoy, siguiendo una tradición secular, Manresa da gracias, "consciente del don que recibió, y de ser, también hoy, amada de Dios".

El padre abad ha recordado que el amor de Dios "es un amor que nos quiere hacer crecer humana y espiritualmente". "Dios no nos resuelve mágicamente los problemas sino que nos da la fuerza y ​​los medios para gestionarlos desde la fe. Ante las dificultades y los sufrimientos podemos tener la tentación, muy humana, de pensar que Dios no ama o que Dios no existe -ha añadido el padre abad-. En cambio, la Palabra divina nos revela que la aceptación de las limitaciones, nuestras o de los otros, que el sufrimiento, nos pueden hacer madurar tanto a nivel humano como espiritual. Sólo desde la fe podemos intuir cómo el amor de Dios se manifiesta también en las situaciones de dolor, porque el sufrimiento y la muerte no son la realidad definitiva, no son un camino sin salida".

El cuidado hacia los enfermos es expresión e instrumento del amor de Dios para con ellos

"Esto significa que afrontar las pruebas de la vida, las contradicciones, las renuncias, las etapas difíciles, la fragilidad del cuerpo o del psiquismo no es un absurdo si se vive como una ocasión de maduración y una llamada a vivir un amor más grande", explicó el padre Josep M. Soler. "Un aspeto concreto de ello -ha continuado- es todo el ámbito de la enfermedad de Alzheimer y de la demencia que conlleva tanto sufrimiento y exige tanta paciencia a los mismos enfermos, en algunas etapas del proceso, y especialmente a los familiares y a todos los que los cuidan". "Dios ama al mundo, también a los enfermos y a quienes los atienden -ha dicho-. Además, Dios nos llama a ser instrumentos de su amor, porque cuenta con nosotros para expresar su amor y su solicitud hacia los demás. El cuidado hacia los enfermos es expresión e instrumento del amor de Dios hacia ellos".

"En el hecho de la Misteriosa Luz que hoy conmemoramos -ha concretado- hubo la intervención divina de la luz, que manifestaba el amor del Dios Trinidad, pero también estuvo el esfuerzo y el compromiso de los manresanos para resolver la situación que aquejaba la ciudad. Como siempre, Dios nos da su ayuda pero cuenta con nuestra aportación y nuestro compromiso vivido desde el amor para resolver los problemas, para ayudar a las personas".

"El mensaje de la Fiesta de la Misteriosa Luz, el saber que Dios camina con nosotros, nos lleva a mirar con esperanza el presente y el futuro. Animémosnos mutuamente, pues, en nuestro camino; trabajemos para dar a la ciudad de Manresa y, más en general, en nuestro mundo, un rostro más humano y fraterno; sintámonos unidos, también, creyentes y no creyentes, en el ejercicio de nuestras responsabilidades para hacer una sociedad mejor", ha concluido el abad Josep M. Soler.

Fotos: Jordi Preñanosa. Manresainfo.cat

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