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Comentario al evangelio del 4.º domingo de Cuaresma B

Leemos en este cuarto domingo de Cuaresma un fragmento del conocido diálogo de Jesús con Nicodemo que se encuentra al capítulo tercero del evangelio de Juan (Jn 3,14-21).

Nicodemo aparece únicamente en el evangelio de Juan en el capítulo séptimo cuando interviene en defensa de Jesús (7,50-51). En el momento de la sepultura aparece junto a José de Arimatea (19,39) y lo encontramos en el pasaje que nos ocupa a comienzos del evangelio como interlocutor de Jesús. Nicodemo no es aquí el discípulo creyente y fiel que aparece en los otros pasajes sino que asume el rol de antagonista. Actúa como representante del judío adversario de Jesús. Su incomprensión permite a Jesús exponer su revelación.

El capítulo tercero del evangelio de Juan usa el diálogo como procedimiento literario conocido y muy usado en la antigüedad (solo hay que recordar los diálogos de Platón) y era usado también como método de enseñanza de los rabinos. Este procedimiento es frecuente en el evangelio de Joan ( 4,11.15.2; 6,28.30.34.52; 7,34-36; 8,22; 13,5.8; 16,16). Nicodemo hace dos preguntas a Jesús: Cómo puede un hombre volver a nacer? (v.4) y más adelante: Cómo puede ser esto?, refiriéndose al nacimiento por el Espíritu (v. 9). El texto de nuestra lectura es la respuesta a la segunda pregunta; se abandona el tono de diálogo y se pasa a un monólogo por parte de Jesús.

Nacer por el Espíritu es algo que pertenece a la orden de las cosas celestiales. Solo Jesús que ha bajado del cielo puede subir y esto lo puede hacer mediante su muerte, resurrección y ascensión. Jesús dice que él tiene que ser elevado y compara su elevación con una imagen muy potente: la serpiente enroscada a un palo, levantada por Moisés en el desierto y que se convierte en causa de salvación para los israelitas. El palo es una prefiguración del árbol de la cruz donde morirá Jesús. Igual que el palo con la serpiente fue causa de salvación también lo será la cruz con Jesús que llegará a ser fuente de vida eterna para quienes crean. Ser levantado, pues, es una referencia a su muerte en cruz.

Es muy curioso que el verbo hebreo ”nasha” admita dos significados, por un lado quiere decir “levantar”, “elevar” pero, por otro lado, admite también el significado de cargar con una culpa; dos significados que se ajustarían a la muerte y glorificación de Jesús. Es posible que el autor del cuarto evangelio se haya inspirado en este verbo cuando usa el verbo griego “hypsoo” para hablar de la exaltación. Esto puede ayudar a entender porque para Joan la cruz es la glorificación de Jesús (12,20-36).

La elevación de Jesús tiene su comienzo en el descenso: Quien es la Palabra se ha hecho hombre y ha habitado entre nosotros (Jn1,14) El primer paso ascendente se producirá cuando Jesús sea levantado en la cruz, el segundo tendrá lugar cuando haya resucitado de entre los muertos y el paso final será el enaltecimiento hacia los cielos.

En los evangelios sinópticos, cuando Jesús anuncia su muerte usa el título de Hijo del hombre para referirse a él mismo; también aquí cuando Jesús dice que será elevado usa el título de Hijo del hombre. El interés de Juan en presentar a Jesús como Hijo del hombre radica en el hecho que el Hijo del hombre viene del cielo y volverá. La figura está inspirada en la apocalíptica judía que conoce la existencia del Hijo del hombre que al final de los tiempos vendrá desde Dios para celebrar el juicio (Dn 7,13-14; Hen 37-71). Jesús es el Hijo del hombre que habiendo bajado del cielo será elevado a fin de que quienes crean en él tengan vida eterna.

El tema del juicio es presente en nuestra lectura. La manera de entender el juicio presenta en este pasaje una novedad y un giro. La profecía de Joel (4,2)y también la apocalíptica (1 Hen 91,14-17) piensan en un juicio a las naciones a finales de los tiempos. Aquí la realidad del juicio se desplaza al campo individual y, en cuanto al tiempo, se produce en el ahora y aquí del momento presente. Dios no envía su Hijo al mundo para condenar sino para salvar, no obstante la libertad humana permite que uno se cierre al amor de Dios. Con su decisión se auto - juzga. Dios envía su Hijo para salvar el mundo porque el mundo que está perdido necesita que lo salven.

Domingo 4.º de Cuaresma. 10 de Marzo de 2024

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