(David Casals / CR) Las tradiciones religiosas han de comunicar lo que hacen y esto forma parte de la transmisión de su mensaje, de la "revelación". Esta es la tesis que expuso la periodista Miriam Díez en el Reencuentro entre cristianos de diferentes tradiciones que organizó este sábado el Consejo Ecuménico de Cataluña en Barcelona.
Una tesis similar expresó el escritor y político Manuel Milian Mestre. Quien fundó Alianza Popular en Cataluña emplazó a hacer una comunicación "convincente, convencida y descarada", a dar testimonio y a "saber hacer doctrina y expandirla".
Díez es especialista en periodismo religioso: empezó a escribir sobre estos temas en los años noventa en 'El Punt', y después de unos años en Roma, volvió a Barcelona, y ahora dirige el nuevo Observatorio de o religioso y comunicación de la Facultad de Comunicación Blanquerna de la Universidad Ramon Llull.
"Los periodistas religiosos nos sentimos unos 'rara avis'". Incomprendidos por los compañeros de oficio, y también por las tradiciones religiosas. "Nos ven como quien aca los trapos sucios ", explicó.
"Muchas personas consideran que religión y comunicación son un binomio imposible", pero no debería ser así, ya que según Díez, en el mundo actual, las instituciones religiosas han de dar testimonio del trabajo que hacen.
Una buena estrategia de comunicación implica también entender a los periodistas. Esto pasa por darles respuesta cuando se dirigen a las tradiciones religiosas pero también pasa por tener una actitud proactiva.
"No se puede tener una relación defensiva con los medios, sino lo contrario. Hay que explicar las cosas que valen la pena" y entender que esto tiene efectos positivos a medio y largo plazo.
Efectos de la crisis
Los medios de comunicación viven hoy en día una doble crisis: la económica, que afecta a las empresas a raíz de la recesión, y otra de modelo, con la consolidación de Internet y de las nuevas tecnologías.
Hace diez años, había en la mayoría de periódicos periodistas especializados en religión, ahora ya no. Esto se suma a la resistencia que aún se mantiene sobre el hecho religioso, ya que se le identifica con la Iglesia Católica.
"No se conoce la nomenclatura religiosa, y esto provoca desinformación. A este elemento hay que sumar la ley del prejuicio o de la sospecha" que existe sobre las tradiciones religiosas, añadió Milián Mestre.
Esto, sumado al desconocimiento que hay entre muchos periodistas sobre el hecho religioso, provoca que a la hora de informar, "se tire de tópico" y se vayan manteniendo los errores de siempre: decir 'evangelista' (escritor de los Evangelios) en lugar de 'evangélico' o 'protestante'; utilizar 'islamista' y no 'islámico' o confundirse israelita '(judío) con' israelí '(ciudadano de Israel).
Recomendaciones a las tradiciones religiosas
A la hora de informar con los periodistas, las tradiciones religiosas también deben tener en cuenta que los medios no están para hacer proselitismo, y que tampoco "se pueden hacer noticias con vocabulario metafórico, simbólico o parabólico", sino con palabras más generalistas y comprensibles para la mayoría del público, explicó Díez.
En este sentido, Milián Mestre ha explicado que desde las religiones, "no nos podemos conformar con la autodefensa" sino que se debe adoptar una actitud proactiva. "El apostolado moderno es cine y medios de comunicación", añadió.
Un buen ejemplo es el Obispado de Girona: cuenta con un departamento de audiovisual, comandado por Ángel Rodríguez Vilagran, que realiza un programa de televisión ('Camino de vida') que se emite por seis televisiones locales, y otro de radio, la Iglesia viva ', de periodicidad semanal, que emiten 22 emisoras locales y también la Cope de Girona. Para la Cope, también se realiza el programa 'El espejo'.
El Obispado de Girona cuenta con una página web desde 1996. Fue el primero en toda España en tenrla, justo un año después del Vaticano y la Conferencia Episcopal. Edita una hoja parroquial con una tirada de 14.000 ejemplares, casi la misma que la de principal diario de la provincia, 'El Punt Hoy'.
Rodríguez Vilagran explicó que, ante la situación (que muchos informadores desconocen el hecho religioso) decidieron desde el Obispado organizar un curso básico de vocabulario, pero sólo asistió una persona.
"No puede ser que no se sepa qué quiere decir consagrar, o que se diga que una misa la presidió el presidente de la Generalitat", destacó Rodríguez Vilagran.
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