Acorralar al justo, por Josep M. Solà

El tema del justo perseguido y maltratado es intensamente presente en el Antiguo Testamento y en el Nuevo lo es en la persona de Jesús. El libro de la Sabiduría se hace eco para afirmar que la respuesta de Dios a las adversidades del justo es el don de la inmortalidad. Nuevo comentario de Josep M Solà en las lecturas de este domingo.

Acorralar al justo

El libro de la Sabiduría es un escrito tardío del Antiguo Testamento, surgido en la comunidad judía de Alejandría, probablemente durante el s. I aC. Nos ha llegado gracias a que fue incorporado a la traducción griega del Antiguo Testamento, conocida como la versión de los LXX. Al ser de extensión razonable (19 cc.), Lectura agradable, comprensible y al tratar todo tipo de cuestiones, se ha hecho un libro asequible a un gran abanico de lectores judíos, cristianos y no creyentes. La primera lectura de este domingo lee un fragmento de su inicio (2,12.17-20), que describe la situación del justo, que es puesto a prueba por sus enemigos para comprobar si, en la desgracia y la adversidad, se mantiene fiel a Dios.

La situación expuesta está inspirada en un tema recurrente del Antiguo Testamento. En los salmos es constante la súplica del justo, que se ve amenazado por sus adversarios. Un ejemplo ilustrativo, por el eco que tiene en los relatos de la pasión de Jesús, es el salmo 22: "Me acorrala una jauría de perros, me rodea una banda de malhechores" (V.17). Otro ejemplo se encuentra en el salmo 64,2-7: "Oye, Dios mío, mi llanto, guárdame de los enemigos, que me rodean, empárame contra el complot de los malos, de los que conspiran con malas artes ... " y sigue una descripción detalla de la situación. Más ejemplos a 17,9-10; 25,2-9; 27,2-3; 35,15; 38,20; 41,6; 55,4; 59,2-5; 69,20-21; 73 0,8-9; 143,3-4. Dos pasajes pero enlazan con el matiz específico de poner a prueba lo justo para ver si, en la adversidad, sigue fiel a Dios. En el salmo 119,110 se dice: "Me han tendido una trampa a los injustos, pero yo no me desvío de tus preceptos". Y el Sl 71,10-14: "perseguirlo. Dios lo ha abandonado, sujételo, nadie lo defiende .... Lo que es yo, mantendré siempre la esperanza y te alabaré más y más ". En estos dos textos se adivina que la finalidad de las malas artes de los enemigos pretenden hacer desfallecer lo justo, que, a pesar de todo, mantiene su confiana en Dios.

El tema se encuentra muy gráficamente expresado en el relato, que enmarca el libro de Job (1.2.42,7-16). En la conversación entre Dios y el acusador, este jura que, si Dios levanta la mano contra Job,éste el maleirà en la cara. Pero Job, después de haber soportado toda clase de calamidades dirá: "El Señor lo da, él mismo lo toma. Bendito sea su nombre ". El acusador no se ha salido de hacer caer al justo.

El tercer ejemplo del justo maltratado y posteriormenterehabilitado por Dios lo encontramos en la figura del Siervo de Yahvé. En el último de los cuatro cantos (Is 52,13-53,12) dedicados a esta figura se dice: "Mi siervo, después de lo que ha sufrido verá la luz y se saciará" (v.11). El justo de los salmos, el Job del prólogo y el Siervo sueño figuras bíblicas que están detrás de este texto del libro de la Sabiduría, dondeel enemigos quieren hacer desfallecer la confianza del justo en Dios.

En el contexto de la lectura litúrgica, encontramos la respuesta que Dios da a las adversidades con que se encuentra el justo. Dios otorga la inmortalidad, que no es otra cosa que estar junto a Él para siempre. En la obra de Platón Fedón, a partir de la convicción de que los contrarios no se destruyen, sino que se complementan, se afirma que es indudable que haya un retorno a la vida. El judaísmo influenciado por el helenismo se inspira en estas ideas y, a diferencia de la teología clásica de Israel, donde el justo es premiado con la prosperidad material o de los textos apocalíptico s, que lo resuelven con la resurrección, los textos sapienciales más proclives a las ideas del helenismo se inclinan por la inmortalidad del alma.

Domingo 25 durante el año

23 de Septiembre de 2012

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