CR / Vatican News Una representación de la Fundación Blanquerna de la Universidad Ramon Llull se ha encontrado este viernes en una audiencia privada con el papa Francisco con motivo del 75 aniversario de la fundación catalana. En su encuentro en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa ha pedido a los representantes de Blanquerna que formen "personas íntegras" y no "réplicas de ideales imposibles".
En la audiencia ha asistido el patronato de la Fundación, con el presidente Josep Maria Carbonell y el vicepresidente Josep Maria Turull, y miembros del equipo de directivo de Blanquerna y decanos de las facultades, acompañados del obispo auxiliar de Barcelona David Abadias. También ha estado presente el anterior presidente Salvador Pié.
Durante su discurso, el pontífice ha subrayado la importancia de formar "con un lenguaje actual, moderno, ágil, pedagógico y con un análisis acertado de la realidad". Sin embargo, ha remarcado que hay que hacerlo sabiendo que se forman "hombres y mujeres caudales, no réplicas ilusorias de ideales imposibles".
En el encuentro el Papa ha explicado que en América ha conocido algunas universidades demasiado liberales que "solo buscan formar a técnicos y especialistas" y "se olvidan que deben formar hombres y mujeres". Es decir, "personas íntegras que intentan dar lo mejor de sí al servicio de Dios".
Antes de estas palabras, el Papa ha empezado sus palabras en castellano poniendo énfasis en el nombre de Blanquerna: "Este ilustre personaje literario del que se sirve el beato Ramon Llull para hacer una descripción precisa de la sociedad de su tiempo" . A su vez, ha continuado el pontífice, el filósofo intenta dar, de forma pedagógica, "unos modelos de vida cristiana que puedan servir a cualquier persona para seguir a Cristo".
Todo esto, según el Santo Padre, es "como una lección de una actualidad sorprendente". "Llull nos habla de un lenguaje nuevo y accesible, una forma de comunicar quizás inusual para la época, pero agradable y clara para sus contemporáneos", ha dicho. Una pedagogía, aseveró, que se aleja de los héroes fantásticos que buscan hacer evadir de la realidad, como eran entonces los personajes caballerescos y, por el contrario, propone modelos de vida sencillos y naturales "donde poder servir al Señor y ser felices".
En esta línea, el Papa lamentó el dolor y la frustración que producen actualmente los "estereotipos inalcanzables" que pretenden imponer "los mercados y los grupos de presión". Por este motivo, consideró que es una "gran labor" descubrir a los jóvenes el proyecto de Dios para cada uno.
La institución y toda la universidad, al elegir ese nombre, asume "este ilusionante compromiso", de acuerdo con Bergoglio. Para él, Blanquerna debe ofrecer a los jóvenes distintos caminos de vida y crear la certeza de que "los pasos del héroe cristiano no están marcados por el afán de una carrera", sino que son "una respuesta a un llamamiento". A continuación, Francisco ha subrayado, de forma improvisada, que "el afán de carrera hace tanto daño" porque no es comunitario, sino individualista.
Iluminar las vidas de los alumnos
Al final de su libro, el beato Llull propone una meditación diaria y el Papa ha escogido la número 124: "Preguntaron al Amigo cuáles eran las tinieblas más grandes. Respondió que la ausencia de su Amado; y preguntado cuál era el mayor resplandor, dijo que la presencia de su Amado". Bergoglio ha deseado que "puedan iluminar las vidas de sus alumnos con la presencia de Jesús, que esta certeza les haga conscientes de su dignidad de amigos, de Dios y de los hombres, y que sean capaces de disipar las tinieblas que recubren ese mundo alejado de su verdadera esencia”.
"Que Jesús les bendiga, que la Virgen María les cuide, y por favor no se olvide de rezar por mí, pero a favor, no en contra", les ha pedido.
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