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Roger Vilaclara –CR Acostumbrados a verlos por la televisión, en grandes conciertos o eventos litúrgicos; los monaguillos de Montserrat también visten la camiseta del Barça cuando es día de partido importante, también hablan en un examen cuando el profesor se marcha del aula y también intentan alargar el máximo la hora del patio con cualquier excusa. Y así nos lo han contado y demostrado ellos mismos en nuestra visita al monasterio con motivo del día de la Virgen María que se celebra este sábado. Hemos tenido la oportunidad de descubrir la Escolanía por dentro y conocer su proyecto pedagógico. Una propuesta que, a lo largo de los siglos, ha ido cambiando porque "no tendría sentido hacer perdurables unos esquemas que quizás no son esenciales", asegura el prefecto de la Escolanía de Montserrat, el monje Efrem de Montellà.

Se dice que la Escolanía de Montserrat tiene más de 700 años porque hay textos de 1307 que hablan de la existencia de cinco monaguillos en el monasterio. Durante este montón de años, la Escolanía "se ha ido adaptando a los tiempos modernos y con lo que hace falta", asegura de Montellà. 

De entre estos cambios se refiere a la posibilidad que tienen ahora los monaguillos de poder acostarse en casa cuando decidan. También en la presencia de la Escolanía en las redes sociales y, especialmente, en TikTok, donde publican vídeos que rápidamente se hacen virales por su contenido despreocupado y ameno.

Con todo, de Montellà defiende que lo esencial, como el canto en la liturgia, se mantiene igual, "pero adaptándose a la forma moderna de vivir".

"LO QUE DECANTA LA BALANZA PARA QUE LA FAMILIA DIGA SÍ A LA ESCOLANÍA ES VER QUE SU HIJO ES FELIZ"

"La Escolanía es el fruto más importante que ha dado la comunidad de Montserrat", asegura el prefecto de la Escolanía, que también es el director de la escuela. Por este motivo, la comunidad quiere que la formación de los chicos sea "de máxima garantía" y "de la mejor forma posible". 

En este sentido, el proyecto educativo de la Escolanía "bebe de las mismas fuentes que el resto de proyectos curriculares de las escuelas de Cataluña", asegura Joan Canton, jefe de estudios generales de la Escolanía. Ahora bien, evidentemente, existen algunas singularidades. Destaca las ratios pequeñas, el trabajo conjunto entre distintos cursos en asignaturas concretas o el refuerzo extraordinario en el inglés.

Todo ello centrado en el acompañamiento al alumno que se puede realizar gracias a las ratios pequeñas y a la continuidad de los alumnos y profesores. "Hablamos de una escuela muy pequeña que permite una proximidad y una confianza con el alumno muy positiva", dice Canton.

“ESTAR AQUÍ ES UN COMPLEMENTO MUY IMPORTANTE EN SU FORMACIÓN PORQUE APRENDEN AL TIEMPO QUE HACEN UN SERVICIO”

Para el jefe de estudios, el día a día en la Escolanía permite "hacer un abordaje integral del aprendizaje, sea desde la escuela o la residencia". "La convivencia te da pie a trabajar muchos aspectos relacionados con los valores y el crecimiento a partir de distintos contextos", explica Joan Canton.

Y ésta es "una riqueza" que se complementa con "la experiencia intensa con la música". Una vivencia que genera "un vínculo con la música que después evolucionará de diferentes formas". La etapa en la Escolanía termina en 2º de ESO y Joan Canton asegura que cuando los alumnos se encuentran en el conservatorio o en aulas de música se dan cuenta de "todo el bagaje que han ganado aquí". Un aprendizaje que "flore de repente" y que les permite tener muchas facilidades para la lectura musical y para tocar varios instrumentos. 

Aparte de la música, la Escolanía también refuerza la autonomía de los niños y la seguridad en sí mismos. Cantar dos veces al día y visitar teatros y escenarios de todo el mundo les hace adquirir "unas habilidades transversales que les dan mucha fuerza", concluye Canton.

“PLANTEARSE SER MONAGUILLO PUEDE HACER UN CIERTO VÉRTIGO”

Por todo ello, la comunidad de religiosos cree que estar en la Escolanía es "una oportunidad única". "El hecho de estar aquí supone un complemento muy importante a su formación porque aprenden al tiempo que hacen un servicio", explica Efrem de Montellà. 

Y, por tanto, continúa, aprenden música haciéndola, pero "también se nutren del contexto riquísimo que es Montserrat y el monasterio". 

La comunidad es consciente de que plantearse ser monaguillo genera muchas preguntas a las familias y puede hacer "un cierto vértigo". Pero el prefecto de la Escolanía asegura que, después de las primeras visitas, las familias suelen ver qué la escuela "no es lo que quizá imaginaban". 

Lo que decanta la balanza por decir sí a la Escolanía es ver que "un hijo es feliz". "Y esto es lo que nosotros también queremos", asegura de Montellà. Porque, a pesar de que los vemos cantando por la televisión, vestidos con

Acostumbrados a verlos por la televisión, en grandes conciertos o eventos litúrgicos; los monaguillos de Montserrat también visten la camiseta del Barça cuando es día de partido importante, también hablan en un examen cuando el profesor se marcha del aula y también intentan alargar el máximo la hora del patio con cualquier excusa. Y así nos lo han contado y demostrado ellos mismos en nuestra visita al monasterio con motivo del día de la Virgen María que se celebra este sábado. Hemos tenido la oportunidad de descubrir la Escolanía por dentro y conocer su proyecto pedagógico. Una propuesta que, a lo largo de los siglos, ha ido cambiando porque "no tendría sentido hacer perdurables unos esquemas que quizás no son esenciales", asegura el prefecto de la Escolanía de Montserrat, el monje Efrem de Montellà .

Se dice que la Escolanía de Montserrat tiene más de 700 años porque hay textos de 1307 que hablan de la existencia de cinco monaguillos en el monasterio. Durante este montón de años, la Escolanía "se ha ido adaptando a los tiempos modernos y con lo que hace falta", asegura de Montellà. 

De entre estos cambios se refiere a la posibilidad que tienen ahora los monaguillos de poder acostarse en casa cuando decidan. También en la presencia de la Escolanía en las redes sociales y, especialmente, en TikTok donde publican vídeos que rápidamente se hacen virales por su contenido despreocupado y ameno.

Con todo, de Montellà defiende que lo esencial, como el canto en la liturgia, se mantiene igual, "pero adaptándose a la forma moderna de vivir".

"LO QUE DECANTA LA BALANZA PARA QUE LA FAMILIA DIGA SÍ A LA ESCOLANÍA ES VER QUE SU HIJO ES FELIZ"

"La Escolanía es el fruto más importante que ha dado la comunidad de Montserrat", asegura el prefecto de la Escolanía, que también es el director de la escuela. Por este motivo, la comunidad quiere que la formación de los chicos sea "de máxima garantía" y "de la mejor forma posible". 

En este sentido, el proyecto educativo de la Escolanía "bebe de las mismas fuentes que el resto de proyectos curriculares de las escuelas de Catalunya", asegura Joan Canton , jefe de estudios generales de la Escolanía. Ahora bien, evidentemente, existen algunas singularidades. Destaca las ratios pequeñas, el trabajo conjunto entre distintos cursos en asignaturas concretas o el refuerzo extraordinario en el inglés.

Todo ello centrado en el acompañamiento al alumno que se puede realizar gracias a las ratios pequeñas ya la continuidad de los alumnos y profesores. "Hablamos de una escuela muy pequeña que permite una proximidad y una confianza con el alumno muy positiva", dice Canton.

“ESTAR AQUÍ ES UN COMPLEMENTO MUY IMPORTANTE EN SU FORMACIÓN PORQUE APRENDEN AL TIEMPO QUE HACEN UN SERVICIO”

Para el jefe de estudios, el día a día en la Escolanía permite "hacer un abordaje integral del aprendizaje, sea desde la escuela o la residencia". "La convivencia te da pie a trabajar muchos aspectos relacionados con los valores y el crecimiento a partir de distintos contextos", explica Joan Canton.

Y ésta es "una riqueza" que se complementa con "la experiencia intensa con la música". Una vivencia que genera "un vínculo con la música que después evolucionará de diferentes formas". La etapa en la Escolanía termina en 2º de ESO y Joan Canton asegura que cuando los alumnos se encuentran en el conservatorio o en aulas de música se dan cuenta de "todo el bagaje que han ganado aquí". Un aprendizaje que "flore de repente" y que les permite tener muchas facilidades para la lectura musical y para tocar varios instrumentos. 

Aparte de la música, la Escolanía también refuerza la autonomía de los niños y la seguridad en sí mismos. Cantar dos veces al día y visitar teatros y escenarios de todo el mundo les hace adquirir "unas habilidades transversales que les dan mucha fuerza", concluye Canton.

“PLANTEARSE SER MONAGUILLO PUEDE HACER UN CIERTO VÉRTIGO”

Por todo ello, la comunidad de religiosos cree que estar en la Escolanía es "una oportunidad única". "El hecho de estar aquí supone un complemento muy importante a su formación porque aprenden al tiempo que hacen un servicio", explica Efrem de Montellà. 

Y, por tanto, continúa, aprenden música haciéndola, pero "también se nutren del contexto riquísimo que es Montserrat y el monasterio". 

La comunidad es consciente de que plantearse ser monaguillo genera muchas preguntas a las familias y puede hacer "un cierto vértigo". Pero el prefecto de la Escolanía asegura que, después de las primeras visitas, las familias suelen ver qué la escuela "no es lo que quizá imaginaban". 

Lo que decanta la balanza por decir sí a la Escolanía es ver que "un hijo es feliz". "Y esto es lo que nosotros también queremos", asegura de Montellà. Porque, a pesar de que los vemos cantando por la televisión, vestidos con saia y roquete, los monaguillos siguen siendo niños y jóvenes que, simplemente, quieren disfrutar aprendiendo música. Y la Escolanía lo tiene muy claro: "Solo queremos que, cuando una familia trae aquí a su hijo, venir a Montserrat sea algo que sólo le haga bien".

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