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La elección del texto de la primera lectura de este domingo pretende apoyar el texto del Evangelio, aportando el fragmento del libro de Isaías (Is 8,23 b-9, 3), que Mateo cita al hablar de Galilea, territorio donde Jesús se retira al volver del desierto y punto de partida de su actividad y predicación.

El texto de Isaías se ubica en el tramo del profeta, conocido como "Libro del Emmanuel" (6,1-9,6), nombre que le viene de incluir en él la famosa profecía que anuncia el nacimiento del hijo del rey Acaz, al que se le impondrá el nombre de Emmanuel (7,14). La lectura litúrgica recoge la parte inicial del último oráculo de este pequeño librito, dedicado a la proclamación del nacimiento del rey Ezequías. El oráculo está encabezado por la declaración de que las tierras esclavizadas por Asiria en el año 732 aC. serán liberadas. El texto alude a los hechos ocurridos a raíz de la guerra siro-efrainita. Acaz, despreciando la ayuda de Dios, había pedido ayuda a Asiria para enfrentarse a la coalición antiassíra. Tiglat-Pilèsser, alentado por la solicitud de Acaz, se enfrentó con Aram, lo derrotó y de paso esclavizó una parte del reino de norte, el territorio correspondiente a las tribus de Zabulón y Neftalí, que se convertirá en un distrito asirio. Distrito en hebreo es "galil", de ahí Galilea de los gentiles, es decir, el distrito sometido al poder de los paganos. Una parte de la tierra prometida se veía condenada a vivir en las tinieblas de la ocupación pagana. Teológicamente esto tenía un gran impacto. Los hechos histórico y políticos describen, pues la situación de tinieblas.

Acaz tuvo que prevenir para evitar que lo que había pasado en el territorio del norte,no pasara en el del sur, Judá, por eso tuvo que pagar un fuerte tributo a Asiria. Las tinieblas del norte eran, pues, compartidas por la gente del sur y mucha gente de Judá no aplaudía esta política de aceptación o sumisión a Asiria. Esto explica que se hubieran depositado encendidas esperanzas un futuro rey, que debería ser el liberador de la opresión asiria. Los más realistas se conformarían que la liberación se limitara al territorio del sur, Judá, los más optimistas pensaban en que abarcara la totalidad del territorio de Israel.

La lectura litúrgica se queda a media descripción de la destrucción del poder enemigo. Aporta, sin embargo, un dato que tiene su interés. El día de Madián. ¿Qué pasó ese día? ¿De qué tiempo habla el profeta?

Madián hace referencia al episodio narrado en el capítulo 7 del libro de los Jueces. En él se explica que Guedeon y un pequeño número de sus hombres consigue, haciendo brillar antorchas a la medianoche, que el ejército de los madianitas quede completamente dispersado y derrotado. El símil es bastante sugerente: así como la luz de las antorchas de Guedeon dispersó la oscuridad de los madianitas, la luz del advenimiento de un nuevo rey dispersará los enemigos asirios. Pero hay más en el episodio de Madián, la victoria de Guedeon enardece el entusiasmo de los israelitas hacia su líder, de tal manera que le piden que él y después su hijo sean el rey de Israel. Guedeon se niega con un argumento muy contundente y teológico: Su rey será el Señor. La soberanía de Yahvé se ha mostrado en la planificación de la batalla, de hecho es el Señor que ha derrotado a los madianitas y se impone también a las pretensiones de los israelitas de hacer rey Guedeon.

La mención de Madián es una lección bastante clara. Dentro del enredo de soberanías en litigio: la de Tiglat-Pilèsser, la de Acaz, las de los coaligados antiassirios, la única soberanía que realmente importa y tiene poder es la de Yahvé. El error o el pecado de Acaz es no aceptar ni confiar en el poder de Yahvé para dar salida a la situación de esclavitud y miseria de su pueblo.

Hay una oposición entre Madián, como representante de la soberanía del Señor y las soberanías terrenas y políticas, pero también hay una oposición entre luz y oscuridad, que de hecho expresa o resume otra oposición, la que existe entre las opresiónes humanas y la liberación de Dios, que aquí hace acto de presencia en el momento en que todo está perdido y no se ve por ninguna parte salida airosa posible.

Domingo 3 º durante el año

26 de Enero de 2013

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