CR El capuchino Joan Botam ha sido uno de los pioneros en el diálogo ecuménico en Catalunña. Con una larga trayectoria comprometida en la defensa de los derechos civiles y de la democracia en Cataluña, ha fallecido este jueves a los 97 años después de muchos meses de delicada salud. En 2010 Joan Botam fue distinguido con la Creu de Sant Jordi y recibió el premio en convivencia y diálogo interreligioso del Grupo de Trabajo Estable de Religiones. Las exequias se celebrarán en la iglesia de los Capuchinos de Sarrià el 2 de diciembre a las 11h.
Joan Botam i Casals, nacido en Les Borges Blanques el 21 de septiembre de 1926, ingresó como novicio en la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, en Arenys de Mar en 1944. En 1955 se doctoró en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y en 1957 fue nombrado vicedirector -más tarde fue el director- del Colegio de Filosofía y Teología de los Framenores Capuchinos. En 1952 fue ordenado presbítero.
Botam ha promovido el diálogo entre ortodoxos, anglicanos, católicos y protestantes, cuando en los años 60 estas conversaciones eran del todo inusuales. Más adelante, fue el promotor de la Plataforma Intercultural Barcelona 1992, para promover el diálogo entre religiones aprovechando la celebración de los Juegos Olímpicos de verano de 1992 en Barcelona.
Será también recordado por su papel clave en la Capuchinada del año 1966, cuando era provincial de los frailes menores capuchinos en Cataluña. Así es como se conoce el encierro que tuvo lugar en el convento de los Padres Capuchinos de Sarrià en Barcelona entre el 9 y el 11 de marzo de 1966. Unas 450 personas, entre estudiantes, profesores e intelectuales, se van reunir para constituir el Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona y cuando la policía se presentó para detenerlos Botam hizo de mediador. La Capuchinada fue uno de los episodios de la lucha contra el franquismo que tuvo mayor repercusión internacional. El encierro duró un par de días, hasta que el convento fue asaltado por la policía franquista.
El compromiso ecuménico del padre Botam se concretó en la fundación del Centro Ecuménico de Cataluña. Dentro del campo interreligioso impulsó la candidatura para celebrar en Barcelona el Parlamento de las Religiones que acogió la ciudad en 2004, organizado conjuntamente entre el Foro de las Culturas, Unescocat y el Consejo para el Parlamento de las Religiones del Mundo. El Parlamento fue todo un revulsivo para el diálogo interreligioso catalán, que se ha ido consolidando en estos años posteriores, a través de iniciativas como el Parlamento catalán de las Religiones. Precisamente este 2010 el Grupo Estable de Trabajo de Religiones le concedió el premio en convivencia y diálogo interreligioso, así como la Generalitat de Cataluña le otorgó la Cruz de Sant Jordi.
Botam promovió el trabajo conjunto entre las entidades eclesiales y especialmente la colaboración entre congregaciones religiosas. Concretamente, se implicó a través de la Unión de Religiosos de Cataluña de la que fue presidente de 1988 a 1992.
En febrero de ese año recibió el Memorial Cassià Just, un premio que otorgó la Dirección General de Asuntos Religiosos por su compromiso a lo largo de toda la vida en la defensa de las libertades civiles y de los derechos fundamentales. El premio también homenajeaba "su larga trayectoria ecuménica", dijo la consejera de la presidencia, Laura Vilagrà, en ese momento.
Ya en febrero, la entrega del premio tuvo que hacerse en un encuentro privado en la comunidad de los capuchinos de Sarrià de Barcelona por su delicado estado de salud.
El capuchino Joan Botam fue elegido provincial durante la celebración del Vaticano II, en 1963. Con motivo de los cincuenta años del Concilio, Catalunya Religió le entrevistó y puede oírlo aquí:
Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número
o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.