Los profetas no suelen ser bien recibidos en su casa. Tampoco parece que los alemanes estén esperando como agua de mayo el Papa Benedicto XVI que se dispone a efectuar en Alemania entre los próximos 22 y 25 de septiembre uno de sus viajes más complejos. Se trata del tercer viaje a Alemania, el primero de caro & agrave, carácter oficial.
Según Stern , un 86% de los alemanes se demuestra indiferente ante la visita papal, y de estos hay un 63% de católicos, que consideren poco o nada importante que Benedicto XVI haga la tercera visita a sus tierras desde que fue elegido pontífice.
En Berlín, en la sede del parlamento, ya hay 100 diputados que han afirmado que desertar el discurso del Papa. Se trata de diputados radicales de izquierdas y los verdes. La organización, sin embargo, no dejará aquellos asientos vacíos. Muchas personas ya tienenemanado poder asistir. Son más los que quieren ser que los que no quieren ser, pero es evidente que la deserción hace ruido.
Hay que decir también que los católicos alemanes se sienten en gran parte lejanos de Roma y de la Iglesia oficial. Y uno de los momentos más esperados de este viaje es el encuentro el día 24con el Consejo del Comité Central de los Católicos Alemanes, muchos de los cuales desean reformas que difícilmente llegarán, como los católicos comprometidos con la Iglesia y la sociedad, que el Papa también encontrará en Friburgo el día 25. No todos los católicos alemanes están en sintonía con la reivindicación de estos creyentes progresistas, pero hay que decir que en Alemania, tanto a ninivel de base como de docencia teológica se vive de manera crítica la oficialidad de una parte de la doctrina católica.
La visita de Benedicto XVI tiene un carácter ecuménico, como ya se ha visto en otros contextos. El Papa se encontrará con representantes de los musulmanes, evangélicos, judíos. De hecho,Alemania es un territorio plural en cuanto a las confesiones religiosas, y el programa de la visita papal refleja esta riqueza.
Hay mucha expectación por ver qué acogida tendrá Benedicto XVI en la calle. Se prepara una gran manifestación de protesta, pero como en otros casos, habrá que hacer un balance y comparar las cifras de quienes protestoen con los sujetadores.
Cuando fue elegido pontífice el diario Bild ha legítimo titular Wir sin Papst, Nosotros somos Papa. Pero este entusiasmo se ha ido convirtiendo en un cierto desencanto por parte de la catolicidad alemana. El viaje oficial de Joseph Ratzinger en su tierra fue & agrave, una ocasión para medir los ánimos de sus compatriotas en relación a la doctrina, pero también será una ocasión para el Papa para escuchar la opinión de los creyentes alemanes que no acaban de comulgar del todo con las posiciones más ortodoxas de Roma.
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