Justicia y Paz es una entidad cristiana creada en el año 1968 para contribuir a la promoción de los derechos humanos, la justicia social y la paz en nuestro país. Fiel a esta misión, Justicia y Paz ofrece públicamente sus reflexiones sobre diferentes aspectos de la realidad social y política, sobre los que considera necesario sensibilizar a la ciudadanía y los poderes p ú públicos.
Por este motivo, queremos expresar nuestra grave preocupación ante el proyecto de inversión empresarial conocido por "Eurovegas", al que el Gobierno de la Generalitat parece decidido a apoyar, para que se instale en Cataluña.
1. Ciertamente, es comprensible que un proyecto que promete ofrecer miles de puestos de trabajo, en los actuales momientos de crisis, con cifras de paro alarmantes, resulte atractivo y sea políticamente difícil de rechazar. Ahora bien, pese a la grave situación económica, el esfuerzo por crear empleo y estimular la economía no se puede hacer a cualquier precio. Hay siempre preservar la dignidad de las personas y velar por su desarrollo humano integral.
2. Por eso
;, Es necesario evaluar el impacto social, territorial, urbanístico, medioambiental e incluso económico a largo plazo de proyectos de esta envergadura, así como la trayectoria de las personas o empresas que lo promueven. Desde todos estos puntos de vista, consideramos que un proyecto basado en el negocio del ocio vinculado al juego, no es el tipo de inversión <span style = "col </ html>oro: green "> que a nuestro país.
3. Por un lado, el proyecto plantea graves interrogantes éticos. El juegos de azar con dinero de estas características no es un tipo de actividad que favorezca el crecimiento personal, ni la salud pública, ni el uso responsable del dinero, ni el bienestar social y, por tanto, no merece apoyo polo í tico. Además, la experiencia histórica demuestra que este tipo de proyectos atraen actividades relacionadas con el blanqueo de dinero, la prostitución, el tráfico de drogas y otras actividades ilegales propias de organizaciones mafiosas o criminales.
4. Desde un punto de vista democrático, sería aún más difícil justificarun apoyo político que establezca excepciones en la aplicación de las leyes laborales o fiscales, trato que sería discriminatorio para otras actividades empresariales éticamente impecables, sometidas a fuertes y múltiples exigencias legales.
5. A todo esto hay que sumar que las dimensiones del proyecto apuntan a un modelo de desarrollo territorial ajeno a las caracter & yakute; sticas tradicionales de nuestro país y que no favorecen un urbanismo integrador útil para la cohesión social, ni tampoco un turismo que promueva el conocimiento de Cataluña, de su historia, de su cultura y de su gente. Y aún resulta más preocupante si, como en este caso, los terrenos elegidos forman parte de una zona sensible medioambientalmente, como es el delta del Llobregat.
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6. Por otro lado, cuando se evalúa el beneficio sobre la ocupación laboral de un proyecto de este tipo, hay que tener en cuenta no sólo la creación de puestos de trabajo, sino su estabilidad, su calidad y la coherencia del tipo de trabajo con la dignidad de las personas, así como las oportunidades reales para los trabajadores locales. Y hay también evaar la viabilidad a largo plazo de esta inversión, teniendo en cuenta la dependencia económica que pueda generar y sus costes colectivos derivados de los servicios públicos exigidos por las nuevas instalaciones. En este sentido, hay que tener muy presente que el agua y la energía son actualmente recursos escasos y muy costosos de obtener.
el desarrollo integral y solidario de las personas y de la sociedad.
Comisiones y asociaciones de Justicia y Paz en Cataluña.
Barcelona, 20 de marzo; De 2012
