«El modelo de san Ermengol permanece como un valor perenne para imitar»

(Carme Munté / Catalunya Cristiana) Para conocer de primera mano la trascendencia de la personalidad del obispo san Ermengol para la Iglesia y para el país, hablamos con Mn. Benigne Marquès, archivero capitular de Urgell. Es a través de los numerosos documentos y objetos que se conservan en el Archivo Capitular de Urgell como los investigadores actuales pueden acercarse a la vida y a las actuaciones del patrón del obispado de Urgell. Según Mn. Benigne Marquès, la celebración del milenario es una buena ocasión "para dar a conocer su figura, sus principales rasgos y el modelo de santidad que nos ofrece».

¿Quién fue san Ermengol?

Un obispo santo, el patrón del obispado de Urgell, contemporáneo del obispo Oliba de Vic, que inició su pontificado el año 1010, por lo que este año hemos iniciado en Urgell la celebración del milenario del obispo san Ermengol.

Nació a finales del siglo X, en Aguatèbia (Alta Cerdaña Francesa), hijo de los vizcondes de Conflent, Bernat y Guisla. Un tío suyo, Sal · la, hermano del padre, era el obispo a finales de aquel siglo. Apenas iniciado el año 1000, Ermengol aparece como el arcediano de Urgell y, como tal, colabora con su tío, el obispo Sal · la, en el régimen del obispado. A la muerte del obispo Sal·la, el 29 de septiembre de 1010, le sucede en el espiscopado el archidiácono Ermengol. Y una de las primeras actuaciones como obispo fue la fundación de la canónica de Urgell, el 18 de noviembre del mismo año 1010. Es cierto que ya Sal·la venía preparando esa fundación, pero fue el obispo Ermengol quien la inició en su obispado.

También en los inicios de su pontificado llevó a cabo con éxito la liberación de la ciudad de Guissona del poder musulmán y contribuyó a la reedificación de la ciudad, lo que suponía también hacer retroceder la frontera sur de su obispado de la opresión musulmana que entonces sufría y devolver la libertad a los cristianos.

A su tiempo se construyen varias iglesias románicas en todo el obispado. Él construyó la iglesia de Sant Miquel en La Seu d'Urgell y también una catedral nueva, que no pudo consagrarse personalmente porque murió de accidente. También sabemos que contribuyó y actuó personalmente en la mejora de las vías de comunicación de su obispado. Así, murió de accidente en El Pont de Bar mientras revisaba aquel puente, una vía importante hacia la Cerdanya. También una tradición antigua y bien fundamentada le atribuyó la construcción del puente a la altura de Sant Andreu dels Tresponts, vía también muy importante para el tráfico hacia el sur del obispado.

Fue un buen administrador y defensor de los bienes de su obispado. Un hombre muy fiel y también muy piadoso, según se desprende del texto de su testamento y por haber fundado la canónica, para reformar su clero, y de haber construido la catedral para aumentar el culto y el honor a Dios.

Murió en El Pont de Bar, al caer del puente que se construía en el río Segre, el día 3 de noviembre del año 1035. Siete años más tarde el obispado de Urgell ya lo veneraba como santo y posteriormente lo tuvo como patrón.

¿Qué aportación hizo a la Iglesia y en el país?

Por todo lo que hemos visto, renovó y activó la vida religiosa de los clérigos y los fieles. Y, en el país, aportó una libertad de vida mayor para su colaboración en la conquista en la frontera sur del obispado. También contribuyó a mejorar las vías de comunicación, tanto de las que iban hacia la Cerdanya como las que se dirigían al sur de su obispado.

El Pirineo era en aquel tiempo un territorio con un gran peso político y cultural en el conjunto de los incipientes reinos de Europa, ¿y hoy qué es?

Sí, los inicios del segundo milenio era una época muy importante, cuando Cataluña estaba en proceso de formación y el Pirineo tenía entonces un gran peso político y cultural, para que los países del plan aún no había avanzado lo suficiente la reconquista y la libertad de los cristianos. A san Ermengol le tocó vivir aquellos tiempos interesantes y regir la Iglesia de una buena parte del Pirineo. Ahora, ciertamente la vida social, política y económica del Pirineo ha cambiado mucho, pero esto obedece a una dinámica de la misma historia que con el paso del tiempo cambia las circunstancias concretas tanto de las personas, como los lugares.

El nombre de Ermengol, ¿se sigue poniendo a los niños?

Hoy en día ha bajado muchísimo entre nuestros niños. Ermengol, el nombre de nuestro obispo santo y patrón, era un nombre muy común en la época medieval. Era un nombre de procedencia germánica, que adoptaron a menudo nuestros condes de Urgell y que también llevaba un obispo metropolitano de Narbona. Y, al menos en nuestro obispado, se continuó poniendo con cierta frecuencia, hasta el siglo pasado. Yo diría que ahora más bien es un nombre raro. Pero esto también obedece a la dinámica de los tiempos, que va cambiando todos los gustos, las modas y las costumbres.

¿Qué documentos interesantes conserva el Archivo Capitular de Urgell del tiempo de san Ermengol?

Dentro de la sección de los pergaminos, el Archivo Capitular de Urgell conserva los principales documentos que hacen referencia a su vida y a sus actuaciones. Así, encontramos la institución de la canónica, la bula papal de Benedicto VIII, donaciones, consagraciones de iglesias, pleitos que defienden los derechos de la Iglesia de Urgell, su testamento. Es decir, san Ermengol no es ningún personaje indocumentado. Además, todos los documentos de este período de su pontificado han sido ya publicados en Urgell. También otros tipos de documentos, como son los hagiográficos de la vida y milagros del santo, que escribían posteriormente, se conservan de forma fragmentaria en los libros litúrgicos del obispado de Urgell.

Si san Ermengol desarrolló una importante actividad pastoral y social para mejorar la vida de sus fieles, ¿cree que también hoy día la Iglesia y los obispos deben seguirlo en la misma línea?

Ciertamente, san Ermengol desarrolló una gran actividad pastoral y social para con sus fieles. No se le puede negar el gran celo que sentía por mejorar la vida de sus diocesanos, el amor que en todo momento los demostró, por lo que se convirtió para todos un gran modelo de santidad. Por eso, la Iglesia de Urgell desde los inicios le rindió el culto de un santo y lo adoptó como patrón del obispado. En este sentido, los modelos de santidad que la Iglesia venera convierten también estímulos de acción y seguimiento para las generaciones futuras, tanto para los cristianos como para sus obispos. Ahora bien, cada época tiene sus retos, sus maneras de ser y sus costumbres, lo que hace que las circunstancias históricas y las actuaciones también varíen. Pero el modelo de celo, caridad, piedad, bondad, ilusión, arriscament y en suma de santidad queda como un valor perenne a imitar para todas las generaciones futuras.

¿Sería necesario, pues, dar a conocer más la figura de san Ermengol?

Estoy completamente de acuerdo. Hay que conocer y dar a conocer mejor la gran figura de nuestro patrón, san Ermengol. La celebración de este primer milenario su convertirá en una muy buena ocasión para dar a conocer su figura, sus principales rasgos y el modelo de santidad que nos ofrece. Ya existen varios escritos sobre este santo, pero son dispersos y no muy accesibles al público en general. Por este motivo, en este año del milenario, estamos preparando una buena monografía, muy extensa, para que la figura y modelo de san Ermengol sea accesible a todos. Los escritos ya están en la imprenta y esperamos tener el libro antes de la próxima fiesta de San Ermengol. Este volumen recogerá el trabajo de Mn. Pere Pujol sobre la urna de plata. Presentará el artículo del P.Cebrià Baraut sobre los textos hagiográficos del santo. El historiador Prim Bertran nos ofrece la explicación bien detallada de todos los hechos ocurridos en vida de san Ermengol, siguiendo los documentos que custodiamos en el Archivo Diocesano. A continuación se añaden un buen número de otros artículos que tratan sobre el culto, las rogativas para obtener la lluvia, y el arte. Acompañan el libro un buen número de grabados de documentos, gozos y especialmente de las obras arte. Finalmente cierra el volumen el texto de las representaciones del Retablo de san Ermengol, que se celebran los claustros de la catedral de Urgell desde hace unos cincuenta años. En definitiva será un volumen para conocer mejor la figura de san Ermengol y también contribuirá a la celebración muy digna de su milenario.

Carme Munté. Entrevista publicada en Catalunya Cristiana.