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Catalunya Religió

(David Casals- CR) Una cuarentena de personas participan en el curso de teología que ofrece la iglesia ortodoxa de la Protección de la Virgen, situada en la calle Aragón de Barcelona. CatalunyaReligió.cat ha conversado con uno de sus alumnos, Jaume Puigdengolas, que explica cómo ha sido su aproximació al cristianismo oriental, que está presente en Cataluña desde principios de siglo XX.

¿Cuándo comienza a interesarse por el cristianismo oriental?

Ahora tengo 63 años y empecé a 'veintitantos'. No acabas de ver claras las cosas, tienes una inquietud que no sabes muy bien cómo definirla, hay algo que te anima a buscar hasta que fui a parar a la iglesia ortodoxa, de eso hace exactamente treinta años.

¿Cómo fue su primer contacto con la comunidad ortodoxa?

Fui simplemente de oyente a unas charlas que se hacían periódicamente sobre cristianismo. Yo estoy bautizado como católico, y al principio hacíamos la comparación entre las dos tradiciones y había ciertas diferencias en la propia experiencia de vivir el cristianismo entre la ortodoxia y la iglesia católica romana. A medida que fue pasando el tiempo, fui buscando textos, leyendo textos de los Padres de la Iglesia y me fui aproximando más a la vertiente ortodoxa. Empecé a asistir de forma no demasiado regular a la liturgia, primero a las más solemnes, después a algunos oficios de vísperas y de mañanas, y el año pasado hice la confirmación.

¿Qué es lo que más le ha impactado de su aproximación hacia el cristianismo oriental?

Las liturgias y los oficios. Es una experiencia personal que no soy capaz de explicar en palabras. Es un sentimiento, algo que no había encontrado nunca antes. He encontrado la plenitud, algo diferente.

De las liturgias, ¿qué le llama más la atención?

Todo, desde que empieza hasta cuando termina. Es una forma secuencial que va evolucionando hasta el momento máximo que es la eucaristía. La persona entrando poco a poco, es una experiencia vivencial: una serenidad total y absoluta que te impregna.

¿Qué textos destacaría de esta tradición?

La oración del Corazón de la Filocalia: Relatos de un peregrino ruso. Es una visión de las Sagradas Escrituras completamente diferente. La visión que ahora tengo del Antiguo Testamento, del Génesis y del Éxodo, de cómo lo leía antes y como lo leo ahora, es muy diferente.

¿Cómo son los cursos de teología en la que usted participa?

Este año nos enfocamos en la iconología, la teología de la imagen. Antes de entrar a la teología propiamente dicha, hacemos una introducción a través de la filosofía para conocer los conceptos de belleza, estética y arte, como ha evolucionado desde la época presocrática hasta los tiempos actual. A principios del año próximo, empezaremos a entrar en la teología de la imagen. Somos unos veinte alumnos presencialmente, y 43 al curso on-line.

¿Cuál es el propósito del curso?

El objetivo no es pintar un icono sino conocer la belleza que desprende un icono para luego poder cantar y sentir, para entender que lo que vemos allí no es un cuadro, sino el reflejo de la trascendencia. Hay que tener en cuenta que quien pinta un icono no es la persona, sino el Espíritu Santo.

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