'Alcem la Veu': “Las mujeres no nos conformamos con las migajas, queremos el pan entero”

Glòria Barrete –CR Hace cinco años que el colectivo de mujeres creyentes Alcem la Veu se concentran en Barcelona para reivindicar la igualdad y la no discriminación de las mujeres en la Iglesia. Este año se han vuelto a reunir delante de la catedral de Barcelona para seguir pidiendo "no ser cristianas de segunda", una Iglesia "más circular, que rehuya la idea y estructura piramidal", y que "la igualdad sea costumbre".

Para ello, el colectivo ha escenificado una mesa circular en el centro de la plaza de la catedral donde han depositado panecillos redondos. "No nos conformamos con las migajas, queremos el pan entero", han explicado micrófono en mano. Un pan, recuerdan, "que todas podemos dar y recibir", y que visibiliza el deseo del colectivo de ser una Iglesia "más circular, más evangélica, y una Iglesia de iguales dentro de la diversidad".

"Todas estamos en torno a una mesa, igual y compartida", han expresado entre consignas, y por eso ya son más de veinticinco las ciudades que se movilizan con colectivos de mujeres similares a los de Alcem la Veu y con los que se trabaja en red.

Durante la concentración en Barcelona se ha recordado cómo las mujeres de la Iglesia han celebrado un Sínodo paralelo al del Vaticano. El cambio, explican, "no es sólo un deseo o una utopía", sino "una necesidad".

El colectivo reconoce que este horizonte de igualdad sólo tiene sentido "si hay un compromiso en revertir las desigualdades". La esperanza cristiana, afirman, no es exclusiva ni particular, sino inclusiva y global. "Es compartida con otros".

La concentración ha finalizado con distintas proclamas y consignas que son el resumen y reflejo de las demandas del colectivo. “Con voz y con voto, tomamos las decisiones; la dignidad que Jesús nos da, ningún hombre nos la quitará; queremos una Iglesia de comunidad de iguales; en la Iglesia circular todo el mundo está llamado; hasta que la igualdad sea costumbre; somos mujeres, somos Iglesia, juntas levantamos la voz; Iglesia en equidad, más voto y paridad; en la Iglesia y en la calle, las mujeres queremos ser; lenguaje inclusivo donde todo el mundo encuentre nido; laicas y laicos con palabra en la Eucaristía; viva, viva, viva, la Iglesia feminista”.