Tanto como el hombre, por Josep M. Solà

Analizando con detenimiento el relato de la creación de la mujer, se pueden descubrir muchos detalles indicativos de la intención del relato, consistente en poner en un mismo nivel la dignidad del hombre y de la mujer. Es el comentario a las lecturas de este domingo.

TANTO COMO EL HOMBRE

Si aceptamos que los libros Samuel y Reyes son la muestra de un proyecto, que escribe la historia, que va desde los inicios de la monarquía en el exilio de Babilonia, podemos también admitir que este proyecto se fue ampliando, añadiendo la época de establecimiento en la tierra prometida, la salida de Egipto y el paso por el desierto, las sagas de los patriarcas y finalmente los relatos sobre los inicios. El fragmento del libro del Génesis (2,18 a 24), que leemos en la primera lectura de este domingo corresponde a esta etapa de los inicios: la creación de la mujer. De hecho en el capítulo 2 º de Génesis encontramos en la narración de la creación del hombre y la mujer, una explicación desglosada de lo dicho en el capítulo 1: "los creó hombre y mujer" (1,27 )

El texto se desglosa en cuatro momentos: 1 creación de los animales, 2 presentación de los animales, 3 creación de la mujer y 4 presentación de la mujer a Adán. Decimos esto porque la creación de los animales prepara la creación de la mujer, estableciendo un contraste, para que se distinga claramente que la mujer es de diferente condición respecto al animal, lo francamente sorprendente en una sociedad donde la mujer, propiedad total del hombre, era tratada casi como un animal. Fijémonos que la mujer no está hecha de barro, como los animales, y tampoco es la compañía adecuada para el hombre.

Esta igualdad en dignidad por encima de los animales se nota también en el nombre que la mujer recibe por parte de Adán: "su nombre será mujer". Dar nombre indicaría una situación de dominio, pero no es así. El nombre, que impone el hombre, es e'issâ, la foma femenina de IS, es decir, el mismo nombre pero en femenino. Teniendo en cuenta que en la cultura bíblica el nombre y el ser personal son una unidad indisoluble, el hecho de que la mujer lleve el mismo nombre que el hombre, aunque en forma femenina, indica su igualdad con el hombre y la su misma dignidad. Si Dios dio nombre al mar ya la tierra, el hombre imagen de Dios, ha actuado similar dando nombre a los animales ya la mujer.

Es sobradamente conocido que los autores del libro del Génesis se inspiraron en los mitos de las culturas egipcia y mesopotámicas para confeccionar sus relatos sobre los orígenes. La imagen de la creación de la mujer del costado de Adán probablemente está inspirada en el mito sumerio de Enki y la diosa Ninhursag. Enki, dios del agua dulce y líder entre los dioses es infiel a Ninhursag, su esposa y diosa madre. Esta lo castiga haciéndolo enfermar gravemente. Ocho órganos de su cuerpo flaquean. Ninhursag se compadece y cura Enki haciendo salir de su lado teniendo, señora de la vida y madre de todo lo que es viviente.

La unión del hombre y la mujer está expresada también con la afirmación de que "el hombre a su padre ya su madre para unirse a su mujer, y desde ese momento forman una sola carne". La unión prevalece sobre la estructura patriarcal donde lo que pasaba era más bien el revés: era la mujer la que dejaba el padre y la madre y se integraba en la estructura patriarcal de su marido.

Esta unidad hombre mujer contrasta con las desavenencias, que se producirán en el episodio de la tentación cuando Adán pasará a Eva la responsabilidad y culpa de su pecado (Gn 3). En este estado de unión idílica ir desnudos no tiene ninguna importancia será después del pecado que tomarán conciencia de la desnudez y vivirán la desazón del atracción como una consecuencia de la transgresión.

El conjunto del relato hace ver que la creación del hombre no llega a su plenitud hasta que se ha producido la creación de la mujer, esta se convertirá no una ayuda instrumental para el hombre, como los animales, sino un complemento propicio para el diálogo y la relación comunicativa.

Domingo 27 de ordinario

7 de Octubre de 2012

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