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Catalunya Religió

(Jaume Mayoral - CR) San Agustín, obispo y doctor, y su madre Santa Mónica, marcan una de las últimas fiestas mayores de la Baronía de Rialb, en este caso del pequeño lugar de Bellfort. Como muchos de los pueblos del Obispado de Urgell, las fiestas mayores se reparten entre el verano y el invierno, en Bellfort la del invierno a finales de noviembre es en honor de Sant Serni. El domingo 26 de agosto una cincuenta fieles con raíces en el pueblo, venidos de muchos lugares de nuestra geografía se reúnen en la iglesia románica datada en los alrededores del s.XI. Al mediodía tiene lugar la misa de fiesta mayor, a ambos lados de la pequeña y única nave central están las imágenes de los dos santos patrones que miran los fieles, bajo cada imagen las mayoralas y mayorales sostendrán durante todo el oficio un cirio símbolo delcompromiso del pueblo con su santo protector.

Una celebración que llena el pequeño templo, y donde si encuentran todas las generaciones de las familias desde los más pequeños hasta la gente mayor. Una vez terminada la misa, la gente se reúne en el exterior de la entrada de la iglesia para continuar una de las tradiciones de esta fiesta mayor, por un lado el reparto de unas ramitas de albahaca, que se han bendecido durante la misa, y que los fieles llevarán a sus hogares, entre otros remedios para alejar los molestos mosquitos. Luego el momento más esperado cuando las sacas que llevan un buen puñado de panes redondos serán abiertas y el sacerdote las bendecirá pidiendo la protección de San Agustín. El mismo sacerdote tomará uno de los panes que cortados en rebanadas se reparte entre los más pequeños, este año María de tres añitos ha sido la primera en recibir una pequeña rebanada de pan para comer. Todos llevarán su pan que acompañará la mesa de comida de la Fiesta Mayor que las familias no se perderán.

Al terminar una fotografía para recordar el encuentro y no dejar perder el sentido de la fiesta y de la familia, y un aplauso por una joven que ha venido, por segundo año, caminando desde Oliana a la celebración de Bellfort, unos 35 km que se hacen en casi unas seis horas. Por la tarde el baile y la música vuelven a llenar la pequeña plaza del pueblo de visitantes que siguen celebrando como siempre se ha hecho la fiesta mayor, de éste y de muchos otros pueblos de nuestro Obispado.

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[Mn. Jaume Mayoral es sacerdote del Obispado de Urgell]

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